El mejor legado de Fidel es su pueblo (+ Video)
Por Manuel Alejandro Hernández, especial para la Mesa Redonda
Fotos: Roberto Garaicoa.
A Fidel Castro, a su impronta, a la huella que sigue dejando en nuestro pueblo y el mundo se dedicó la emisión de este viernes de la Mesa Redonda, en continuidad a los programas dedicados al líder de la Revolución Cubana.
Con la presencia de la reconocida periodista y escritora argentina Estela Calloni, el filósofo y ensayista cubano Fernando Martínez Heredia, y la Dra. Maribel Acosta Damas, periodista y jefa del Departamento de Periodismo de la Universidad de La Habana.
De Fidel podría decirse las misma palabras con las que calificó Martí al venezolano Cecilio Acosta: Esto fue el hombre en junto, pos vio y previo, amó, supo y creo. Limpió de obstáculos la vía, puso luces; vio por sí mismo señaló nuevos rumbos. Le sedujo lo bello, lo enamoró lo perfecto. Se consagró a lo útil. Habló con singular maestría, gracia y decoro. Pensó con singular viveza, fuerza y justicia. Sirvió a la tierra y amó al cielo, quiso a los hombres y a su honra. Se hermanó con los pueblos y se hizo amar de ellos.
Para la periodista Stella Calloni, además del gran humanismo de Fidel lo que más le llamo la atención fue esa mirada estratégica, pero a la vez humana sobre lo que acontecía en el mundo.
“Su capacidad de poder anticipar los acontecimientos, sobre todo cosas en Latinoamérica y es una cosa que nunca antes nadie había hecho. Un ejemplo de ellos es cuando habló de la deuda externa o la propia batalla cultural que hoy encarnan nuestros pueblos. Muchas cosas de lo que él dijo se cumplieron”, expresó.
Calloni también comentó que Fidel advirtió las cuestiones relacionadas con el cambio climático de manera tan exacta que cada día son más vigentes.
“Fidel también nos alertó de lo que sucedería si se perdía la mirada estratégica y como luego de la oleada de gobiernos de izquierda vemos como se desarrolla una guerra contrainsurgente, una guerra de baja intensidad contra América Latina”, agregó.
Pero creo que Fidel tuvo la oportunidad-señaló Stella- de vivir la creación de la Celac, de la Unasur y de ese no que se le dio a Bush en Argentina.
“Yo creo que el mayor legado de Fidel para América Latina es el pueblo cubano. Ver este pueblo cubano, es un legado extraordinario. Este es un pueblo en libertad verdadera. Es el único país verdaderamente independiente que tenemos en América Latina y el Caribe”, valoró Calloni en la Mesa Redonda.
En entrevista concedida por Israel Rojas, vocalista y líder del grupo cubano Buena Fe, expresó que la arquitectura de pensamiento de Fidel es la del optimismo. Es la de ser capaces de convertir el NO a todos aquellos Sí que nos convocan a la traición a burlarnos del prójimo, que nos convocan al odio y a la derrota. Ser capaces a alcanzar los objetivos, a persistir en una idea justa, en tus convicciones. Problemas tenemos muchos, nadie tiene una varita mágica para resolver los muchos problemas que tiene este país. La manera de resolverlo es precisamente aquella que coreaban los muchachos en la universidad, Aquí YO SOY FIDEL. Hay que salir a convertir cada NO en SÍ. Cuando el SÍ sea siempre lo incorrecto. Yo sí sé con quién no voy a quedar mal. Yo no voy a quedar mal con mis padres, ni con mis profesores que con salarios que no siempre alcanzaban me enseñaron lo que sé y me enseñaron a amar todo esto que es un ideal, o no voy a traicionar a Martí y por supuesto no voy a traicionar a Fidel.
“Yo no sabía qué cosa era un comunista. Esa ideología me parece hermosa, utópica, pero no siempre realizable. Es la verdad. En estos días en que uno tiene la posibilidad de definirse porque son tiempos de definiciones, yo tengo una vocación socialista, pero realmente yo lo que soy es fidelista. Y ni me escondo, ni tengo miedo a decirlo. Yo quiero que mis nietos sepan que yo soy fidelista. Porque ser fidelista es ser capaz de lograr tus objetivos, incluso cuando el mundo te diga que no, ser fidelista es fundar algo donde no había nada, es crear causas y ser capaz de comprometerse con esas causas”.
Fidel Vive, dijo Fernando Martínez en un escrito reciente. Pero, ¿cuáles han sido los valores que el pensamiento d Fidel ha sembrado, ha inculcado, ha hecho aprender dentro de los cubanos, de los jóvenes de este país?
De su escrito se pudiera retomar como lo más importante que Fidel retoma de José Martí el sentimiento antimperialista. ¿Qué significa para este pueblo ser antimperialista? ¿Cómo Fidel inculcó en este pueblo ser antimperialista?
Fernando Martínez: “En esta hora de dolor podemos ver que Fidel está ganando ya su primera batalla postmorten. Y habrá muchas más. Cuando uno escucha una multitud tan tremenda, llena de jóvenes gritando YO SOY FIDEL. Esa es la profundidad de la conciencia política de la que él fue protagonista a desarrollar. Uno ve muchachitas y muchachos que apenas lo conocieron. Y esa es la mayor victoria de Fidel, cómo el logró que el pueblo cambiara. Cuando yo era muchacho era natural la humillación de las personas, el hambre. Todo era natural. Y él logró que el pueblo entendiera que eso eran crímenes. Entonces él se cambiaba a sí mismo.
“Recuerdo que en el 1970 dijo, el poder en el pueblo, ese sí es poder. El antiimperialismo de Fidel nació en un momento en que él ni siquiera pensaba que era posible derrocar a la dictadura. Cuando era un iluso. Ningún partido político lo ayudó. El primero de junio de 1958 él le dice a Celia, cuando un ejército armado por Estados Unidos cumplía con el plan FF Fin de Fidel, me doy cuenta de que el combatir con el imperialismo va a ser mi destino verdadero, es el individuo que está tomando lugar en su destino histórico. Él ayudó a que todos los cubanos tomaron posición en ese lugar histórico. Uno dice con toda la razón de que Martí era un gran antimperialista, sin embargo el antimperialismo no pudo triunfar poco después de Martí. El país cayó en una posrevolución y Estados Unidos se apoderó de Cuba.
“Fidel logró que todas las cubanas y los cubanos fueran antimperialistas es algo que nada le podrá pagar. Se sabe hoy que la condición de ser cubano implica ser antimperialista. Además, no se puede ceder ni un tantito así. La política de principios es maravillosa para todas las tácticas. Y en Fidel, hubo momentos en que parecía que lo juicioso era ceder un poco. Y sin embargo, no. En otros momentos parecía insultar a todos y no lo parecía. Es que él era un maestro. Un conductor. Y sabía que el desarrollo de los alumnos es el verdadero magisterio.
“Con respecto a YO SOY FIDEL. Hay gente demasiado soberbia para hacer táctica que no pueden entender nada hoy. No puede entender que este pequeño pueblo, al que se le ha muerto un hombre se ha puesto peor todavía. Él nos enseñó a ser así, a ponernos peores de lo que debíamos. Ese es uno de sus grandes legados.
“El antimperialista tiene que ser internacionalista. Eso es un ejemplo a través del cual se pueden multiplicar las fuerzas. Porque el imperialismo es capaz de hacer una guerra con la cultura para caer simpático. Y Fidel con el internacionalismo demostró que el antimperialismo no solo era imprescindible, sino que era factible. ¿Cómo podía pensarse que la causa de CUba podría ser la causa de todos los pueblos?
“Él también dijo, no queremos construir el paraíso en la falda de un volcán. Nosotros no nos vamos a volver de espaldas. Por eso cuando a un estúpido se le ocurre como pueden comer zanahorias mientras otros les pegan con garrotes, entonces hay que decidir, nosotros conocemos bien los productos. El internacionalista aumenta su cualidad humana. No es que estemos dando lo que nos sobre, es que nos estamos haciendo mejores personas. Y Fidel fue el protagonista de todo esto.
¿Cómo logra fundir Fidel esa percepción política en la nación, de que para Cuba socialismo, independencia y soberanía están indisolublemente ligados?
Ante todo porque era tremendamente cubano y después porque supo ser comunista. Parecían cosas que se peleaban entre sí, y lo hacían. Al apela al verso del himno “al combate corred bayameses que la Patria os contempla orgullosa”. Entonces él es continuador de Martí, de Mella, de Guiteras. Dice, “Viva Cuba libre para los trabajadores”, justo como Mella en 1928. El asume la tradición nacional para hacer una revolución social, y asume la revolución social para lograr la liberación nacional. Es una cosa natural. Fidel es uno de los más importantes logros del pensamiento y de la práctica del siglo XX. Al lograr él ser tan cubano y tan socialista y al lograr que esto se convirtieran en enseñanzas cotidianas. El che, el primer argentino que aprendió a ser cubano, dijo el 7 de diciembre de 1962, “nuestro pueblo todo se volvió Maceo”. Porque el pueblo le dio una lección al imperialismo yanqui. Y el artífice de todo esto fue Fidel.
Siglo XX, con justeza unos lo definen como el político más grande de ese siglo, otros con malicia dicen que Fidel fue figúra del Siglo XX. ¿Se queda la figura política de Fidel en el siglo XX, o trasciende hasta el XXI?
Martí no encontró entre sus contemporáneos quien lo siguiera sino hasta 50 años después, en la Revolución del siglo XX, cuando aparece de verdad lo que quiso Martí. Entonces, las revoluciones del siglo XXI van a ser las compañeras de Fidel. Fidel es un pensador del siglo XXI. El grande de verdad lucha para su tiempo y habla para su tiempo pero es capaz de hablar y de luchar para un tiempo que vendrá y que no va a poder ver personalmente. Él tiene la capacidad de proyecto, de ser superior a sus circunstancias. Probablemente en 40 o 50 años muchachos en alguna plaza griten YO SOY FIDEL. La práctica revolucionaria que tiene su política es eterna. No son de un tiempo.
Él le alertó a los que llegaron con él a la cabaña, que no fueran tan simpáticos con el poder, porque ellos no estaban tomando el poder, el poder les estaba tomando a ellos. Y la revolución cubana fue repetida, como una guía en todo el mundo durante el siglo XX. Quien ha hecho posible todo esto es necesario revivirlo siempre.
Maribel Acosta, Periodista del Sistema Informativo de la Televisión Cubana, y profesora de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana tuvo la responsabilidad de recopilar en un pequeño documental el intercambio permanente que Fidel tuvo con los periodistas y con otros sectores intelectuales del país.
“Cada uno tiene un Fidel. Él mío es uno muy especial, el que me hizo periodista. Fidel no solo miraba el papel de los periodistas, sino de lo que hacía la prensa y los periodistas, hombre y mujeres de carne y hueso necesitados de capacitación.
“Recuerdo que como periodista estuve durante la inauguración del cardiocentro William Soler, también el 26 de julio de 1989 cuando dijo que si la URSS cayera nosotros seguiríamos resistiendo. En ambos tuve que cubrir el hecho. Entonces por primera vez mi generación se preguntó quiénes éramos como seres políticos y sociales. Solo me pude responder a través de las inmensas jornadas de cobertura que me tocaron con Fidel, siguiéndolo a todas partes, como muchos colegas. En oriente nos dijo una vez a las mujeres que cuidáramos las ropitas que vendrían tiempos difíciles, y explicaba y lo escuchábamos por horas para descubrir quién era y a qué apostaba. Fue el 5 de agosto de 1994, cuando aquella explosión social, relativamente pequeña comparada con lo que estábamos viviendo y Fidel llegó. Entonces hubo un silencio enorme y Fidel avanzó gallardo y volvió a vencer esa batalla.
“Ahora esos jóvenes que están en la calle que dicen YO SOY FIDEL apenas lo conocieron, por eso lo más importante de su legado es el pueblo, nuestro pueblo. Un pueblo que supo ser puerta de resistencia, que lo siguió en días inalcanzables, que asumió solidaridad era compartir lo que teníamos, un pueblo que aprendió que el conocimiento es un derecho humano, y a respetarlo, un pueblo que en toda su diversidad, la diferencia, la inclusión.
“Yo crecí viendo las tareas de la generación de mis padres. Ellos me legaron todo. Eso me enseñó a no dudar en los jóvenes. No dudo de ellos, porque nuestros hijos no pueden ser tan malos si son hijos nuestros, los que hemos resistido y hemos honrado a este país durante tantos años.
“El pensamiento de Fidel hay que interpretarlo sin dogmatismos, ante todos. Construirlo ente todos. La Revolución tiene que construirse una vez más. Hay un antes y un después. El Fidel físico hasta retirado causaba pavor en algunos. Esta era que empieza sin ese Fidel físico es una nueva era. Hay que conducirla hacia un país sostenible, desde el punto de vista económico y social y que sostenga, que la Patria está indisolublemente ligada al socialismo, que es el futuro del porvenir social de este país. Eso nos toca. Ahora los periodistas tenemos el deber de comunicar y de formar también país bajo estos preceptos”.
Eso nos lo enseñó Fidel. El permanente repensar las cosas en todo momentos. Y eso es lo que estamos haciendo también ahora y a lo que Raúl también nos está convocando.