A medio siglo de que el mafioso Vito Genovese comenzara a usar la vecindad de una instalación naval en Puerto Rico para trasbordo de drogas, el país no sólo sirve para el paso de los narcóticos sino de armas hacia República Dominicana, Honduras, México y Colombia y suficientes municiones como para asesinar toda la población del archipiélago de las Antillas.
Un nuevo capítulo en la investigación del operativo que introdujo armas ilegales procedentes de Estados Unidos en México entre 2009 y 2010, se abrió al difundirse pruebas del conocimiento del hecho al más alto nivel en Washington. El diario La Opinión publicó que la revelación de un memorándum y un correo electrónico relacionados con la operación Rápido y Furioso evidencian que el fiscal general del gobierno de George W. Bush, Michael Mukasey, fue informado sobre la táctica de dejar “caminar armas”.
Las evidencias encontradas por el Congreso sobre la fracasada operación “Rápido y Furioso” amenazan hoy con convertirse en el Watergate del gobierno del presidente Barack Obama. Recientemente algunos republicanos en Florida compararon el fiasco con el escándalo que desencadenó la renuncia del presidente Richard Nixon y ya algunos abogan por la designación de un fiscal especial para investigar los hechos.
The Fast and the Furious. Ese fue el nombre escogido para titular la operación secreta mediante la cual el gobierno estadounidense propició la entrada de más de dos mil 500 armas de alto calibre a territorio mexicano, indicó la periodista de Radio Habana Cuba, Bárbara Betancourt. La operación Rápido y Furioso, dijo, permitió el trasiego ilegal a México de más de dos mil rifles de asalto y 50 rifles estilo francotirador, además de miles de municiones entre 2009 y 2010. En tanto, añadió, la Casa Blanca reiteró el deslinde del presidente Barack Obama de la operación Rápido y Furioso, al tiempo que refrendó su compromiso para atacar el tráfico ilegal de armas hacia México.
Naciones Unidas alertó hoy sobre la gran dimensión del negocio irregular de armas pequeñas y ligeras y sus municiones, frente a un comercio autorizado que supera los siete mil millones de dólares. No es posible determinar con exactitud el valor de las transacciones no documentadas, pero pueden alcanzar también los miles de millones de dólares, afirmó el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en un informe al Consejo de Seguridad.
Las autoridades de Estados Unidos dieron órdenes a sus agentes radicados en la embajada en México, que ocultaran a las autoridades locales la operación de tráfico de armas vigilado hacia ese país, informó un testigo. El exjefe de la Oficina para el Control del Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego en México, Darren Gil, es el tercer testigo que relata a la cadena estadounidense CBS, detalles de la operación encubierta conocida como Rápido y Furioso.