Fidel es tan simbólico que precisamente falle el mismo día que 60 años antes había emprendido el camino la expedición del Granma.

Por: Manuel Alejandro Hernández

Fotos: Roberto Garaicoa

El espacio televisivo de la Mesa Redonda del Lunes, 28 de noviembre de 2016 estuvo dedicado a Fidel Castro Ruz, su impronta, la repercusión que sigue teniendo su fallecimiento y su sobrevida, justo el día en que todos los compatriotas le rinden tributo al líder de la Revolución cubana.

Para recordarlo fueron invitados a compartir en el programa el teólogo e intelectual brasileño Frei Betto, quien compartió más de 30 años de su vida con Fidel; Alberto Prieto Roque, historiador, investigador y profesor titular de la Universidad de La Habana, Presidente del Tribunal del doctorado de Ciencias Políticas en nuestro país; Bárbara Betancourt, Periodista del Sistema Informativo de la Televisión Cubana. Y para el recorrido digital sobre la repercusión en la prensa extranjera de este hecho, estuvo presente Aixa Hevia, Vicepresidenta de la Unión de Periodistas de Cuba.

De Fidel se podría decir algo así como lo que José Martí de Cecilio Acosta: “los que lo vieron en vida le veneran, los que asistieron a su muerte se estremecen. Su Patria, com su hija, debe estar sin consuelo. Grande ha sido la partida de los extraños. Grande ha de ser la suya. Y cuando él alzo el vuelo, tenía limpias las alas”.

Su fallecimiento fue una noticia que estremeció al mundo. Hasta sus adversarios le rinde tributo, más allá de algunos pequeños inmaduros, faltos de sentido, y falta de cerebro también que han salido en algunas pocas calles a festejar, dijo Randy Alonso Falcón, conductor y director de este espacio televisivo.

Millones de personas están en todo el mundo expresando su cariño, porque se ha ido un grande. Si hay una persona que puede ofrecer una dimensión de Fidel Castro más cercana a su figura es Frei Betto, quien en el momento del hecho estaba en un retiro.

Sobre cómo se enteró de la noticia, en qué estaba pensando antes de conocerla y qué le cambió en el pensamiento después de conocerla, Frei Betto hizo algunas declaraciones. Comenzó su intervención enviando “un abrazo de resurrección al Comandante Fidel Castro, a sus hijos, a su familia y a todo el pueblo de Cuba, que ha merecido la gracia de tener a este hombre”.

“Estaba en una zona donde no había acceso a Internet. La primera vez pensé que más de una vez el enemigo había pronunciado la muerte de Fidel. Después se confirmó la trans-dimensión, es decir, pasó a otra dimensión de la vida en la cual cree la Fe Cristiana. Al principio quedé muy consternado”.

Cada vez que venía a Cuba Fidel me llamaba a su oficina. Mucha gente quiere estar con él. Yo he estado con él incluso los días de su cumpleaños, el 13 de agosto, en su casa. Recuerdo que el pasado se comportó muy interesado en el televisor, donde se transmitían las Olimpiadas de Río. Hablamos del Papa Francisco. Y hablamos del tema del que siempre gustaba conversar conmigo que era cosmogonía y astroquímica.

Cada vez que venía a La Habana traía tres regalos para Fidel. ¿Cuáles? Chocolates amargos, castañas de amazonia y libros en español que buscaba en España y Argentina de Cosmología y Astroquímica.

El espacio televisivo de la Mesa Redonda del Lunes, 28 de noviembre de 2016 estuvo dedicado a Fidel Castro Ruz, su impronta, la repercusión que sigue teniendo su fallecimiento y su sobrevida, justo el día en que todos los compatriotas le rinden tributo al líder de la Revolución cubana.

Fidel miraba siempre más allá de este país y de este mundo

Me habló de la película sobre la vida de Stephen Hawking. Exactamente un pedacito donde Hawking conoce a su novia, jovencito, y le pregunta: y qué tú estudias, y la muchacha le contesta: estudio historia, y ella repite la pregunta: ¿y tú? Y el responde: estoy estudiando cosmología. ¿Y qué es eso?, le pregunta ella. A lo que Hawking le responde: es una religión para todos los inteligentes.

“Fidel me ha dado muchos ejemplos de vida”, dijo Frei Betto y ejemplificó que como se habla de Jesús en el Evangelio de Mateo, así mismo se habla de lo mucho que hizo Fidel por su pueblo.

Frei comentó que Fidel era una persona muy humilde y relató que una vez le preguntó: “¿y qué va a pasar cuando usted no esté?” Y me dijo: “Yo no sé qué va a suceder con la Revolución, o con el pueblo de Cuba. Yo soy parte de esta Revolución. Yo solo tuve la responsabilidad de ser su Comandante”. Y Betto reflexionó: “Más ningún hombre solo hace una Revolución”, recordando así a las miles y millones de gentes que en toda Cuba le rendía homenaje a Fidel durante la jornada de lunes. Porque la Revolución es una obra de creación de todo el pueblo.

Frei Betto decía en un escrito que ha sido publicado en Cubadebate que “desaparece con Fidel el último político del Siglo XX”.

Algo que cambia las maneras dialécticas y revolucionarias es el libro Fidel y la Religión. Sobre ese texto se le preguntó: Cuando Frei Betto se enfrentó a Fidel pensó en la flexibilidad de Fidel, en la capacidad de unir a cristianos y ateos, a creyentes y no creyentes desde la perspectiva de la Revolución, ¿cuánto impactó en Frei Betto aquel encuentro primero, tan largo, del cual surge el libro Fidel y la religión?

“El acercamiento entre cristianos y marxistas, empezó en la resistencia europea, bajo el fascismo, en Francia, Italia. Después en muchos países de América Latina contra las dictaduras. Incluso, yo fui a la cárcel”.

Frei Betto repite en su intervención que “para entender a Fidel no hace falta entender a Marx o a Lenin, hay que conocer dos sectores que se juntan en él, Martí y los…

Sobre la formación religiosa de Fidel, Betto comentó sentirse sorprendido por los buenos recuerdos que tenía Fidel de su formación religiosa, de su escuela jesuita donde había estudiado la sagrada escritura. Según lo que Fidel le comentaba para Betto aquellos jesuitas “lamentablemente no habían traído una verdadera fe cristiana a la isla”. “Él no es el típico político de discurso ateo o desinteresado. Fidel tenía un profundo respeto por la religión”.

Con Betto siempre se mostró preocupado por la situación de Cuba, del mundo, con las amenazas de guerra nuclear. El libro Fidel y la religión constituye la primera vez que un jefe de estado comunista. Fidel también habló del tema religioso en un país como Cuba, donde la mezcla de lo religioso es muy rica y variada, donde tuvo las mismas influencias cristianas que africanas.

A Fidel se le escuchó varias veces decir que de Marx había aprendido del capitalismo y de Martí la ética. Pero, ¿qué nos dejará Fidel Castro como legado? ¿Qué aprendemos de Fidel?

Para Frei Betto, Fidel Castro era un hombre que se movía por principios y no por diferencias. Se movía por una conciencia de historicidad. La visión posmoderna de la actualidad no logra en las nuevas generaciones una correcta percepción de conciencia de la historicidad. La historicidad es la condición de todos los ideales. Sin historicidad no hay ideales. La cultura occidental está montada sobre tres grandes judíos. ¿Por qué Judíos? Los hebreos con la biblia son los primeros judíos que imprimen un carácter de historicidad cuando hablan de una historicidad hacia un futuro mejor para todos. El segundo es Marx, cuando con su crítica al capitalismo, estudia y relata toda una historicidad anterior para proyectar el socialismo o comunismo como un futuro mejor. Y el tercero es Freud, un terapeuta que habla de su historicidad intrauterina para que hoy podamos tener una salud física mucho mejor.

Esto ha sido completamente bombardeado por el neoliberalismo, porque sabe que existe conciencia histórica, principios y propiedad. Y contra todo esto hay una ofensiva ideológica profunda, muchas veces imperceptible que quiere convertir el mundo en una aldea global, que la gente no tenga conciencia de lo que es felicidad, de lo que es el pueblo, de lo que significa ser ciudadano, de cultura. Martí, no se dejó seducir durante su tiempo en Europa, o en Estados Unidos y mantuvo heroicamente sus principios. Martí ha sido el gran maestro de Fidel, y es justo que las cenizas de Fidel reposen para siempre al lado de las cenizas de Martí. Fidel ha sido el hijo más adorable de Martí, el que mejor ha encarnado sus ideas y posturas.

Fidel es tan simbólico que precisamente falle el mismo día que 60 años antes había emprendido el camino la expedición del Granma. El último escrito publicado de Fidel va a ser el prólogo de una biografía de Frei Betto que se presentaría ese mismo lunes en Río de Janeiro.

En otros momentos Frei Betto ha dicho que Fidel también sabía hacer la crítica, no solo la aceptación de lo que hacíamos o cómo lo hacíamos.

Y confesó que una vez le pidió a Fidel hacerle algunas críticas a la Revolución y le respondió: “tú solamente no tienes el derecho, tienes el deber”. Muchas veces le preguntaban fuera de Cuba si tenía críticas para la Revolución cubana, y siempre respondía lo mismo: las críticas son solo para los amigos, y las críticas que sobre ese tema tengo las digo solamente en Cuba para los cubanos”.

Es un privilegio que Fidel Castro haya sido fundador de la Mesa Redonda. Y también es un privilegio que él haya estado 45 veces sentado en la Mesa, hablándole al pueblo, explicándole de la historia, del presente, del futuro, del planeta y de la cosmovisión y sobretodo convirtiendo el espacio televisivo en una universidad política para todo el pueblo cubano.

El pensamiento de Fidel estuvo orientado hacia la unificación de las grandes mayorías. Se proyectó en contra del imperialismo. El incluso dijo que Revolución es el arte de unificar a las masas para luchar contra el imperialismo y sus aliados externos.

Nuestro Socialismo es Martiano y antimperialista

Fidel sobrepasó las condiciones geográficas, demográficas, económicas y de todo tipo de Cuba y se convirtió en un referente no solo para América Latina, sino para el mundo. ¿Cuántas lecturas dejan su figura y dimensión política para el continente?

El profesor Alberto Prieto Roque, comenzó diciendo que “con su muerte, Fidel Castro comenzó a vivir eternamente. Su personalidad será un referente por los siglos de los siglos. Es la personalidad más trascendente de América Latina en el siglo XX. Y lo es porque su misión y su gesta era el camino hacia el Socialismo en este hemisferio. Y lo pudo iniciar porque se separó de los dogmas y conceptos iniciales que tuvieron las revoluciones europeas, que tuvieron una visión colonialista e imperialista.

“El pensamiento de Fidel estuvo orientado hacia la unificación de las grandes mayorías. Se proyectó en contra del imperialismo. El incluso dijo que Revolución es el arte de unificar a las masas para luchar contra el imperialismo y sus aliados externos.

“Su estrategia revolucionaria es específica para países subdesarrollados. Pero para poder hacer dicha Revolución hay que conocer muy bien las peculiaridades materiales y espirituales de una sociedad. Materiales, en el sentido de la estructura de clases, la forma de los capitales. Y también hay que tener conciencia de la moral elaborada por la idiosincrasia, la ideología, la cultura, las tradiciones, porque eso es lo que conforma un ser humano concreto.

“Esto Fidel lo expresó en momentos claves. En primer lugar en La historia de absolverá. Un alegato programa donde se demuestra su dominio de la sociedad cubana, material y espiritualmente. Y para América Latina declaró algo trascendental en la Segunda Declaración de La Habana donde expresó como se podía conformar un amplio frente antimperialista y en contra de sus aliados intermediarios. Y ahí dice que hay que unificar al dios militante comunista con el creyente católico. Es decir, se debía crear un movimiento único”.

“Después de ocupar el poder Fidel también planteó la transformación de la sociedad en dos aspectos fundamentales: uno, transformar la sociedad socioeconómica y políticamente, desmontando las viejas estructuras de propiedad, de clase de grupo, pero también espiritualmente. Hizo énfasis en ello, porque para él la transformación del ser humano, de su conciencia, de su moral, se logra mediante una participación activa. Él sabía que recibir beneficios no transforma la conciencia y la moral. Es participar, la actividad, la lucha, donde la gente se tiene que sentir parte y ayudar y hacer.

“Por otra parte planteó la necesidad de unificar las distintas dirigencias, algo que practicó Cuba y constantemente trató de proyectar hacia América Latina. Fidel constituye la unidad. Él dice que ninguna Revolución se puede permitir dejar de sumar. Y sumar es permitir incluso a la gente con criterios políticos diferentes.

“El contenido ideológico del proceso revolucionario no es que la gente viva mejor, es que la gente sepa porque lucha, cuál es su contenido. Nosotros podemos decir que nuestro Socialismo es Martiano. El contenido ideológico debe ser adecuado a las tradiciones, a la sicología, a la cultura de una población determinada. Hay que interpretar la historicidad.

“Otro elemento importante dentro de un proceso revolucionario es tener el tino de en qué momento se vive, cuál es la etapa a cumplir. La madurez política al inicio no es igual que en otras etapas, y por lo tanto las metas y las tareas no son las mismas.

“Y desde el punto de vista internacional hay tres aspectos de Fidel que son básicos: el primero, ayudar a todo el que esté dispuesto a luchar contra el colonialismo, o contra el imperialismo, o contra una dictadura. Cuba ayudó a Arelia a luchar contra el colonialismo francés. Ché y Risquet estuvieron en el Congo. Además no se puede olvidar que es la victoria del Cuito Cuanavale la que propició el desmantelamiento del Apartheid. Si no hubiera sido por esa batalla, el Apartheid todavía estuviera allí. Segundo lugar, lograr la unidad de los revolucionarios. Y por último, la integración de América Latina. Lo cual planteó desde mayo de 1959 en Río de la Plata.

El pedacito de Fidel que también pudimos disfrutar

Para Bárbara Betancourt, Periodista del Sistema Informativo de la Televisión Cubana, los que corren, no son buenos días. ¿Qué ha significado para ella este hecho? ¿Cómo ve la dimensión de Fidel como ser humano? ¿Cómo ve el hecho cuando algunos decía que ya Fidel no es la figura de Cuba?

“No son buenos días. Estaría gustosa de estar aquí sentado si no fuera con mi daga de piedra. No puedo expresarme como lo hicieron mis antecesores. A mi solo se me ocurren sentimientos. Algo difícil cuando uno es periodista y debe estar arrimado a la objetividad.

“Son 16 años en la Mesa, una Mesa que Fidel inventó. La profesión me dio el regalo de tenerlo cerca varias veces. Por primera vez, fuera de Cuba, en Brasil. Incluso hasta puedo presumir de haber servido como escolta de Fidel, cuando alguien me dijo una vez, también en Brasil, quédate aquí y cuídale la espalda.

“Se suman varios pedacitos de historia de Fidel. Unas veces fue la fuente, otras el dirigente al que le hacías la nota y después fue el colega de cuando estábamos preparando la mesa de los cinco, cuando había que bordar las palabras para no entorpecer el juicio, ni la defensa que se les estaba construyendo.

“Su sed de saber, le permitió ser un sabio y erudito a la vez. Su conocimiento le permitió tener fluidas conversaciones con personalidades de las más distintas naturalezas. Científicos, queseros, ganaderos, polleros.

“Recuerdo cuando se nos apareció en aquella Mesa dedicada a las nuevas tarifas de electricidad. Entonces, se recuerdan tesoros personales. Cada uno tiene su Fidel. La manera de quererlo. Porque Fidel tiene tantas aristas. Fueron 90 años que parece que fueron 900.

“Quisiera tener el sedimento de la fe cristiana para sentirlo vivo, pero de momento solo siento la ausencia, entonces me cuesta trabajo seguir hablando. Alguien podrá decir que también lo tuvo cerca. Pero no venimos a la Mesa a presumir de eso. Estamos compartiendo el pedacito de Fidel que también pudimos disfrutar. Aquellos discursos en los que uno se preguntaba cuándo terminaría. Llegar a un lugar, mencionar Cuba y que enseguida alguien mencionara a Fidel. Esa simbiosis es la que distingue a Cuba en el mundo. Cuba es Fidel en el mundo y nos toca demostrar que Cuba es Fidel. Fidel era demasiado querido para la inmensa mayoría de los cubanos.

“Haya ellos que no experimentan el sentimiento del reconocimiento a Fidel. Nos queda seguir luchando por la Unidad. La misma que lo hizo cercano a los más comunes. El mismo que almorzó en una bandeja de aluminio al lado de un constructor.

Han sido horas de llanto, horas de dolor. Pero ahora solo nos queda mirar hacia el futuro con los ojos de Fidel. Ese debe ser el compromiso y el reto de todos los cubanos con Fidel, y su dimensión universal. Se habla de que más de 60 países han pedido estar representados en el último minuto de tributo a Fidel. El hombre que le enseñó a los cubanos la unidad, la ética. El hombre que se fue una expedición más larga, ahora junto a su maestro José Martí.

Frei comentó que Fidel era una persona muy humilde y relató que una vez le preguntó: “¿y qué va a pasar cuando usted no esté?” Y me dijo: “Yo no sé qué va a suceder con la Revolución, o con el pueblo de Cuba.

El profesor Alberto Prieto Roque, comenzó diciendo que “con su muerte, Fidel Castro comenzó a vivir eternamente. Su personalidad será un referente por los siglos de los siglos.

Cada uno tiene su Fidel. La manera de quererlo. Porque Fidel tiene tantas aristas. Fueron 90 años que parece que fueron 900