Ucrania y las fuerzas en pugna

Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda

Fotos de Roberto Garaicoa

No quedan dudas que el proceso interno ucraniano se vio influenciado desde el exterior. Se trata de un país estratégico tanto para la Unión Europea como para la OTAN y la Federación Rusa, tres poderosos actores que, como es de esperar, mueven sus piezas dentro el tablero geopolítico mundial. Pero, al mismo tiempo, sería impreciso adjudicar en forma excluyente a estos jugadores la crisis interna del país. Las diferencias culturales que conviven en el seno de la sociedad ucraniana han alimentado innegablemente las tensiones. En Ucrania hay quienes desean acercarse a Occidente y hay quienes desean hacerlo a Rusia, elementos suficientes para generar un conflicto. En definitiva, el fin del gobierno de Yanukovich puede definirse como un fenómeno multicausal, impulsado por fuerzas tanto internas como externas.

Para Santiago Pérez, investigador del Centro de Investigaciones sobre Política Internacional, la crisis actual en Ucrania es considerada la más grave desde el fin de la guerra fría. “Esta tensión genera  escenarios  preocupantes para el desarrollo y evolución  del  sistema internacional, dada la magnitud de los actores involucrados y las medidas y contramedidas que se están barajando”.

En su opinión, EE.UU. sigue aplicando a Rusia la misma política  instaurada después del fin de la guerra fría, y que ha estado, está y estará dirigida a lograr el debilitamiento del Estado ruso en la arena internacional, y reducir su perfil de potencia  independiente.

Por otro lado, dada la debilidad y sumisión del nuevo gobierno ucraniano, incluyendo el que emerja después de los comicios del 25 de mayo, se espera que Kiev reanude el pedido de entrada de Ucrania a la OTAN, lo que, si se lleva a efecto, generará otra espiral de tensión geopolítica en el futuro.

“También EE.UU. ha aprovechado esta coyuntura para enviar el mensaje de que no acepta “plácidamente” la emergencia de potencias que cuestionen su postura de “primero entre iguales” en la geopolítica mundial. Ha sido un pase de cuenta al Presidente Putin por su postura independiente en la crisis siria, en el tema de Irán, en la concesión de asilo a Snowden, y en muchos otros puntos. Este enfrentamiento con Rusia es también una estocada a los BRICs y una advertencia a los poderes emergentes, actuales, y del futuro, de las consecuencias que tendría un comportamiento independiente”.

Sus aliados europeos, una vez más, van a tener que pagar las mayores sumas por el rescate a Ucrania, y cuya economía (la de la Unión Europea, para no hablar de la de Ucrania) puede salir mucho más perjudicada que la estadounidense, dada su mayor imbricación con la economía rusa.

“Esta crisis conllevará al incremento de la visibilidad de la OTAN, impulsada por EE.UU. y los países del Este (Polonia, Bálticos, Rumanía), ante la percepción de la amenaza de Rusia. La organización trasatlántica se fortalecerá militar y políticamente EE.UU. aprovechará la coyuntura favorable para hacer avanzar su agenda global con la UE, incluyendo la firma del acuerdo Trasatlántico de Libre Comercio”.

Por otro lado, el supuesto éxito de la operación subversiva para derrocar al Presidente Yanukóvich debe envalentonar a los hacedores de política de EE.UU. y de la OTAN para ensayar acciones de este tipo en países que resistan sus designios imperiales. Venezuela es el caso típico, pero podrían aparecer muchos otros. El 2014, año por demás de elecciones de medio término en EE.UU., depara un incremento de la tensión internacional y un incremento del peligro que emana desde Washington y de Bruselas.

Para Santiago Pérez esta es una cruzada geopolítica con la que se incrementará significativamente la carrera armamentista y se debilitarán los mecanismos existentes de desarme. “Por los precedentes del referendo en Crimea y la actividad separatista en las regiones del Este de Ucrania, deben aumentar los procesos de secesión en otros estados nacionales en Europa, Asia, Espacio postsoviético, África. Volverá a la palestra la contradicción político-jurídica -vista ya en Kosovo- entre los principios del derecho internacional de “autodeterminación de los pueblos”, frente a los principios de integridad territorial y soberanía de los estados, así como el respeto o no a las fronteras nacionales existentes”.

Advirtió que los países de la Unión Europea buscarán concretar una política energética única y diversificar sus suministradores para reducir su dependencia de Rusia, incluyendo las posibles compras de gas licuado a los norteamericanos en el futuro.  Su dependencia de Moscú, sin embargo, se mantendrá en el corto y mediano plazo. Los rusos, por su parte, incentivarán la diversificación de sus mercados de exportación de gas y petróleo, sobre todo hacia China, y Asia en general.

La analista Elsa Claro advirtió que Estados Unidos en este conflicto ha demostrado una vez más que no quiere perder su prominencia militar. Alegó que la sumisión de la Unión Europea a EE.UU. es indignante. “En el caso concreto de Alemania, por ser el país mayor, y por estar encabezando todo lo que se hace en la Unión Europea, no pueden quedarse callados porque se quedan fuera del quórum”.

Defendió la idea de que el papel geopolítico y geoeconómico de China es una de las preocupaciones de Estados Unidos, por ello busca el cerco. Y precisó que una reconversión de tipo económica, solo en materia energética para Ucrania y la Unión Europea es algo que no se hace de hoy para mañana. Además de que hay empresas a las que no les conviene ni este cambio de matriz, ni mucho menos una guerra.

El profesor del Instituto de Relaciones Internacionales Leyde Rodríguez comentó que  quien más pierde en este conflicto es la Unión Europea, y quien lleva el liderazgo en el bloque es Alemania. “Esto también tiene un costo por sus vínculos comerciales y energéticos con Rusia, por su interdependencia económica”. A lo que Santiago Pérez sumó que Alemania tiene el 30 por ciento del gas ruso, y el 80 por ciento del gas que les llega a los países miembros de la Unión Europea de Rusia es por Ucrania. Hay una gran dependencia y los rusos han anunciado que para junio van a aumentar las tarifas del gas para Ucrania y esto va a poner más conflicto a esta madeja. Pero es el tiempo que tienen para buscar diversificación en sus mercados energéticos.

La Mesa Redonda analizó el impacto del referendo de autonomía en la región del Don­bass, la situación ac­tual en Ucra­nia, las posiciones de Rusia y EE.UU. y otros elementos de interés sobre el conflicto ucraniano.

El profesor del Instituto de Relaciones Internacionales Leyde Rodríguez comentó que quien más pierde en este conflicto es la Unión Europea, y quien lleva el liderazgo en el bloque es Alemania.

Hay una gran dependencia y los rusos han anunciado que para junio van a aumentar las tarifas del gas para Ucrania y esto va a poner más conflicto a esta madeja.

Para Santiago Pérez, investigador del Centro de Investigaciones sobre Política Internacional, la crisis actual en Ucrania es considerada la más grave desde el fin de la guerra fría.

La analista Elsa Claro advirtió que Estados Unidos en este conflicto ha demostrado una vez más que no quiere perder su prominencia militar.

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