Chile está bajo la égida de Michelle Bachellet

Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda

Fotos de Roberto Garaicoa

Siete partidos, integrantes del pacto opositor de centro-izquierda Nueva Mayoría, catapultaron en la contienda por el Palacio de La Moneda a Michelle Bachelet, al obtener más del 62 por ciento de los votos frente a la candidata de la Alianza de derecha, Evelyn Matthei, quien solo recibió poco más de un 37 por ciento de las papeletas.

El escrutinio se realizó en segunda ronda este domingo, luego de que el 17 de noviembre la representante del pacto opositor Nueva Mayoría, que se presentó a la reelección tras cuatro años en los que estuvo alejada de la política chilena, rozó el 47 por ciento de los sufragios y se quedó apenas a tres puntos de alcanzar el objetivo de ganar en primera vuelta.

En la Mesa Redonda de este lunes, los expertos comentaron que Bachellet se convierte así en la primera mujer en ser reelegida presidenta en ese país, después de la contienda con Evelyn Matthei, quien no era una buena candidata, no por sus aptitudes, sino porque representa a una derecha que está resentida.

También se alertó de que puede que la sociedad chilena no quiera experimentar, pero quiere cambios. Cuando vemos que el movimiento de 2011 de los estudiantes se convirtió en un movimiento ciudadano, eso implica cambios y que la derecha, por cuestiones de principio, no puede asumir. Ellos son los defensores del status quo, que no es bien visto por la sociedad.

A no pocos en este proceso les ha llamado la atención la escasa asistencia a los 2 012 centros habilitados para votar en la segunda vuelta presidencial, y los analistas han señalado como causas principales de este descenso el voto voluntario.

Bachelet, que tendrá que dirigir a Chile también bajo los condicionamientos de la derecha, ha prometido hacer varias reformas.En su campaña se ha pronunciado abiertamente por la anhelada reforma de la educación entre otras demandas sociales, y no descarta una nueva Constitución por la que pasará cualquier intento de transformación profunda y que requerirá —como ha ocurrido ya en otros países de la región— de una Asamblea Constituyente.

A propósito de la selección de su futuro gabinete, y en específico sobre la selección de su Ministro de Educación, precisó Bachelet, que su misión será implementar «una reforma que permita contar con una educación de calidad, gratis, sin lucro y sin segregación».

A fines de enero serán dados a conocer los integrantes del gabinete que designará la presidenta electa de Chile, quien no asumirá oficialmente el cargo hasta el próximo 11 de marzo.

Bachelet manifestó que fijará los criterios para la selección de las personas más adecuadas para integrar el ejecutivo. «Quiero darme el tiempo necesario para elegir los mejores, que tengan la camiseta bien puesta con el programa de gobierno. Así que he definido que alrededor de la segunda quincena de enero daré a conocer el futuro gabinete»

A partir de su triunfo, varios mandatarios latinoamericanos le hicieron llegar sus felicitaciones. A través de su cuenta de twitter el mandatario de Ecuador, Rafael Correa, afirmó que Michelle es un orgullo y ejemplo para todos nosotros, mientras su canciller Ricardo Patiño señalaba que con esta elección «Chile consolida su tendencia progresista y socialista en América Latina y el Caribe».

El gobierno de Guatemala, en un comunicado oficial, felicitó igualmente a la presidenta electa y le auguró éxitos en sus futuras responsabilidades al frente de un Gobierno y un país que ha sabido consolidar su democracia.

Por su parte, el jefe de Estado de República Dominicana, Danilo Medina, manifestó su interés de acrecentar las relaciones entre su país y Chile, con nuevos intercambios comerciales y culturales.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, expresó que estaba segura de que con Bachelet vamos a profundizar aun más las relaciones entre las dos naciones, y agregó que tienen mucho para cooperar y construir juntas; tenemos una comprensión clara del papel de la integración de América del Sur.

Uno de los mensajes más significativos llegó del ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, quien aseguró que con la elección de Bachelet, la región sudamericana vivirá «un momento único en su historia, con tres grandes mujeres gobernando al mismo tempo países tan importantes como Brasil (Dilma Rousseff), Argentina (Cristina Fernández) y Chile».

Lula, en un comunicado difundido por su instituto, con sede en Sao Paulo, calificó a Michelle Bachelet como «una de las políticas más competentes que conozco».

Sin embargo, los expertos coinciden al afirmar que la hora de la verdad para Bachelet llegará luego de su ascenso al poder, cuando entonces le corresponda intentar curar a Chile de la enfermedad endémica pinochetista que agobia a ese país latinoamericano desde la sangrienta dictadura del general Augusto Pinochet, quien protagonizó el golpe de Estado contra Salvador Allende, el 11 de septiembre de 1973.

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