El tabaco produce más de 50 enfermedades, y de ellas 17 cancerígenas.

Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda

Fotos: Roberto Garaycoa

Los números son alarmantes: 36 cubanos fallecen cada día por tabaquismo, lo que significan más de 13 mil muertes cada año. El deterioro, visto así, quedaría simplificado a la frialdad de las cifras. Sin embargo, tras ellas está la inmensa tragedia que viven las familias que no recuperarán a su ser querido.

Para el doctor Orlando Landrove, en Cuba se ha avanzado en el enfrentamiento y control de esta enfermedad,  pero no lo suficiente. “Es un tema recurrente que no deja de ser importante, porque además, el tabaquismo constituye un factor de riesgo de otras enfermedades. Más de 6 millones de personas mueren en el mundo por estar asociadas al hábito de fumar, y más de un 10 por ciento son fumadores pasivos.

“Esta epidemia en nuestro país, aunque ha disminuido, no deja de impactar negativamente. No se puede olvidar que el tabaco produce más de 50 enfermedades, y de ellas 17 cancerígenas”.

La doctora Patricia Varona aseguró en la Mesa Redonda de este lunes que hay que hablar de los daños, pero también hay que hablar de los beneficios que reporta no iniciarse y dejar de fumar. “Nosotros hemos avanzado en la vigilancia, como componente importante de los programas y estrategias sanitarias, y por esta razón es que se tiene bien clara cuál es la distribución de esta epidemia por grupos, color de la piel…

“En los 70 ya se conocía la prevalencia, pero no fue hasta el 95 que contamos con datos que pueden ser comparados con otros países y con instrumentos que están estandarizados”.

Compartió que a partir de este seguimiento se puede demostrar que la prevalencia de tabaquismo muestra una línea de tendencia hacia el decrecimiento, hasta un 24 por ciento. Es decir, hoy 1 de cada 4 cubanos de 15 años y más fuma en la población. Cuba ocupa en América Latina el quinto lugar en este indicador, precedido por Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay.

En 2011, dijo, aplicamos la última encuesta, y tenemos la percepción de que hay incremento en la frecuencia de fumadores, mientras las cifras de prevalencia disminuyen por el incremento de la cesación.

La estrategia, aseguró, tiene que ser multifactorial para enfrentar este problema de salud, “porque tenemos que regular, normar y hacer cumplir, a la vez que hay que restringir. Sin la combinación de estos componentes no se logra el éxito”.

La doctora Elba Lorenzo fue enfática al comentar que el tabaquismo constituye un problema de salud pública que genera costos a nivel de familia y para la sociedad. “Por ello es una fortaleza que tengamos un programa de prevención y control del tabaquismo, a partir del cual se conciben objetivos específicos como la reducción de la prevalencia y de la iniciación antes de los 20 años, así como la reducción del consumo per cápita e incrementar la cesación tabáquica”.

Sin embargo, anotó, no contamos con un soporte legal único que le otorgue una mayor fuerza a las medidas establecidas en el programa. “Sí hay regulaciones a nivel de organismos de la administración central del Estado, pero si estas se cumplieran con más fuerza el entorno sería más favorable. Además, los países que más han avanzado en la creación de ambientes libres de humo son los que tienen leyes”.

Aseguró que nosotros somos permisivos frente a este problema, aunque los inspectores estatales integrales, los inspectores sanitarios y la administración de los organismos tengan la obligación de hacer cumplir lo establecido al respecto.

La doctora Patricia Varona coincidió con que esta enfermedad tiene un impacto sanitario muy grande y otras secuelas que ni percibimos como la pérdida de productividad, y apenas se vincula a los costos que tienen los incendios forestales, que tienen entre sus principales causas las negligencias vinculadas al acto de fumar. “Además, solo si uno piensa en el costo de una vida humana es imposible que se dejen de sacar cuentas en este sentido”.

El doctor Orlando Landrove argumentó que el Lineamiento 159 hace referencia a la promoción de salud, y que en unos 23 sectores se proponen las políticas públicas relacionadas con el tabaquismo. “Nuestro objetivo mayor es lograr un entorno saludable libre del humo del cigarro”.

Para el doctor Orlando Landrove, en Cuba se ha avanzado en el enfrentamiento y control de esta enfermedad, pero no lo suficiente.

Más de 6 millones de personas mueren en el mundo por estar asociadas al hábito de fumar, y más de un 10 por ciento son fumadores pasivos.

La doctora Elba Lorenzo fue enfática al comentar que el tabaquismo constituye un problema de salud pública que genera costos a nivel de familia y para la sociedad.

La doctora Patricia Varona aseguró en la Mesa Redonda de este lunes que hay que hablar de los daños, pero también hay que hablar de los beneficios que reporta no iniciarse y dejar de fumar.