¿El mundo es el que está equivocado respecto al bloqueo?

Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda

Fotos de Roberto Garaicoa

Un total de 188 países condenaron este martes por vigésimo tercera ocasión el bloqueo económico, comercial y financiero que mantiene Estados Unidos contra Cuba, al votar a favor de la resolución que sobre esta genocida política se presentó en la Asamblea General de Naciones Unidas.

En contra solo votaron Estados Unidos y su fiel aliado, Israel, mientras se abstuvieron Islas Marshall, Micronesia y Palautres naciones. ¿Son la inmensa mayoría de los países, entonces, los que están equivocados?

Este tema, tan importante para la comunidad mundial porque atañe al Derecho Internacional, fue presentado en medio de un contexto en el que existe un conjunto sin precedentes de problemas nuevos y viejos que tienden a hacer insostenible la vida humana. Y, como expresó en la ONU el ministro de Relaciones Exteriores cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, “ninguno de ellos puede resolverse si no cambia nuestra actitud, nuestra manera de encarar y transformar la realidad, para cooperar genuinamente en aras de la supervivencia de la Humanidad”.

En opinión del panelista de la Mesa Redonda Lázaro Barredo, esta es una política rancia que han mantenido sucesivas administraciones norteamericanas sin conseguir asfixiar al pueblo cubano, ni derrocar al gobierno, sus principales propósitos. Al tiempo que señaló que en el último período, sin embargo, se ha recrudecido y se ha intensificado su aplicación extraterritorial en todas las regiones, especialmente mediante la imposición de enormes e insólitas multas por 11 mil millones de dólares contra 38 bancos.

Los daños económicos acumulados, enormes para una economía pequeña, alcanzan 1 billón 112 mil 534 millones de dólares. También esta postura inamovible durante más de medio siglo, tiene una relación directa con el disfrute de los derechos humanos por todas las personas  y por todos los pueblos, y es un asunto que concierne a la libertad de comercio y navegación que protege los intereses de los Estados, las compañías y los ciudadanos.

Barredo llamó la atención sobre el hecho de que mantienen esta hostilidad sin una fundamentación lógica. Son conocidos los sondeos de opinión que muestran el apoyo creciente y mayoritario de absolutamente todos los sectores de la sociedad norteamericana al levantamiento del bloqueo y a la normalización de las relaciones bilaterales. Figuras políticas de las más diversas tendencias y académicos relevantes reconocen que esta política ha fracasado en sus propósitos y no responde a los intereses nacionales de esa potencia. Basta leer los editoriales del New York Times de las últimas semanas.

Igualmente líderes religiosos plantean legítimas e inobjetables razones éticas y humanitarias para pedir el cambio. Mientras organizaciones empresariales y hombres de negocios consideran que el bloqueo perjudica sus intereses económicos. Y la mayoría de la opinión pública se opone a mantener el rumbo actual, lo cual se constató con la votación de este martes.

La decisión de eliminar el bloqueo sería bienvenida a escala mundial y resultaría una influencia unitaria, a favor de la paz y la solución pacífica de los conflictos y las diferencias, como lo reconocieron los países miembros del Movimiento de Países no Alineados, de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, del Grupo de los 77+China, el Mercosur, la Comunidad del Caribe (Caricom), la Comunidad Africana y los de la Conferencia Islámica.

Nicaragua fue contundente cuando replicó las habituales y mentirosas declaraciones del representante de Estados Unidos en el plenario de la ONU. La embajadora de la nación centroamericana María Rubiales resumió lo que fue desgranándose desde el podio mundial por más de 20 diplomáticos de todos los continentes.

Uno tras otro instaron al Gobierno de Estados Unidos a levantar el bloqueo e incluso a iniciar relaciones normales con Cuba, y también una y otra vez se mencionaba la Carta de las Naciones Unidas para solicitar la aprobación de esta Resolución, presentada por vigésima tercera vez.

El debate, que duró casi toda la mañana del martes en la ONU, se inició con la alocución de Irán, representando a los NOAL, quien apuntó que el bloqueo es el principal obstáculo para el desarrollo de Cuba.

Bolivia, por el Grupo de los 77+China que preside de forma pro témpore, enfatizó en cómo la política estadounidense ha afectado la vida del pueblo cubano, severamente en la salud, y se manifiesta además en otros sectores como la educación, comercio exterior, construcción, turismo y la minería.

Venezuela denunció reiteradamente el espurio bloqueo impuesto por Estados Unidos que ha ignorado deliberadamente los llamados de la comunidad internacional para poner fin a esta política inmoral y con ello se ha convertido en el Estado más aislado del mundo, a la vez que pierde toda autoridad para convertirse en acusador de otros países.

Lázaro Barredo sumó que el discurso de la parte norteamericana fue repetitivo y burocrático. Al tiempo que el otro panelista argumentó que el estadounidense Ronald Godard quedó aislado en su discurso, donde responsabilizaba al Gobierno cubano de los obstáculos que impiden el desarrollo económico y social y valoraba a la política estadounidense como de amistosa para el pueblo cubano.

Dijo además que para la Celac, el bloqueo es la antítesis de las aspiraciones regionales de construir la unidad. La actual administración de Estados Unidos no solo mantiene esta política hostil sino que ha intensificado la extraterritorialidad de sus sanciones en el ámbito financiero. “Cada día son más constantes sus persecuciones en el ámbito financiero-bancario, y afectan a más países y el sentimiento de paz que enarbola la región”.

La aberración de esta medida es tal que la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés), del Departamento del Tesoro norteamericano, tiene designados cinco veces más funcionarios a perseguir las transacciones económicas y financieras de Cuba con terceros países, que la revisión de las delincuenciales cuentas financieras vinculadas al terrorismo y al narcotráfico.

El debate en la ONU realmente se inclinó hacia un lado, en repudio a una política que viola el principio de la independencia y la igualdad entre los Estados, el respeto a la soberanía, las normas del Derechos Internacional, la no intervención, la libertad de comercio y de navegación y la coexistencia pacífica, así como los principios de justicia y los derechos humanos.

El bloqueo no es un asunto bilateral, ni un «embargo» —como suelen llamarlo en EE.UU.— y sí tiene un marcado carácter extraterritorial y violatorio del Derecho Internacional y de las regulaciones internacionales de comercio.

También califica por su propio y deleznable objetivo, como un acto de genocidio, según definición de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, adoptada por la ONU en 1948, y como un acto de guerra económica, de conformidad con la Declaración Relativa al Derecho de la Guerra Marítima adoptada por la Conferencia Naval de Londres de 1909.

En la Mesa Redonda se analizaron todos los detalles sobre el tema del Bloqueo estadounidense a Cuba en la sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas.

Un total de 188 países condenaron este martes por vigésimo tercera ocasión el bloqueo económico, comercial y financiero que mantiene Estados Unidos contra Cuba.

En opinión del panelista de la Mesa Redonda Lázaro Barredo, esta es una política rancia que han mantenido sucesivas administraciones norteamericanas sin conseguir asfixiar al pueblo cubano, ni derrocar al gobierno, sus principales propósitos.

Pedro Luis Pedroso Cuesta, Director de asuntos multilaterales del MINREX expresó que la mayoría de la opinión pública se opone a mantener el rumbo actual, lo cual se constató con la votación de este martes.

La decisión de eliminar el bloqueo sería bienvenida a escala mundial y resultaría una influencia unitaria, a favor de la paz y la solución pacífica de los conflictos y las diferencias.

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