La ONU hay que acercarla a los pueblos
Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda
Fotos: Roberto Garaicoa
Fue de los más ovacionados en el segmento de alto nivel del 70 Período de Sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas, este 28 de septiembre de 2015. El aplauso cerrado alcanzó su nota más intensa en el momento final, pero el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, Raúl Castro, tuvo que detenerse en ocho ocasiones durante los poco más de quince minutos que duró su intervención en el foro de más alto nivel mundial.
No podía ser de otra manera. La postura justa de Cuba fue la misma que ha mantenido en el curso de los últimos 57 años. Y quien en algún momento sospechó que el 17 de diciembre iba a ser un parteaguas en asunto de principios, tuvo una respuesta contundente en la voz de su máximo representante:
“Es inaceptable la militarización del ciberespacio y el empleo encubierto e ilegal de las tecnologías de la información y las comunicaciones para agredir a otros Estados (…) Se niega a la humanidad el derecho a vivir en paz y su derecho al desarrollo. Es en la pobreza y la desigualdad donde deben buscarse las causas de los conflictos, generados por el colonialismo y el despojo de las poblaciones autóctonas, primero, y más tarde por el imperialismo y el reparto de esferas de influencia.
“(…) El cambio climático pone en peligro la existencia de la especie humana, y los Estados deben asumir responsabilidades comunes pero diferenciadas (…) La ONU ha de ser defendida del unilateralismo y profundamente reformada para democratizarla y acercarla a los pueblos (…) Podrá contar siempre la comunidad internacional con la sincera voz de Cuba frente a la injusticia, la desigualdad, el subdesarrollo, la discriminación y la manipulación; y por el establecimiento de un orden internacional más justo y equitativo, en cuyo centro se ubique, realmente, el ser humano, su dignidad y bienestar”.
Antes de esta comparecencia, ya Raúl había tenido una agenda en Nueva York que, al decir del analista Lázaro Barredo, ha sido intensa y fructífera. “En menos de cuatro días ha pronunciado tres discursos. El primero fue en la Cumbre especial para la agenda post-2015, después vino las diferencias de género y el empoderamiento de las mujeres, y el inicio del debate en la Asamblea General. Pero además de los discursos, ha tenido cantidad de entrevistas, ha sostenido encuentros y el establecimiento de relaciones diplomáticas con las islas Palau y Marshall”.
Sobre la visión de Cuba ante la Agenda de Desarrollo Posterior a 2015, destacó que Raúl hizo énfasis en que la inestabilidad en numerosas regiones tiene sus raíces en la situación de subdesarrollo en que viven dos tercios de la población mundial. Igualmente el mandatario cubano consideró que los avances, 15 años después de adoptados son insuficientes y desigualmente distribuidos, así como que se incrementan la brecha entre el Norte y el Sur y la polarización de la riqueza.
Raúl llamó a adoptar cuanto antes compromisos tangibles en materia de ayuda al desarrollo y a solucionar el problema de la deuda ya pagada varias veces. Destacó el apoyo mundial en el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, pero subrayó que persiste el bloqueo económico, comercial y financiero, el cual constituye el principal obstáculo para nuestro desarrollo, pese a lo cual el país cumplió los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
En tanto, destacó Barredo, de los 193 países que se comprometieron a reducir a un 50 por ciento la mortalidad infantil, solo 65 países podrán hacerlo antes de que termine el 2015. Como tampoco se cumplió el 0,7 por ciento de ayuda financiera a los países pequeños. Por ello, mencionó, si no hay recursos financieros será casi imposible que las naciones cumplan las nuevas 167 metas y los 17 objetivos trazados en esta ocasión.
Por ello, recordó Barredo, el Presidente cubano comenzó su intervención de este lunes diciendo que si bien hay que celebrar estos 70 años de la ONU, todavía no se ha hecho lo suficiente para lograr un desarrollo sostenible y alejar a las nuevas generaciones del flagelo de las guerras. Al tiempo que defendió la idea de que la ONU hay que democratizarla y acercarla a los pueblos, y darle una voz diferente. “El Consejo de Seguridad ha usurpado las decisiones que le compete a la Asamblea General. Hay cinco naciones que tienen solamente derecho al veto y que pueden decidir por encima de la humanidad”.
En alusión a la intervención del Presidente cubano en el segmento de alto nivel de la ONU, Juana Carrasco, jefa de la página de Internacionales de Juventud Rebelde, explicó que Cuba es y sigue siendo un puntal en la defensa de la unidad de Nuestra América, lo cual fue evidente en su llamado al respeto a la soberanía, a la independencia y al derecho inalienable de todo Estado a elegir su sistema político, económico, social y cultural, lo que constituye una condición esencial para asegurar la convivencia pacífica entre las naciones.
La experta hizo alusión a la determinación de Cuba a apoyar la República Bolivariana de Venezuela frente a los intentos de desestabilizar y subvertir el ordenamiento constitucional, y destruir la obra iniciada por el compañero Hugo Chávez Frías, así como a la República del Ecuador, a su Revolución Ciudadana y a su líder, Rafael Correa Delgado.
“Habló del derecho a la independencia de Puerto Rico, y su rechazo a ese estado de colonia que mantiene por más de cien años. Como también se solidarizó con las naciones del Caribe que solicitan justas reparaciones por los horrores de la esclavitud y la trata de esclavos; y con la República Argentina en su legítimo reclamo de soberanía sobre las islas Malvinas, Sandwich del Sur y Georgias del Sur.
“Al mismo tiempo, Raúl reiteró nuestro apoyo solidario a la presidenta Dilma Rousseff y al pueblo de Brasil en la defensa de sus importantes logros sociales, reafirmó nuestro rechazo a la intención de extender la presencia de la OTAN hasta las fronteras de Rusia y a la imposición de sanciones unilaterales e injustas contra esa nación; y demandó tratamiento diferenciado para África y apoyo al derecho de los palestinos a construir su propio Estado con capital en Jerusalén Este.
“El Presidente cubano recalcó que mientras persista el bloqueo, Cuba presentará su proyecto de resolución contra él ante la Asamblea General de la ONU; saludó el denominado acuerdo nuclear con la República Islámica de Irán y renovó la confianza en que el pueblo sirio es capaz de resolver por sí mismo sus diferencias y demandamos que cese la injerencia externa”.
Tampoco olvidó la necesidad de una solución justa y duradera al conflicto del Medio Oriente y las imágenes de las oleadas migratorias hacia Europa, que constituyen una consecuencia directa de las acciones de desestabilización que la OTAN promovió y ejecuta, y responsabilizó a la Unión Europea con la solución de la crisis humanitaria que ayudó a generar.
En opinión de Juana Carrasco, tenía que ser un punto sustancial la Celac y su proclamación como Zona de paz, con lo que ha quedado demostrado que, por encima de nuestras diferencias, podemos avanzar hacia la unidad y la consecución de objetivos comunes en el marco de nuestra diversidad.
Reinaldo Taladrid, por su parte, hizo mención a que el discurso de Raúl fue noticia en los medios antes de darse, lo cual habla de un clima diferente, como también fue elocuente el hecho de que la prensa reflejara la manifestación de solidaridad con nuestro país que tuvo lugar allí, cuando otro grupo intentó hacer un mitin al estilo miamense.
Ese ambiente de cambio, en su criterio, se manifiesta en el hecho de que el viernes se constituyó el Consejo de Negocios Cuba-Estados Unidos, de la Cámara de Comercio, en la cual generalmente están asociados los republicanos. “El suceso podría refrendar lo que unos dicen que una de las garantías de que este proceso no vaya marcha atrás dependerá de los hombres de negocios”.
Entre los buenos acontecimientos, refirió que Raúl se hubiera reunido con el ex presidente Bill Clinton; el gobernador y el alcalde de Nueva York, Andrew Cuomo y Bill de Blasio, respectivamente; el titular de la Cámara de Comercio de EE.UU., Tom Donohue, empresarios y congresistas, entre otros.
“Cuba tiene el reconocimiento que no había tenido. Ha habido acciones que son un acto de justicia histórica con la Revolución Cubana. Si se rectifica algo, bienvenido, y ojalá prevalezca este espíritu”, subrayó Taladrid.
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