Cuba, país de ciencia (+Fotos y Video)
Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda
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La proyección de futuro, el valor del conocimiento para la soberanía y la justicia social, el acceso masivo a la sabiduría y a la cultura, la confianza en las personas y en las potencialidades científicas, el concepto de la urgencia y de la consagración, y el papel de la ciencia en la economía… fueron algunos de los pilares sobre los que Fidel diseñó la política humana, original y propia de despliegue de la ciencia en Cuba.
Lo anterior lo precisó el Doctor Agustín Lage, , director del Centro de Ingeniería Molecular, en la Mesa Redonda de este jueves, en la que además, dijo, que estos conceptos de ese hombre de ilusiones insaciables que es el Comandante, no pertenecen al pasado, sino que son para el futuro. “Por ello las nuevas generaciones deben utilizarlas como punto de partida para la inserción de la ciencia en la economía globalizada y en la generación de una empresa estatal socialista eficiente”.
El Doctor Ismael Clark, presidente de la Academia de Ciencias de Cuba, recordó aquel discurso del 15 de enero de 1960, con motivo de la celebración del aniversario de la Sociedad Espeleológica de Cuba. “En aquella fecha temprana, el compañero Fidel estableció un viraje en la ciencia en Cuba. Porque su concepto de que este debía ser un país de hombres de ciencia no se quedó en palabras, sino que lo puso en práctica con una política de la Revolución”.
La actividad, argumentó, se institucionalizó y tuvo una profunda vocación social. “Lo cual concibió cuando todavía en este país había un millón de analfabetos. Pero sabía que una vez que se diera la Revolución cultural de la alfabetización, había que crearle oportunidades a la inteligencia”.
Aseguró que la conducción de Fidel en materia de ciencia se sostuvo en la confianza en la capacidad de los cubanos de hacer ciencia y que respondiera esta a los propósitos de la Revolución. “Se haría ciencia no por placer, sino para servir a los propósitos de desarrollo social del país”.
En opinión del Doctor Clark, la proyección del pensamiento de Fidel siempre apuntó a los principales conflictos de la humanidad, lo que revela su capacidad de anticipación. “Es un hombre que previó que una humanidad que se multiplica vertiginosamente, necesita dominar la técnica y los problemas que puede crear, como la contaminación del medio ambiente”.
A sus palabras, el Doctor Lage añadió que el programa de desarrollo científico de Cuba pensado por Fidel se puso al servicio de la justicia, pero no solo en los límites de nuestra geografía. Al tiempo que recordó que el despliegue científico-técnico a la altura de 1960 no estaba en la agenda de casi nadie.
“Estos son rasgos que demuestran que nuestro proceso no tienen copia de nadie, como tampoco lo tiene en su original doctrina militar, en las funciones del Partido en la sociedad, en su política exterior, en su modelo educacional…”.
Comentó que en 1990, Fidel dice que la independencia no es una bandera, no es cuestión de símbolos, depende del desarrollo, de la tecnología, de la ciencia y establece un vínculo con la soberanía nacional y la ciencia. Dice que deben ocupar el primer lugar en la economía nacional.
En este gran hombre, argumentó, hay una prédica coherente. “Porque no estamos hablando de un pensador que siembra ideas, sino de una ejecutoria. De un hombre que concibió el desarrollo de la biotecnología en este país cuando pocos hablaban de ella: la primera institución de su tipo se fundó en el 77 en Estados Unidos, y nosotros hicimos la primera nuestra en el 81”.
Hay, puntualizó el Doctor Agustín Lage, originalidad y coherencia en el nexo en lo que se piensa y lo que se hace. Por eso hay resultados notorios como el interferón, el enfrentamiento al dengue, la poliomielitis… todos momentos acompañados por Fidel.
La Doctora Ondina León, directora del Centro Nacional de Sanidad (Censa), sostuvo que este es un centro que él soñó. “Y hoy brindamos mucha formación de posgrado y estamos en forma para seguir materializando la idea que se planteó desde sus inicios: Cuba es un país agrícola y en el 69 necesitaba crear el capital humano para tener un diagnóstico rápido y preciso de alguna emergencia sanitaria que surgiera. Por ello surgió el Censa, con personas con rigor en su formación, los cuales provenían en su mayoría de la graduación de Medicina del 68”.
Abarcamos la sanidad vegetal y brindamos servicios especializados en enfermedades exóticas, precisó. “Y con nuestros resultados hemos demostrado la importancia de tener la tecnología disponible para esta actividad y la necesidad de tener la vinculación con la sociedad, con el campesino”.
La Doctora Ondina León puntualizó que este centro de investigación se encuentra en Mayabeque, porque en sus áreas adyacentes se encuentran enclavados otros centros de ciencia. “Allí hay todo un complejo docente, investigativo y productivo, que lo integran el Censa, el Inca y la Universidad Agraria de La Habana. Todos nosotros compartimos tecnologías, conocimientos y formamos capital humano…”.
Vía telefónica, el Doctor Fernando Martínez Heredia, director del Centro de Estudios Juan Marinello, ahondó en la singular preocupación de Fidel porque este fuera un país de hombres de pensamiento. “Y si algún día se sistematizan sus conceptos en esta área, encontraremos una riqueza extraordinaria que lo colocan entre los mayores hombres de la ciencia social”.
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