EE.UU.-Cuba y el largo camino de la normalización (+Fotos y Video)
Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda
Fotos: Roberto Garaicoa
El 20 de julio de 2015 marca la reanudación de lazos diplomáticos entre Estados Unidos y Cuba y la reapertura de las respectivas embajadas después de una ruptura que duró 54 años. A las 10 y 33 de la mañana comenzó la ceremonia oficial del reizamiento de la bandera cubana en la mansión marcada con el número 2650, en Washington DC, ante más de 700 invitados, entre ellos Roberta Jacobson, la subsecretaria de Estado norteamericana.
El 14 de agosto John Kerry, el secretario de Estado de Estados Unidos, realizará un viaje similar al del canciller cubano a Washington, Bruno Rodríguez, para celebrar una ceremonia semejante en su Embajada en La Habana.
En el acto de este 20 de julio estuvieron representantes de otros estamentos e intelectuales de ese país, como una representación de cubanos emigrados que han reclamado otro tipo de relación entre ambos países.
Como dijo el Ministro de Relaciones Exteriores cubano, este fue el primer paso en la normalización de las relaciones, y que no habríamos podido llegar a este momento sin la sabia conducción del liderazgo histórico de la Revolución, encabezado por Fidel Castro, y sin la resistencia y autodeterminación del pueblo de Cuba y su firme convicción de seguir el camino escogido soberanamente.
Hemos llegado hasta aquí también, añadió, gracias al apoyo solidario de la América Latina y el Caribe, de la inmensa mayoría de los países del mundo y de muchos estadounidenses y cubanos patriotas residentes en este país, que persistieron durante años en sus esfuerzos para que Cuba y Estados Unidos tuvieran una mejor relación.
El analista Reinaldo Taladrid significó la condición histórica del día, porque se llegó a la fecha de manera inédita: un país sin recursos ha resistido y vencido todas las formas existentes para derrocar un gobierno y las venció todas. Creo que es algo para estudiar cómo es posible que hayamos vencido. Lo segundo que me viene a la mente es el privilegio de haber sido testigos de esto acompañados de líderes sublimes como Fidel Castro. Y aunque “sé que la historia la hacen los pueblos, el papel de la personalidad en la historia no se puede, bajo ningún concepto, obviar. La genialidad estratégica y táctica de Fidel, y el insertar en los más complejos procesos geopolíticos a una pequeña islita que era el traspatio de Estados Unidos, eso merece ser estudiado”.
A Taladrid también le vino a la mente el fragmento del concepto de Revolución, en el que Fidel precisa que es desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del territorio nacional. “Para lograr la normalización hay que desafiar las fuerzas del imperio, que por una mezcla de razones van a hacer todo lo que esté a su alcance para impedir el curso natural de una relación, y no estoy hablando solo de la industria de Miami… Estamos ante otro tablero de ajedrez y tenemos que seguir haciendo movimientos estratégicos”.
El periodista Lázaro Barredo coincidió con sus puntos de vista, y agregó que lo acontecido este 20 de julio fue un reconocimiento a la legitimidad del gobierno revolucionario y a la generación histórica que ha traído a la Revolución hasta aquí, bajo el liderazgo de Fidel y de Raúl. “Tengo que recordar que el 8 de enero entra Fidel a La Habana, y el 15 tiene su primera entrevista con la prensa norteamericana, en la que define que deseamos buenas relaciones con Estados Unidos. En aquel entonces la palabra socialismo era una mala palabra y no se había adoptado una ley que afectara ningún interés, sin embargo, la respuesta de la derecha norteamericana estuvo tempranamente en un editorial de la revista Times, donde las fuerzas conservadoras precisaban que el neutralismo de Castro era un desafío de Estados Unidos.
“Por lo vivido podemos ver dignamente la bandera izarse, y creo que valió la pena toda la lucha por mantener la independencia y nuestra soberanía”, aseguró.
El Doctor Elier Ramírez Cañedo argumentó que hay que decir que Cuba llega de pie, sin ceder en sus principios, ni en su soberanía. “Se llega con Fidel y con Raúl presentes, que es algo extraordinario”.
Igualmente aportó al análisis que este proceso de acercamiento que se ha producido tiene componentes inéditos, porque hubo procesos similares en los tiempos de presidencia de Ford y de Carter. “Lo inédito es que nunca se había producido, desde la ruptura, un anuncio simultáneo de ambos presidentes. Tampoco un presidente norteamericano había llamado a su par cubano y le había hablado 45 minutos, apartándose de su arrogancia imperial, como ninguno se había manifestado en contra del bloqueo ocupando la Casa Blanca. El restablecimiento, además, siempre se vio como un largo proceso de negociaciones y aquí se ha invertido el orden, se ha empezado por el restablecimiento de las relaciones diplomáticas, que establece vías de comunicación más directas”.
Rosa Miriam Elizarde, enviada especial por Cubadebate, explicó vía telefónica que “hemos vivido muchas emociones, pero esta ha sido muy especial. En la ceremonia, cuando comenzó a subir la bandera, vi a personas con lágrimas, sintiendo que se reivindicaba el dolor de los cubanos que vieron izarse la bandera en 1902. Fue una ceremonia breve pero muy emotiva. Es significativo el hecho de que 54 años después de un país resistiendo agresiones, de pronto con todo el respeto a su gobierno, se ize su bandera.
“Había muchas personas honrando a Cuba. Se apretaron más de 700, otras no pudieron entrar, se quedaron desde la acera de enfrente, y fue muy hermoso. La solemnidad de ese momento conspiró con el sol espléndido, con un cielo empedrado, y la bandera en un comienzo parecía una florecita que luego se desplegó sobre el cielo de Washington. Vi a muchos norteamericanos emocionados por compartir ese momento”.
Comentó que el discurso de Bruno Rodríguez fue enérgico, y se recordó a Fidel como el inspirador y el artífice, que tenía ese pensamiento de respeto y consideración de buena vecindad. Todas esas cosas estaban juntas en ese discurso, así como los temas esenciales que todavía quedan pendientes. Este 20 de julio, consideró, es un momento de celebración de Cuba y del pueblo de Estados Unidos, porque en una relación respetuosa se beneficiarían los dos pueblos.
Lázaro Barredo puntualizó que tenemos que partir del principio de que se ha salido de un clima de enfrentamiento para entrar en una comunicación, pero que no nos podemos olvidar de que la política de agresión contra Cuba está vigente. “En las últimas semanas en el Congreso norteamericano se han tomado partidas para mantener la política que entorpecía la comunicación. Hay desavenencias. Hay que tener siempre a mano el discurso de Raúl en la III Cumbre de la Celac, porque no se ha desmantelado el bloqueo, y eso va a llevar tiempo, como se habla con reticencia del tema de la base naval de Guantánamo. Hay igualmente otros muchos temas que están en el marco de las relaciones bilaterales que implicarán tiempo y procesos”.
Elier Ramírez destacó que el 14 de julio de 2009 se entregaron una serie de temas que serían importantes para una normalización de las relaciones de Cuba con Estados Unidos. “De esa agenda se resolvió la liberación de los Cinco y la exclusión de Cuba de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo, pero falta eliminar el bloqueo, la derogación de la Ley de ajuste cubano y de la política de pies secos y pies mojados, la devolución del territorio que hoy ocupa la base naval de Guantánamo, el fin de la agresión radioeléctrica, el cese del financiamiento a la subversión, la compensación a Cuba por los daños por el bloqueo y la restitución de los fondos congelados y robados”.
También, alegó, hay otra serie de obstáculos, como el tema de la cultura política norteamericana de que Cuba debe pertenecerles o cumplir con sus parámetros hegemónicos.
Reinaldo Taladrid mencionó que lo más conveniente para ellos es la normalización, a su entender, por diez razones: ganan en emigración, en ecología, en los mercados y en ciencia y medicina, cumplen con su Constitución al permitirle a todo el pueblo la libertad de viajar, ganan en la relación con América Latina, cumplen con la voluntad de su pueblo, mantienen y ayudan al equilibrio del presupuesto si terminan esos programas de Radio y TV Martí, normalizan las relaciones del deporte, y cumplen con su historia, ejerciendo un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo.
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