Venezuela: la Revolución se examina (+ Fotos y video)
Fotos: Roberto Garaicoa
Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda
De 167 asientos en disputa, la oposición ganó 99 y el chavismo 46. Y aunque quedaban 22 escaños de la Asamblea Nacional por ser definidos, esa mayoría le asegura a la llamada Mesa de la Unidad Democrática (MUD) los curules que ellos querían para desmontar el proyecto revolucionario venezolano.
Esta derrota, al decir del presidente Nicolás Maduro, es circunstancial y será interpretada por el chavismo como un revés que es parte normal del proceso de búsqueda de la justicia social.
La pregunta que se hace todo el mundo es qué pasó. A lo que el analista Jorge Legañoa llamó la concreción de la tormenta perfecta que había gestado la derecha, y en la que la guerra económica hizo su agosto. “Pero también está el tema fronterizo: no se puede olvidar que hay cinco millones de colombianos cedulados y que tienen el derecho al voto, como la situación con Guyana igualmente gravitó sobre la gestión del gobierno”.
A todo esto, precisó, se suman el tema de la inseguridad y la violencia, mientras el desabastecimiento es el centro de todas las reacciones o abstinencias. “Esa realidad ha lastrado la vida del venezolano”.
Dijo que en 2013, cuando llega Maduro a la presidencia después del fallecimiento de Chávez, se encuentra un panorama de violencia, luego la guarimbas… Todo ello ha imposibilitado que pueda gobernar.
El también subdirector de la Agencia Cubana de Noticias mencionó que los márgenes de participación aumentaron. “Un 74 por ciento de votantes fueron a las urnas, lo cual hasta para unas presidenciales es un número estrella. Y hay quien habla de voto castigo, fundamentalmente por la gestión de gobierno”.
En su intervención precisó que han sido 20 elecciones en 17 años, lo cual ha propiciado además un desgaste constante. Sin olvidar que solo dos derrotas ha sufrido el chavismo.
En su criterio, se impone saltar hacia delante “con un proceso de rectificación del chavismo. Chávez fue el primero que habló de la rectificación. Toda revolución rectifica sus programas en el camino. Pero la economía venezolana no ha dejado de tener un modelo capitalista y rentista, que ha transformado algunas estructuras pero con bases rentistas. Ese es uno de los problemas.
“Se ha hablado de la radicalización, pero esta no ha sido posible. Qué ha pasado con la contrarrevolución: ellos están allí y han hecho la guerra, que ha terminado en esta elección. El chavismo, en tanto, tiene un núcleo de unos 3 o 4 millones. Se esperó que fueran 10 millones y eso no se logró. Hacia el interior tiene que haber un proceso de crítica con ánimo de intervenir la sociedad.
“El 8 de diciembre de 2013 fueron las elecciones de alcaldía y muy pocas personas daban como ganador absoluto al chavismo dentro de las alcaldías. Quince días antes hubo una jugada perfecta, que fue intervenir los mercados que estaban secuestrándole los productos al pueblo, y cambió la situación”.
Para Legañoa, la campaña de la oposición se basó en el descrédito del ente electoral. “Mientras el chavismo dijo todo el tiempo que iba a reconocer los resultados. Maduro llamó a todo su pueblo a reconocer en paz estos resultados y a replantearse muchos aspectos de las políticas de la Revolución, para perfeccionarlas, para hacerlas más efectivas. Tiene que venir una nueva etapa”.
Argumentó que aunque ha triunfado la guerra económica que viró las corrientes políticas, la Revolución chavista no ha sido derrotada. Maduro sigue siendo el presidente de Venezuela.
No obstante, la oposición domina prácticamente las dos terceras partes, y concentra un gran porciento del poder legislativo, con el cual podrían proponer una ley de amnistía para sacar a Leopoldo López de la cárcel. También van a elegir presidente y vicepresidente nuevos de la Asamblea Nacional. Como se especula que procurarán una ley de producción nacional y de primer empleo bajo los códigos neoliberales. También podrían venir acusaciones contra los dirigentes chavistas.
Las contradicciones se apreciarían en la votación del presupuesto y también pueden impugnar a los ministros que Maduro designe. “Igualmente, esa misma Asamblea puede derogar las leyes habilitantes.
“Todo esto avizora que o hay diálogo o el nivel de confrontación va a ser muy violento. Si con el mandato chavista hubo de todo, pueden venir momentos de mucha tensión con viejos camajanes como Henry Ramos Allup, Julio Borges y Freddy Guevara”.
LAS SOMBRAS DE MACRI
En Argentina, como no pocos vaticinaron, las cosas no pintan mejor. Macri aún no ha llegado a la Casa Rosada y ya increpó groseramente a la presidenta saliente Cristina Fernández para obligarla a aceptar el traspaso como él exige, quizá para evitarse ser abucheado frente a un parlamento de mayoría kirchnerista.
En una larga nota en su página de Internet —y difundida por las redes sociales— la jefa de Estado recalca que no piensa seguir tolerando en silencio, como hasta ahora, el maltrato personal y público que viene dispensando Macri.
Cristina Fernández dijo que Macri, alterado sin permitirle siquiera hablar, le dijo que era su ceremonia, y que si no lo hacía como él decía, la Corte Suprema de Justicia de La Nación le iba a entregar los atributos, porque ya habían consultado. Era tanto el exabrupto que ella tuvo que recordarle que él era un hombre y hablaba con una mujer.
Para Sergio Alejandro Gómez este retrato psicológico es coherente con el hombre que todavía no ha dado detalles de su proyecto de gobierno. “Solo se ha filtrado que rebajará sueldos o aumentará la tasa de cambio, y ello ya está impactando la vida de los ciudadanos.
“Con esta presunción, los del mercado han apostado por una operación simple: si creo que esta tasa vale 10 pesos, pero se filtra que la moneda se va a devaluar, la pongo a 20 pesos, para compensar la pérdida de la devaluación.
“Su Ministro de Finanzas ha dicho que se va a devaluar la moneda. Y hay dos tipos de cambio, uno para subvencionar ciertos consumos y otro para bienes que no son de primera necesidad. Pero si hace un corte de ese sistema va a impactar los precios”.
Hasta el momento, dijo, se habían aplicado políticas que no significaban acabar con las bases del capitalismo en Argentina, pero que sí beneficiaban a las personas. “Y él ha dicho que va a acabar con esto, y que quiere satisfacer al agroexportador”.
Consideró que la economía argentina hay que ajustarla, pero como Macri cree, con la reducción de los consumos, los impactos no serán los mejores. “Ahorita lo escuchamos justificándose con que esto fue lo que heredó, pero lo que hará es parte de su visión del mundo, y su visión es neoliberal”.
En tanto, la visión de 2003 de los Kirchners, cuando Fernando de la Rúa se fue huyendo en un helicóptero y dejó el país en bancarrota, fue que había que empoderar a los trabajadores, con acceso a bienes de consumo que aumentaran la productividad de las empresas de producción nacional.
No obstante, aseguró el Jefe de la página de Internacionales del periódico Granma, la excusa de lo que yo heredé es un elemento muy limitado en el tiempo. “Tendrá una gran resistencia popular, porque el peronismo, corriente dentro de la cual se inserta el kirchnerismo, tiene casi el 50 por ciento de los votos. Y está la agrupación juvenil que dirige el hijo de Cristina, que estoy convencido de que no van a aceptar esa posición”.
Además, Cristina es una presidencia con un capital político muy alto. Se va con una popularidad sólida, con una historia que la respalda, y él no quiere que en el día de su fiesta se le ponga a competir con ella, por eso hace resistencia a que se le otorgue su condición de presidente delante del Parlamento.
En su criterio, hay que tener cuidado con transpolar los escenarios a otros países de América Latina. “Cada experiencia tiene su propia lógica y su propia historia. No es lo mismo lo que sucedió en 2001 que lo que vive Ecuador y Bolivia hoy. Hay cifras, como Bolivia, que muestra uno de los crecimientos más altos, como igual le ocurre a Ecuador, a pesar de que enfrenta el problema del petróleo.
“América Latina en el 98, con Chávez, con Lula, con Daniel, con Correa, con Mujica… inicia una serie de cambios dentro del sistema, que es una democracia liberal burguesa. Pero lo que hoy vemos es el resultado de que no se han transformado las bases productivas, y han reciclado y le han hecho un trabajo sucio a la derecha. La derecha nunca se rindió y no va a negar su visión del mundo. Quién asume las riendas de Argentina en 2001, solo un Kirchner, y entonces la derecha se agazapó y ahora emerge, pero a pesar de todo, tuvo un influjo y un rescate de ese sistema, al punto de que uno piensa que le dejan servida en bandeja el regreso. Tiene que hacer transformaciones de fondo o los gobiernos progresistas pasarán como una socialdemocracia.
“Cada experiencia es distinta y tiene puntos diferentes, porque no son lo mismo, pero la pregunta es si es posible llevar una transformación social profunda dentro del sistema, y si la respuesta es no, hay que repensar las fórmulas. Todavía no se ha repartido la riqueza acumulada de hace 200 años. Los procesos de cambio en América Latina no han tocado eso.
“Estamos en un ciclo económico donde no ha habrá mucho dinero, y habrá que redistribuir, y esa derecha saldrá a hacer lo que está haciendo en Argentina y en Brasil. Si al PT se le ocurre tocar esa riqueza acumulada, ellos van a reaccionar con maneras insospechadas. A todo esto se suma que a nivel de conciencia hay problemas”.
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