Los años 50 en La Historia no contada de EE.UU.
Fotos: Roberto Garaicoa
Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda
Los años 50: Einsenhower, la bomba y el Tercer Mundo es el título del quinto capítulo de la serie documental La Historia no contada de EE.UU., que transmitió la Mesa Redonda este miércoles, y que tuvo como pórtico el análisis de contexto del periodista Reinaldo Taladrid y el Doctor Dagoberto Rodríguez.
En el material, Oliver Stone nos acerca a los años de la presidencia de Dwigh Eisenhower, recordados como pacíficos y prósperos, pero que en verdad fueron parte del período más tenso en la historia de EE.UU., ya que puso al mundo en un resbaladizo camino hacia la aniquilación nuclear, con la más colosal expansión militar hasta esa fecha.
Según el experto Dagoberto Rodríguez, bajo la tutela de ese gobierno se amasó la idea de tirar bombas atómicas en varios lugares, como parte de su estrategia en el escenario de la Guerra Fría. Por su puesto, la Unión Soviética estuvo entre las previsibles coordenadas para dejar caer uno de estos letales artefactos.
Otro de los hilos sinuosos que se movieron bajo el mandato de Eisenhower fue el establecimiento del miedo y la vigilancia del ciudadano norteamericano. “En la época del macartismo se establecieron regulaciones muy fuertes, aunque los medios tecnológicos no tuvieran el desarrollo de hoy para tales fines. Ahora está más vigilado y escuchado que antes, aunque no haya un Comité en función de esto. Está más solapada, pero existe la vigilancia”, sostuvo el académico.
Después de los hechos del 11 de septiembre, el gobierno de ese país aprovechó la circunstancia para revivir sus antiguas prácticas. Tal realidad, hizo argumentar a Rodríguez que lo vivido en los años 50 con el gobierno de Eisenhower no ha sido superado, sino suplantado por otros métodos de control.
“Contradictoriamente, dijo, el ciudadano norteamericano se cree más libre y sin fiscalización, sin embargo, es de los más vigilados. Wikileaks y otros medios alternativos evidencian estas violaciones”.
Como parte del debate, se detuvieron en el significado del XX Congreso del PCUS, un hecho muy interesante y que se visibilizó muy poco por Occidente. “Se ha hablado mucho de los excesos de Stalin, pero el acontecimiento del XX Congreso apenas se ha abordado, porque inició un proceso de reforma y de crítica a la figura de Stalin, y es un proceso que apenas se conoce en Estados Unidos. En ese XX Congreso del PCUS se denuncian todos los crímenes de Stalin durante su período de mandato, y fue justamente Nikita Jrushchov quien hizo la denuncia y esto impactó mucho a esa sociedad”.
Sobre la invasión soviética a Hungría, argumentó que esto formó parte de la necesidad de Stalin de conformar una zona de seguridad en las fronteras de la Unión Soviética. Como parte de esta concepción, no podían admitir que se desplegaran acontecimientos nacionales que pusieran en peligro la soberanía y la paz del campo socialista. Los sublevados y las tropas soviéticas tuvieron excesos.
Como contraste de la posición de la Unión Soviética, el Doctor Dagoberto Rodríguez refirió que nuestro país ha ayudado a muchos países del tercer mundo y no hemos sacado provecho de esa colaboración, ha sido por solidaridad. “Pero en el caso soviético, siempre había segundas intenciones cuando ayudaba a alguien”.
También sostuvo que la paranoia soviética igualmente sostuvo la postura de Einsenhower de cara a los gobiernos progresistas. “Así se rehusó a ayudar a Ho Chi Minh y a Patricio Lumumba. En la década de los 50 de la Guerra Fría, o estabas con el bloque norteamericano o con la Unión Soviética”.
Estados Unidos, aunque les hubiera dado ayuda durante la II Guerra Mundial, no lo iba a ser en lo adelante. “La concepción de Einsenhower era que podían caer como fichas de dominó los países del este asiático y se convertirían en comunistas, por ello no apoyaría a ningún gobierno progresista”.
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