La guerra en Ucrania y una frágil tregua

Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda

Fotos de Roberto Garaicoa

Representantes del Gobierno de Kiev y de los separatistas prorrusos reabrieron en Minsk, capital de Belarús,  los contactos para la paz en el este de Ucrania, al volver a reunirse con mediación de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y Rusia, a pesar de ambos mantener posturas aparentemente irreconciliables.

Todo ello ocurre signado por el espíritu de nuevas sanciones contra Moscú, a quien Occidente responsabiliza de erosionar la seguridad en Ucrania. La Casa Blanca comentó que Obama y los dirigentes de Alemania, Francia y Gran Bretaña acordaron en los márgenes de la Cumbre de la OTAN que Rusia debe afrontar «nuevos costos». En tanto, el canciller ruso Serguei Lavrov afirmó que su país está listo para tomar medidas prácticas que mitiguen la crisis en Ucrania, e instó a Kiev y a los rebeldes a atender la propuesta de cese al fuego presentada por Moscú.

Los rebeldes expresaron que discutieron etapas y pasos posibles para el alto al fuego y la posibilidad de un intercambio de prisioneros (en el formato) de todos por todos. Los separatistas también entregaron al representante del Gobierno ucraniano, el ex presidente Leonid Kuchma, sus exigencias a Kiev, en las cuales se incluye un «estatus especial», que no la independencia para las regiones de Donetsk y Lugansk, sublevadas desde mediados de abril.

También reclaman la oficialidad de la lengua rusa en las dos regiones, la autonomía económica exterior para profundizar la integración con Moscú y con la Unión Aduanera (integrada además por Belarús y Kazajstán) y la liberación de sus milicianos y políticos detenidos.

Las autoridades ucranianas, por su lado, no aceptan otra cosa que la rendición incondicional de los federalistas, a los que permitirían abandonar Ucrania tras deponer las armas (en dirección a Rusia) o acogerse a una amnistía, en caso de no haber cometido «delitos graves».

Este contexto, en opinión del experto Santiago Pérez, confirma que estamos en presencia de una guerra, en la cual cualquier acuerdo de alto al fuego sigue siendo frágil. «No obstante, al parecer se impone un determinado proceso de negociaciones: en junio hubo una tregua y determinado acercamiento, pero el propio Peroshenko levantó esta tregua».

Añadió que la que se firmó este 5 de septiembre tiene elementos importantes, como que se hace después de que el ejército ucraniano fracasara en su ofensiva contra Donetsk y Lugansk. Es igualmente el resultado de un diálogo de paz con Putin.

En su criterio, Ucrania está interesada en esta tensión por el nivel de apoyo que han tenido de occidente, hasta de tipo financiero con el FMI. «Por ello hablan de emplear la tregua para prepararse y volver a la carga. Y aunque haya un involucramiento de Poroshenko y de Putin para que se concrete este alto al fuego, es una decisión que tiene muchos enemigos en la élite militar ucraniana».

El analista señaló que la dirección rusa ha dicho que esta es una crisis provocada, y no por ellos: hasta estuvieron de acuerdo con la propuesta del 21 de agosto, también con lo que se dijo en Ginebra en abril, porque su economía ha sufrido con toda la crisis generada allí -hay erogaciones financieras y casi 800 mil desplazados hacia Rusia-, y no combiene esta situación, cuando están en un proceso de recuperación de su proceso económico.

Pero a EE.UU. sí le conviene generar este caos, porque utiliza las tensiones para crear un problema geopolítico y una fractura entre Rusia y la Unión Europea. «De hecho, ha complicado significativamente el proceso de negociación el hecho de que Kiev se siente respaldado por la  OTAN».

En la Cumbre de Gales Poroshenko fue la gran estrella. Y es evidente que hay una gran militarización en las decisiones de la OTAN, hasta hablaron de «desarrollar lo que se puede llamar punta de lanza de su capacidad de respuesta: una fuerza de acción muy rápida que podrá desplegarse en poco tiempo». Todo esto refuerza la idea de que EE.UU. necesita el componente militar, ellos tienen un dominio superior a nivel mundial y procuran la unión euroatlántica», dijo Santiago Pérez.

Mientras tanto, este nuevo proceso de negociación busca del algún modo, comentó, la legitimación de las nuevas autoridades ucranianas, porque para el 26 de octubre están programadas las legislativas. «Han creado un bloque de Peroshenko para conformar determinado apoyo en la rada suprema. Han incentivado el extremo nacionalismo y no se van a hacer elecciones en las regiones del este. Son elecciones muy rápidas, en un país en guerra, y sabemos que el resultado es la creación de un país nacionalista, por ello hay quien habla de una nueva Polonia».

Alegó que Ucrania es un país devastado, con una situación humanitaria muy grave y más de 2 600 muertos. En el centro y el oeste no ha habido gran destrucción, pero en el este el carbón ha sido afectado y el dinero del FMI está siendo tomado para pagar las deudas, porque tiene como condicionante elevar los impuestos a la población, como parte de la postura neoliberalista del FMI. «Son muchos a los que les interesa mantener la tensión en este lugar, que ha servido para desgajar a Europa de Rusia y fortalecer a la OTAN», refirió.

CINCO REVOLUCIONES DENTRO DE LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció Cinco Revoluciones dentro de la Revolución Bolivariana, que ayudarán a preparar y planificar el desarrollo integral de la nación. Maduro aseguró que estas revoluciones son los motores para el avance de los beneficios del Estado y del pueblo.

Entre estas se encuentra la Revolución económica, para el desarrollo de una economía avanzada con capacidad para satisfacer las necesidades en ese país. Por ello se implementan nuevas reglas para el desarrollo de la economía autóctona, con capacidades de satisfacer las necesidades, generar divisas y acciones exportadoras que den riqueza al país.

La otra se denomina Revolución del conocimiento, de la ciencia, cultura y tecnología, la cual integrará el desarrollo económico social y material del país para construir una nueva sociedad que se sume a los preceptos socialistas de unidad y armonía.

Le sigue la Revolución de las misiones socialistas, que se basa en la creación del sistema de misiones (programas sociales) para consolidar cada una en el país. Así como la Revolución política del Estado, que tiene como objetivo la construcción de un Estado democrático y de justicia social y de derecho, profundizar el Estado social y cambiar las estructuras para que el pueblo sea protagonista de las decisiones estudiadas y aplicadas en cada comunidad del país.

Y la quinta es la Revolución del socialismo territorial, que tiene como objetivo la reorganización de los servicios, la consolidación del modelo comunal, de desarrollo y de vida, así como asumir el modelo ecosocialista para planificar el futuro de las nuevas generaciones.

Jorge Legañoa, subdirector de la Agencia de Información Nacional, explicó que este proceso hay que verlo como una continuidad del proceso bolivariano. «No estamos ante una ruptura, es la sistematización del Plan de la Patria. La Revolución se ha redirigido hacia 5 grandes Revoluciones, que hacen más potables los intereses».

Añadió que la Revolución económica responde a las demandas que el pueblo le hace a la base productiva y económica del país, la cual se impulsa sin olvidar la base social. Por ello, consideró, se trata de un cambio estructural del gobierno, que no solo apunta a una Revolución Económica-Productiva, sino a una transformación cultural.

El Gobierno, refirió, se ha centrado en identificar los problemas, como el desabastecimiento alimentario, y sabe dónde va a trabajar. «La FAO comentaba que Venezuela genera 3 mil kilocalorías en el país. En el 98 había más de 12 millones de pobres, y hoy menos de 700 mil personas están en esa situación en Venezuela».

Argumentó el experto que las medidas de reestructuración estatal constituyen rectificación y reimpulso de la política nacional. «Hay un cambio interesante, además, con los nuevos ministros que asumen, que han estado en otras líneas de combate, y será interesante ver la combinación entre lo nuevo y la experiencia».

En la Mesa Redonda se analizaron los acontecimientos más recientes en Ucrania y en Venezuela, contó también con la habitual sección “La Esquina”, del periodista Reinaldo Taladrid.

Representantes del Gobierno de Kiev y de los separatistas prorrusos reabrieron en Minsk, capital de Belarús, los contactos para la paz en el este de Ucrania.

El experto Santiago Pérez, confirma que estamos en presencia de una guerra, en la cual cualquier acuerdo de alto al fuego sigue siendo frágil.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció Cinco Revoluciones dentro de la Revolución Bolivariana, que ayudarán a preparar y planificar el desarrollo integral de la nación.

Jorge Legañoa, subdirector de la Agencia de Información Nacional, explicó que este proceso hay que verlo como una continuidad del proceso bolivariano.

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