La crisis del sistema en el que Puerto Rico está inmerso

En la Mesa Redonda la crisis económica en Puerto Rico y la situación interna en Ecuador fueron los temas principales de comenzando la semana.

Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda

Fotos: Roberto Garaicoa

Las graves inquietudes acerca de la liquidez del Estado Libre Asociado de Puerto Rico se acrecientan, cuando el Gobierno de Alejandro García Padilla se debate en el balance entre las obligaciones con sus acreedores y las obligaciones con el pueblo, para garantizar que se mantengan los servicios esenciales.

La cantidad impagada se traduce en un porcentaje de los cerca de 73 000 millones de dólares que adeudan en conjunto las corporaciones públicas de la isla. En tanto, las consecuencias del impago de 94 millones de dólares que venció este lunes y que corresponde a una emisión de bonos de la Corporación para el Financiamiento Público (PFC, por sus siglas en inglés), son todavía una incógnita para los puertorriqueños.

Para el doctor Jorge Casals, vicerrector del Instituto Superior de Relaciones Internacionales, el problema es que esta situación responde a una crisis que no es de Puerto Rico, como ayer no fue de Grecia, ni de España… es el resultado del funcionamiento del propio sistema.

Lo primero que marca su atención, aseveró, es que esto lo conceptualizó Fidel en el 79, cuando definió que la crisis del capitalismo no es coyuntural, sino que es un síntoma de desequilibrio que está en su propia naturaleza. El propio Comandante en Jefe alegó que el sistema actual es insostenible, porque se sustenta sobre leyes destructivas.

Lo que estamos viendo, aseguró Casals, es la crisis del sistema en el que Puerto Rico está inmerso. “Desde los años 70, cuando se implantan las políticas neoliberales, el mundo ha ido viviendo una sucesión de crisis. No somos muy parcos si hablamos de las crisis del Tequila, de los Tigres Asiáticos, del Vodka, del tango… Y en la misma medida en que el capitalismo ha ido abordando esas crisis que fueron coyunturales o cíclicas, han venido otras sucesiones. Ese es el gran problema, que no es una crisis de Puerto Rico, sino una crisis del capitalismo operando a escala global”.

En opinión de Juana Carrasco, jefa de la página de Internacionales del periódico Juventud Rebelde, la situación se agrava por la condición especial de 117 años de colonia que tiene Puerto Rico de Estados Unidos. “Tiene toda la carga de un país sometido. Además, a partir de los años ha ido perdiendo su población, que ha ido emigrando a Estados Unidos, donde hoy viven 4,5 millones de puertorriqueños y esto genera una situación social que se ha agravado en los últimos años”.

Se hablaba, advirtió, del por ciento de desempleados, que es realmente alarmante. “Hoy rozan el 15 por ciento y hay quien, incluso, no busca trabajo, porque está amparado en el beneficio de asistencia alimentaria que EE.UU. mantiene desde hace muchísimos años con el 37 por ciento de los que viven en Puerto Rico, que al final lo que crea es un pueblo enajenado”, afirmó.

Desde la perspectiva de la experta, este pueblo se debate en que sea un Estado Libre Asociado o en que mantenga su posición nacional de resistencia y hacia la independencia de la isla, lo que a la larga podría solucionar sus problemas, porque ni la primera condición le permite acogerse a la ley de quiebras federal que rige en Estados Unidos.

La dependencia, precisó Juana Carrasco, genera inmovilismo e incapacidad de la isla para resolver sus conflictos, que son a la vez la sumatoria de esta propia dependencia.

En opinión del profesor Casals, se habla de deuda pública y no de privada porque el problema es que cuando los privados no pueden pagar sus deudas se convierten entonces públicas. Y el salvataje  sería que el Estado asumiera las pérdidas de los privados. En Estados Unidos, por ejemplo, la deuda total del 344 por ciento. Mientras su PIB es de 17 billones, ellos deben 61 billones, lo cual demuestra que se trata de un problema estructural.

Jorge Casals explicó que ha habido un proceso en el que la economía global se ha financiado y detrás de la deuda no hay riquezas. Además, esa deuda que está en manos de esas instituciones es creada de manera artificial por esos grandes grupos financieros, porque la deuda es un negocio de un sistema financiero internacional  fraudulento.

LA ESTRATEGIA DE LA DERECHA EN ECUADOR

El Gobierno ecuatoriano ha enfrentado hechos de violencia promovidos por la derecha contra las Leyes de Redistribución de la Riqueza (Ley de Herencias) y de Ganancias Extraordinarias (Plusvalía), pese a que el presidente Rafael Correa anunciara el retiro temporal de las normas y llamara al debate nacional.

La oposición ecuatoriana emprende acciones violentas que buscan derrocar al Gobierno constitucional, empleando como pretexto la reforma de la mencionada normativa, cuyo objetivo es profundizar la redistribución de la riqueza y la equidad social, y que solo afectará al dos por ciento de la población de la nación sudamericana, que son dueños del 90 por ciento de las empresas y del poder económico de Ecuador.

La directora del periódico Juventud Rebelde, Marina Menéndez, sostuvo en la Mesa Redonda de este lunes que todo esto responde a una estrategia para la democión de los gobiernos que no acepten la injerencia de Occidente, y se procura sin introducir la bota. “Consta de varios pasos: el ablandamiento, la deslegitimación, el calentamiento de calle y el empleo de distintas formas de lucha hasta llegar a la ruptura institucional. Buscan la democión, sin guerra y golpe de Estado no declarados”.

Este modelo de acción, mencionó, lo vimos empleado en Paraguay contra Fernando Lugo, cuya sustitución la presentaron como una democión constitucional, cuando era el resultado de una componenda, una estratagema.

En su intervención, añadió que se trata de manipular y levantar a las masas, y de cercenar la legitimidad del Ejecutivo. “En el caso de Ecuador, con este propósito, se han querido buscar como detonantes la Ley de Herencias y la de Ganancias. Han distorsionado los fines de redistribución social, cuando los sectores dentro de la oligarquía serían solo los afectados”.

Recientemente, dijo, se denunció que la derecha daba 30 dólares a las personas que asistieran a las marchas opositoras, y se dice que puede estar detrás de esto el alcalde de Guayaquil y el de Quito, y el banquero Guillermo Lazo.

“Esta oposición política fragmentada está detrás de todo esto, y a la larga lo que persigue es evitar la reforma constitucional que podría abrir la posibilidad de que Correa se pueda reelegir, cuando goza de un altísimo porciento de popularidad en su mandato”, comentó Marina Menéndez.

Para compensar la manipulación de los grandes medios de comunicación que han tratado de hacer ver que estas leyes iban en perjuicio de toda la población, no por gusto el gobierno de Ecuador, como en su momento lo hizo el líder venezolano Hugo Chávez, tiene su espacio de contacto con el pueblo, Enlace ciudadano.

La analista recordó que las leyes fueron pospuestas, no solo para dialogar sobre ellas, sino para ampliar el debate sobre el modelo de país que quieren construir los ecuatorianos. “Esto es importante para aunar las fuerzas, mantenerlas sólidas, y no solo para contrarrestar la campaña manipuladora”.

En el contexto internacional, el Foro de Sao Paulo se ha pronunciado en apoyo a Bolivia y a Ecuador, donde vemos amagos desestabilizadores. No está errado Maduro cuando habla de la componenda de la derecha internacional.

Para el doctor Jorge Casals, vicerrector del Instituto Superior de Relaciones Internacionales, el problema es que esta situación responde a una crisis que no es de Puerto Rico, es el resultado del funcionamiento del propio sistema.

En opinión de Juana Carrasco, jefa de la página de Internacionales del periódico Juventud Rebelde, la situación se agrava por la condición especial de 117 años de colonia que tiene Puerto Rico de Estados Unidos.

El Gobierno ecuatoriano ha enfrentado hechos de violencia promovidos por la derecha contra las Leyes de Redistribución de la Riqueza (Ley de Herencias) y de Ganancias Extraordinarias (Plusvalía).

La directora del periódico Juventud Rebelde, Marina Menéndez, sostuvo en la Mesa Redonda de este lunes que todo esto responde a una estrategia para la democión de los gobiernos que no acepten la injerencia de Occidente, y se procura sin introducir la bota.

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