Muros de contención contra la droga (+ Fotos y Video)
Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda
Fotos: Roberto Garaycoa
En 2015 se incautaron de manera general en Cuba 1 266 kilogramos de drogas y se pusieron a disposición de la justicia a 1 363 personas, de ellas 44 extranjeras, que fueron sancionadas de acuerdo con la política jurídica penal aprobada en el país.
El muro de contención a este flagelo no solo descansa en la labor paciente de las Tropas Guardafronteras, ubicadas en angostos parajes, sino también en aquellas fuerzas situadas en las aduanas de nuestros aeropuertos y en la Zona Especial de Desarrollo de Mariel, entre otros puertos.
Según explicó en la Mesa Redonda de este martes, el jefe de la Dirección Antidrogas del Ministerio del Interior (Minint), coronel Juan Carlos Poey, día a día se le cierran las brechas al traslado de sustancias narcóticas, en un escenario geográfico —en el que se inserta nuestra Isla— cada vez más marcado por el tráfico y consumo de estupefacientes.
“Cuba jamás será tomada como vía de tránsito de drogas y mucho menos para que narcotraficantes se instalen aquí. Nuestras fuerzas nunca permitirán que el territorio cubano sea tomado como tránsito o almacén de estupefacientes”, sostuvo Poey.
El Jefe de la Dirección Antidrogas del Minint señaló que la tarea principal para los órganos de este Ministerio es evitar que la droga impacte en la estructura del país, que surjan organizaciones criminales internas y que similares internacionales se instalen en nuestro escenario de convivencia.
Para evitarlo, subrayó, hay que mantener una posición de rechazo a las sustancias ilícitas en la población, bajo la política de que solo podrán penetrar en nuestra Isla a sangre y fuego, tal y como lo indicó el General de Ejército Raúl Castro Ruz en septiembre de 2002.
Hizo énfasis, durante su intervención, en que gracias al trabajo de nuestras fuerzas antidrogas se logró evitar que un por ciento importante de esas sustancias lleguen al traficante y mucho más, que sea consumida por nuestros jóvenes.
Comentó que el país no está ajeno a esta problemática y tendencia. “Se mantiene el trasiego desde los países del sur, principales productores de cocaína, hacia el norte, donde se concentran los principales consumidores, y un gran por ciento de este tráfico lo ejecutan por mar, en lanchas rápidas.
“A partir de las acciones de los servicios antidrogas, ellos bombardean y tiran al mar los paquetes, y por el flujo de las corrientes marinas no pocos recalos llegan a nuestras costas con cocaína, marihuana o heroína. De hecho, el 72 por ciento de lo incautado en 2015 fue por esta vía”.
Desde 1999, el sistema ministerial de enfrentamiento, con la operación Aché contra las lanchas que entran ilegalmente en nuestras aguas jurisdiccionales, ha permitido mantener fuera de nuestras áreas estos alijos con sustancias nocivas.
Puntualizó que el destacamento Mirando al mar, con integración mayoritaria de jóvenes, ha incautado varios recalos. Y además de la frontera marítima, se quiso burlar la entrada a través de los contenedores que ingresan al país en régimen de exportación o importación. “Recientemente en Panamá se trató de acusar a Cuba de participar en una maniobra de tráfico, y ninguna de estas operaciones han sido de origen ni han tenido como destino a Cuba”.
También, alegó, se ha demostrado que existen cubanos en el exterior con el deseo de poner esas sustancias en nuestro país. “Unos 25 individuos, incluido el organizador, fueron detenidos por el tráfico ilegal de estupefacientes en 2015”. Además, fueron frustradas un total de 59 operaciones de este tipo, con 33 nacionales y otros de 30 países distintos, lo que evidencia la complejidad de este problema.
El coronel Juan Carlos Poey informó que se fortalece la capacidad de detección con nuevos medios técnicos en los aeropuertos y en todos los puntos de la frontera en general para detectar cualquier indicio. Igualmente el Minint y la Aduana han mantenido contacto con los servicios homólogos, lo que ha posibilitado traer a dos traficantes cubanos radicados en el exterior: a uno se le impuso una pena de 20 años de privación de libertad y el otro está a la espera del juicio.
También se emplean como modos operandi el cultivo de la marihuana y el consumo de medicamentos, sustraídos del proceso de dispensación. “En el caso del cultivo, afirmó, se lograron operar 178 casos, 30 más que en 2014, y esto nos obliga a perfeccionar con el Ministerio de la Agricultura el proceso de chequeo del cultivo de la tierra”.
Sobre el consumo ilícito, manifestó que no tiene un gran impacto. “El año pasado se detectaron unos 578 casos, en los que se involucraron unas 686 personas”.
ATENCIÓN INTERSECTORIAL
Pero las barreras a este flagelo se extienden también a espacios como las escuelas cubanas, el sistema nacional de Salud Pública y las instituciones de justicia, porque Cuba defiende la atención integral a este fenómeno con una Comisión intersectorial creada desde 1989.
El doctor Alfredo González, viceministro del Ministerio de Salud Pública, informó el origen del consumo de drogas desde el hombre primitivo, lo que a lo largo de la historia ha demostrado efectos catastróficos sobre la conciencia, personalidad y comportamiento del hombre en las sociedades. Explicó que ocasiona trastornos fisiológicos y psicológicos, deteriora y debilita la voluntad y las relaciones personales, y baja del rendimiento en el trabajo o en el estudio, además de sus consecuencias sociales y económicas.
En el concepto más amplio, dijo, droga es también medicamento, aunque propiamente se le identifica con aquellas sustancias que tienen efecto psicoactivo y cuyo consumo produce adicción o dependencia, al tiempo que señaló como las drogas legales más representativas al té, al café, pero también al tabaco —unos 5 millones de personas pierden la vida en el mundo por su consumo— y al alcohol, cuyo consumo produce una gran cantidad de enfermedades mortíferas para el hombre.
Las drogas no solamente tienen consecuencias negativas para quienes las usan, también se ven afectadas las personas que rodean al drogadicto, especialmente las de su entorno más cercano, como familiares y amigos.
Se detuvo en las drogas con prescripción médica, como los narcóticos, medicamentos sedantes, o de efectos similares, que pueden consumirse solas o con alcohol y que pueden llevar a la muerte de la persona.
González Lorenzo destacó las acciones sistemáticas realizadas para supervisar el control de los medicamentos en la red de farmacias, pues en muchos casos se han aprovechado ciertas brechas en el servicio para el desvío de algunos psicofármacos.
Pero entre lo principal, apuntó, está trabajar en la recuperación de las personas, es por eso que nuestro sistema de salud siempre estará dispuesto a prestar ayuda a los enfermos, para que logren recuperarse e insertarse nuevamente a la sociedad, precisó.
En Cuba, destacó, se trabaja de manera continua en el cumplimiento del Programa de Prevención y Enfrentamiento de Drogas, con la participación intersectorial que garantiza el trabajo coordinado en todas las instancias, el cual se despliega desde la pesquisa a nivel comunitario hasta la atención terciaria de salud en diferentes centros de tratamiento y rehabilitación mediante la atención ambulatoria o de ingreso.
También ponderó, como parte de este sistema de atención, a la Línea Confidencial Antidrogas que funciona durante las 24 horas, a través del 103, para ayudar a todo el que solicite sus servicios de información y orientación.
LA ESCUELA NO ESTÁ AL MARGEN
La escuela cubana no está al margen de que el combate a las drogas constituye hoy un tema que genera preocupación. La ministra del ramo, Ana Elsa Velázquez, resaltó que la escuela es el espacio ideal para potenciar los factores protectores en detrimento de los de riesgos, a partir del concepto de que la labor de los educadores va encaminada a prevenir que estos hechos ocurran y evitar que los estudiantes lleguen a consumir drogas.
Mencionó acciones que se siguen para prevenir el consumo del alcohol, el tabaco y otras drogas a partir del rechazo consciente de adolescentes y jóvenes en las instituciones del sector o fuera de ellas, en las cuales tienen incidencia estudiantes.
Se detuvo en el valor de que los estudiantes conozcan los efectos y consecuencias nocivas de las drogas a la salud, para lo cual se precisa de que el maestro domine este tema y se encuentre preparado para propiciar un clima favorable para el intercambio de información, responda a sus interrogantes y los oriente, y sobre todo, tenga la capacidad para detectar en ellos conductas no habituales que revelen un consumo de drogas.
Como estrategia pedagógica, comentó que los maestros pueden utilizar diferentes asignaturas para incorporar el debate en torno al tema y también favorecer el análisis en los turnos de reflexión y debate, en las lecturas en la biblioteca y en otros espacios extracurriculares.
La Ministra admitió que en algunos centros educacionales se ha detectado el consumo de psicofármacos, fundamentalmente, a los que los estudiantes tienen acceso en sus propias casas, pues en algunos casos, son prescritos para el tratamiento de algún familiar. La provincia donde ha ocurrido una mayor cantidad de incidentes es La Habana, y en municipios como 10 de Octubre, Arroyo Naranjo y Boyeros, se han dando estos sucesos con el consumo de sicofármacos (nitrazepan y la carbamacepina) y hay unos pocos casos de consumo de marihuana. También en Camagüey, Holguín, Villa Clara, Ciego de Ávila, Santiago de Cuba y Matanzas se han reportado hechos de este tipo.
Precisó que han podido comprobar que las familias de los estudiantes que tienen un nivel socioeconómico entre medio y alto, y poco control de los hijos, han sido las más vulnerables a estos sucesos lamentables.
Por ello insistió en el valor del trabajo junto a la familia, por lo que incorporaron el tema en las Escuelas de Educación Familiar e insisten en que hablarlo no implica la incitación al consumo sino, todo lo contrario, alertar sobre sus peligros.
La Ministra de Educación hizo referencia a que el acceso de los estudiantes a teleseries y otros productos audiovisuales que abordan el consumo de las drogas sin que medie una orientación adecuada también los pone en una situación de vulnerabilidad.
“La empresa Cinesoft, adscrita al Mined , diseña productos audiovisuales con carácter educativo que muestran las consecuencias negativas del consumo de drogas, en los que se puede encontrar el proyecto Luces para la vida, y aunque no podemos evitar que los muchachos accedan a otras propuestas televisivas, sí debemos incidir en su educación para que sepan discernir lo positivo y lo negativo de lo que ven”.
LA JUVENTUD SE UNE A LA PREVENCIÓN
Yuniasky Crespo Baquero, miembro del Comité Central y secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas, se refirió a la labor de prevención que realiza su organización y las estudiantiles en el enfrentamiento al consumo de drogas, con el objetivo de crear una cultura de rechazo en los niños y adolescentes en todos los escenarios contra el tráfico y el consumo de drogas.
La dirigente juvenil insistió en que esas conductas adictivas son contrarias a los valores éticos y morales que se defienden en nuestra sociedad, y que se evidencia, a partir de estudios que ha realizado el Centro de Estudios sobre la Juventud, que cada vez a edades más tempranas los adolescentes se inician en el consumo de alcohol, tabaco y otras drogas.
Reconoció al trabajo con la familia como uno de los pilares de las acciones que desarrollan, pues en las encuestas efectuadas salta a la luz que es en el seno familiar donde se ofrece, por lo general, el primer trago, o se ve al fumador, y luego se reproduce lo aprendido en fiestas y otros espacios de recreación. Alcohol y tabaco son drogas porteras que acercan al consumidor a otras sustancias más nocivas, y la familia debe tenerlo claro para evitar que sus miembros jóvenes un día estén poniendo en peligro su salud.
Yuniasky Baquero subrayó que la Unión de Jóvenes Comunistas, consciente de los hechos que se han dado de cultivo de marihuana en el país, lo cual es penalizado, le presta especial atención a los jóvenes del sector campesino, acogidos o no al Decreto-Ley 300, para que estén bien informados sobre estos sucesos y no incurran en estos delitos.
También ponderó la inyección de jóvenes que han recibido los Destacamentos Mirando al Mar, lo cual constituye un elemento imprescindible para la garantía del relevo de esas fuerzas que hoy realizan el enfrentamiento en esas zonas de difícil acceso.
RESPONSABILIDAD COMÚN
María Esther Reus, ministra de Justicia y presidenta de la Comisión Nacional de Drogas, al intervenir en el programa Mesa Redonda, comentó que el flagelo de las drogas se extiende a todas las regiones geográficas y genera violencia, diversas conductas criminales, la exclusión social y además, delicadas situaciones sanitarias.
“Este problema no se solucionará ni con la militarización de los pueblos, ni con la legalización del consumo, solo se logrará con la aplicación coherente del principio de responsabilidad común y compartida, una voluntad política de los estados para su enfrentamiento, unido a un orden jurídico coherente y racional”.
Apuntó que aunque la producción y el tráfico de drogas no constituyen problemas significativos en nuestra sociedad, en comparación con otras, sí es motivo de preocupación evitar a toda costa que proliferen estos hechos, ante los cuales se aplican sanciones severas en Cuba.
Aportó que la Comisión Nacional de Drogas, creada en 1989, atempera sus acciones al contexto actual y estimula la participación intersectorial en todos los territorios. Coordina, además, el programa nacional integral para el enfrentamiento, con una interrelación de disciplinas que permite hacer evaluaciones, abarcadoras, y conducir las políticas en dependencia de las necesidades.
La Ministra de Justicia informó que se elaboran sistemáticamente planes sectoriales y territoriales de prevención, los cuales se conciben con una mirada integral con acciones que involucran a la comunidad y a la familia.
Reconoció, igualmente, la voluntad política, que está presente no solo en las estrategias, sino en el aseguramiento de los recursos para evitar que este problema se convierta en un peligro para la seguridad nacional.
En su intervención, ponderó que más allá de las acciones de tipo legal que se realicen, “la prioridad está en la prevención, solo con esa cultura del rechazo es que vamos a lograr que nuestros propios ciudadanos se nieguen al consumo”.
Destacó que el objetivo general es preparar a nuestra población para evitar el uso indebido de drogas. A partir de este principio se conjuga el enfrentamiento y una conducta persuasiva, que persigue la premisa del desarrollo integral del individuo en una formación sana, con hábitos de vida adecuados.
María Esther Reus compartió que Cuba es signataria de los tres Convenios Internacionales y mantiene acuerdos y relaciones de información operacional con muchos países. “Tenemos la posibilidad de aportar nuestras experiencias y nuestros resultados positivos, que se basan en el trabajo del hombre, de nuestros especialistas y profesionales en la prevención”.
Detalló que los resultados satisfactorios que puede mostrar Cuba en la prevención del consumo de drogas y su enfrentamiento, así como en la atención y rehabilitación de las personas adictas, deben mantenerse y garantizar así que el país, aun en la ubicación geográfica en que se encuentra, no forme parte del trágico mapa de estos hechos.
Las herramientas que habló la Ministra y hoy la Viceministra: Como luces para la vida.
¿Por qué no se encuentran en todas las escuelas? Tengo una hermana que realizó un trabajo sobre el tema, está en la secundaria. ¿Por qué ese trabajo quedó estancado en el municipio diendo un trabajo relevante?