Los destinos comunes de la Revolución Ciudadana de Ecuador

La prioridad del desarrollo educacional y el conocimiento en Ecuador, el impacto social de la Revolución Ciudadana, los retos políticos de ese proceso y el papel ecuatoriano en el proceso integrador, fueron analizados en la Mesa Redonda de este jueves.

Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda

Fotos Roberto Garaicoa

La prioridad del desarrollo educacional y el conocimiento en Ecuador, el impacto social de la Revolución Ciudadana, los retos políticos de ese proceso y el papel ecuatoriano en el proceso integrador, fueron analizados en la Mesa Redonda de este jueves, que contó con un invitado muy especial: el Doctor Guillaume Long, ministro coordinador del Conocimiento y Talentos Humanos de Ecuador y presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales del Movimiento Alianza País.

Para el Doctor Guillaume Long, la división internacional del trabajo es injusta, y los bienes son cada vez más el resultado de la innovación. “En este camino teníamos unas brechas inaceptables, por ello adoptamos como medida la universalización de la educación básica y hemos construido escuelas y nuevas universidades. Así, con más derechos, hay más redistribución”.

También destacó que lo importante no es solo tomar la decisión y garantizar una infraestructura, sino lograr un salto cualitativo hacia el vivir bien, lo que demanda que todos estos procesos tengan calidad. “Nosotros, por esa aspiración, tuvimos que cerrar 14 universidades que reproducían el modelo neoliberal. Hay que  conjugar la democratización del acceso y la gratuidad de la educación superior.

“En los últimos ocho años hemos constatado el crecimiento de la matrícula educativa con la población más pobre, pero ahora tenemos que reforzar la calidad.  Toda esta formación nos permitirá alejarnos de la producción de materias prima y crear nuevas tecnologías. El siglo XXI va a ser el de la innovación y no queremos ser víctimas de la injusta distribución del trabajo.

“Hay que inspirarse en todos los modelos, aprender de ellos y darle respuestas ecuatorianas a los problemas estructurales. Hay que crear los círculos virtuosos para tener una masa crítica que nos ayude a generar conocimientos que estén al servicio de la ciudadanía. Esto significa conocimiento público y no privatizado.

“Pensamos que la privatización del conocimiento generan barreras artificiales para el intercambio. Ese conocimiento naturalmente público le ponemos patentes para poder comercial con él, pero el conocimiento tiene que lograr soluciones para los ecuatorianos.

“Desde hace mucho tiempo nos hemos inspirado en mucho de lo que han logrado los cubanos y en educación tenemos mucho que aprender de ustedes, sobre todo de su experiencia y de sus grandes avances.

“En esta visita hemos podido tener fructíferas reuniones con varios dirigentes cubanos, lo cual será muy valioso para emprender proyectos muy emblemáticos que nos hemos trazado, como es la construcción de cuatro nuevas universidades que tributarán a llenar grandes vacíos y a lograr el salto hacia otro modelo productivo. Una de ellas será un parque científico, una verdadera ciudad del conocimiento. Otra se abrirá en el corazón de la Amazonía, donde tenemos un patrimonio biogenético que debemos investigar. Y de las otras dos universidades, una se dedicará a la educación en el sistema primario y secundario, porque no podría haber generación de contenido sin el diseño de esta formación; y la otra será una Universidad de las Artes. Ustedes en Cuba tienen el ISA, que es una institución de gran trayectoria, y nos están ayudando en el tema curricular.

“Filmaremos algunos convenios, porque en Cuba hay un sinnúmero de ámbitos con muchos resultados. Por ello estuvimos en la Oficina del Historiador de la Ciudad, en el Colegio San Gerónimo… Tenemos mucho que aprender de su trayectoria y si podemos aportar algo desde nuestro proyecto también lo haremos”.

En el diálogo con Randy Alonso, director y moderador de este programa, afirmó que cree en dos grandes aspectos: en la esperanza y en el entusiasmo, sin los cuales no podría haber proyecto de nación y no se podría vislumbrar la prosperidad, ni tener autoconfianza.

“Nosotros heredamos un país con 7 presidentes en apenas diez años. Hubo una ola de migración muy fuerte por la crisis bancaria. Y atravesamos problemas de soberanía con el conflicto colombiano, y hasta 2009 tuvimos una base militar norteamericana en nuestro territorio. Por ello para emprender la Revolución Ciudadana, lo primero que había que hacer era erradicar todo esto.

“En el ámbito social hemos logrado una gran redistribución de los derechos. Tenemos un gasto público que es el más alto de América Latina: de un 15 por ciento respecto al PIB, lo que significa empleo, seguridad social, disminución de la pobreza, y la reducción de la extrema pobreza, y todo esto es fruto de las políticas. Esos recursos no nacen de la nada, se hizo no subiendo impuesto, sino cobrándole a quien debíamos cobrárselo. La aristocracia no pagaba impuestos, por ejemplo.

“Hemos hechos una inversión pública considerable. Hemos tenido un crecimiento muy sano sin la ortodoxia del Banco Financiero Internacional, y este año vamos a crecer cerca del 4 por ciento, a través del desarrollo endógeno y cobrando impuestos. Creemos que hay que generar más riquezas y superar nuestra matriz productiva.

“Nos ha ayudado la renegociación de la deuda, un paso valiente que dio nuestro presidente, quien le dijo a los acreedores lo mal habida que era esa deuda. Había deudas con intereses sobre intereses y otras eran corruptas, mientras los bonos pudimos comprarlos a un valor inferior. Los precios del petróleo también nos ayudaron, pero no nos ayudaban tanto si no renegociábamos los contratos petroleros. Les dijimos que había nuevas reglas del juego, y pudimos captar recursos de manera activa con nuestro recurso más importante, aunque arrastramos con el error histórico de no contar con capacidad de refinación, ni petroquímica. Por ello no nos beneficiamos mucho de los altos precios del petróleo, porque crecen mucho sus derivados”.

Sobre los momentos complejos que ha tenido que vivir la Revolución Ciudadana, dijo que ha sido posible a pesar del fuego de los enemigos externos e internos, y hoy Correa tiene el mayor índice de popularidad en la región.

Interrogado sobre lo más importante que han logrado, añadió que la Revolución Ciudadana ha construido un proyecto de patria que convocó a todos. “Ha habido mucha participación ciudadana, que se empoderó en las elecciones -10 en los últimos 8 años-, y la gente se ha hecho muchas preguntas y se involucró en este proceso político. El carisma del presidente ha sido también muy importante. Y tenemos una estructura a todos los niveles, que nos permite llegar a los lugares más recónditos y en pleno resolvemos los problemas del país.

“Atendemos a la ciudadanía en las mesas ciudadanas, y todo esto es un estilo de gobernanza diferente. También hemos aprendido de nuestros errores. Somos un gobierno honesto que trata de corregir los errores y apoyamos a la ciudadanía, porque nos dedicamos a atender al país y no al imperialismo.

“No obstante, tenemos que fortalecer el tema cultural, que es una gran fortaleza que tiene Cuba. El acompañamiento de las artes es fundamental. Al tiempo que tenemos retos políticos más puntuales como la reelección en el 2017 de Rafael Correa, quien ha dicho que no lo desea, aunque sí ha puntualizado que solo se presentaría si hay alguna amenaza política sobre el proyecto revolucionario.

“Ahora convivimos con una derecha envalentonada con los triunfos parciales en las municipales, y ellos creen que pueden ganarle al proceso de Alianza País. Hubo un revés importante, porque perdimos la alcaldía de Quito, que era un bastión nuestro. Esto nos dio como lección que no le estábamos dando la suficiente importancia al movimiento político, y advertimos que tenemos que darle más énfasis, porque el proceso político permanece en el tiempo y tiene que estar a la vanguardia. Tenemos que trabajar para que lo nuestro no sea un fenómeno electoral, sino que tenga bases políticas fuertes con personas que se identifiquen con la Revolución Ciudadana.

“Parte de la recuperación de nuestro movimiento político también pasa por las relaciones internacionales, y hemos podido relanzar una agenda con iniciativas propias en este plano, lo que nos ha permitido tener grandes acercamientos a amigos y movimientos de América Latina. Hicimos un encuentro en septiembre, en Quito, con quienes ejercen en el poder en diferentes países de nuestra región. En este espacio coincidimos en que tenemos que renovar el discurso, porque lo obvio es la construcción de los hospitales, de las escuelas, la recuperación de nuestra dignidad… ahora hay que ir a lo cualitativo de nuestros proyectos revolucionarios.

“Desde los movimientos y los partidos tenemos la responsabilidad de la integración, que no es solo entre los Gobiernos, sino que es algo que pertenece a los ciudadanos. Ecuador era un país sin mucha vocación patriótica, porque la perdió con los gobiernos neoliberales, pero hoy es parte activa de la comunidad regional.

El fortalecimiento de la unión latinoamericana es un gran reto. Hemos retomado muchos símbolos como el bolivarianismo, pero hay que hacerle sentir a la población por qué muchas de nuestras banderas son similares, porque un día fuimos un solo país, pero  por intereses oligárquicos no se avanzó. No obstante, no es suficiente con este imaginario, porque no tiene concreciones en la vida cotidiana. Hay que hacer un mayor ejercicio pedagógico que demuestre cómo la integración puede resolver muchos de nuestros conflictos y el pueblo tiene que sentir los beneficios de este sueño de hermandad”.

El 10 y 11 de abril será la Cumbre de las Américas en Panamá, a la anterior el presidente Rafael Correa no fue, porque dijo que hasta que Cuba no asista a este cónclave él no iría. “Pero estará en esta ocasión porque Cuba estará, no obstante, exigirá por la soberanía y el respeto absoluto hacia los cubanos. No se puede olvidar que el acuerdo para restablecer las relaciones entre Estados Unidos y Cuba es una victoria de los cubanos, ya que Estados Unidos tuvo que confesar que su estrategia de estrangulamiento fracasó. Pero ha llegado la hora no solo de hablar de relaciones diplomáticas, sino de ponerle fin al bochornoso bloqueo, que es un rezago trasnochado de la Guerra Fría. Tampoco entendemos que Cuba esté en una lista de países patrocinadores del terrorismo cuando ha sido víctima de este mal”.

Sobre el despliegue de mecanismos integracionistas como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, expresó que ve “con mucho optimismo nuestro bloque para encarar los desafíos comunes, como el reto ambiental”.

Contó con un invitado muy especial: el Doctor Guillaume Long, ministro coordinador del Conocimiento y Talentos Humanos de Ecuador y presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales del Movimiento Alianza País.

Para el Doctor Guillaume Long, la división internacional del trabajo es injusta, y los bienes son cada vez más el resultado de la innovación.

Sobre los momentos complejos que ha tenido que vivir la Revolución Ciudadana, dijo que ha sido posible a pesar del fuego de los enemigos externos e internos, y hoy Correa tiene el mayor índice de popularidad en la región.

Interrogado sobre lo más importante que han logrado, añadió que la Revolución Ciudadana ha construido un proyecto de patria que convocó a todos.

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