Érase una Posición Común (+ Video)
El pasado lunes fue firmado en Bruselas el acuerdo de diálogo político entre Cuba y la Unión Europea, lo que constituyó noticia de trascendencia internacional. Sobre la importancia de este acuerdo, su repercusión y lo que representa para Cuba se conversó en la Mesa Redonda de este jueves quien contó con la presencia de Elio Rodríguez Perdomo, Director de Europa y Canadá del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Al comenzar el espacio radio- televisivo el Director de Europa y Canadá del Ministerio de Relaciones Exteriores recordó que luego del triunfo de la Revolución los países europeos mantuvieron relaciones diplomáticas con la Mayor de las Antillas.
“Cuba siempre mantuvo vínculos culturales, académicos, comerciales y económicos con el viejo continente. En el año 1988, nuestro país estableció relaciones diplomáticas con las entonces Comunidades Europeas. Desde un inicio expresamos a nuestro par europeo el interés de negociar un marco recíproco y bilateral entre ambas partes aunque nunca recibimos respuesta por parte de la Unión Europea.”
El diplomático explicó que en los años 90´s las relaciones se mantuvieron en un bajo perfil, hasta que en el año 1996 la Unión Europea adopta la Posición Común.
“Esta era un marco de política unilateral que implicaba un cambio de régimen en Cuba; supeditando cualquier relacionamiento político y de cooperación a los cambios en Isla. Siempre condenamos esta postura pues la considerábamos injerencista y una política discriminatoria hacia nuestro país.”
Para Rodríguez Perdomo, la aplicación de la llamada Posición Común causó un gran daño en la relación bilateral.
“Aunque en los inicios del 2000 la Unión Europea trata de retomar relaciones con Cuba, en el 2003 vuelve a cometer un grave error político al aplicar sanciones contra nuestro país que implicaban entre otras medidas la prohibición de intercambios de carácter político de alto nivel; se limitan los intercambios en materia cultural y académico”.
Cuba responde a estas medidas con la congelación de todo tipo de relaciones con la Unión Europea, no se aceptan los tratados de cooperación que se trataban de hacer sobre ciertos condicionamientos.
“Para enero de 2005 bajo la presidencia de Luxemburgo, que siempre mantuvo una postura constructiva se lograr suspender temporalmente estas sanciones con algunos países. En el año 2008, los países integrantes del bloque concensan la eliminación de las sanciones del 2003”, agregó Rodríguez Perdomo.
En el propio año se retoma el diálogo político a nivel ministerial y se restablece la cooperación con la Comisión Europea.
“El 2008 marca el fin de la Posición Común porque a partir de ese momento logramos retomar el diálogo político y la cooperación con ese ente regional y se reactivan las relaciones con la mayoría de los países que la integran. Al cabo de los años negociamos acuerdos bilaterales con 22 de los 28 miembros. Con 24 se restableció los mecanismos de consulta a nivel de cancillería, lo que demostró que con el tiempo, aquello ni era posición, ni mucho menos común”.
Más adelante agregó que son pocos los que quedan con un pensamiento como el de Aznar al que calificó “superada por los tiempos” pues luego de varios años de reflexión dentro del propio bloque regional hasta que en el 2016 se logra este nuevo acuerdo.
“El nivel de acuerdo que tenía Cuba con la Unión Europea era tal que demostraba una incongruencia con la falta de un marco legal para las relaciones con la Unión Europea”.
En febrero de 2012 se invita a Cuba a iniciar la negociación con este acuerdo. Se responde un mes más tarde y en abril se inicia este diálogo político y de cooperación celebrándose la primera ronda aquí en La Habana.
“Se celebraron 6 rondas hasta que en marzo de 2016 se inicializa el acuerdo con la presencia de la alta representante de la UE”.
Elio Rodríguez Perdomo, Director de Europa y Canadá del Ministerio de Relaciones Exteriores explicó en el programa televisivo que fue un acuerdo complejo donde se discutieron unos 89 artículos, aunque enfatizó que es el espíritu negociador entre ambos equipos de trabajo fue constructivo y de respeto mutuo.
“Se reafirma el respeto por la soberanía, la integridad territorial, la independencia política de la República de Cuba. También se reafirma el compromiso de fortalecer el multilateralismo, el papel de las Naciones Unidas. Se reitera el rechazo a cualquier medida coercitiva que se establezca de manera unilateral con efecto extraterritorial, contrarias al derecho internacional y con irrespeto al libre comercio y se comprometen las partes a promover su derogación”.
Además el acuerdo reconoce que todos los pueblos tienen el derecho de establecer libremente su sistema político, y a perseguir libremente su desarrollo económico.
Rodríguez Perdomo al referirse al primer acápite del acuerdo relacionado con el acuerdo político, dijo que este incluye el desarme, la no proliferación de ramas de destrucción masiva, el tráfico de armas, el tema de los derechos humanos, la lucha contra el terrorismo, el desarrollo sostenible y la lucha contra la trata de personas”.
También enfatizó sobre los efectos del bloqueo económico sobre las relaciones normales entre la nación caribeña y la UE.
“El bloqueo hoy es el principal obstáculo para una relación normal entre Cuba y los socios europeos. Vemos constantemente las medidas aplicadas, las multas millonarias contra bancos o instituciones europeas que constituyen un obstáculo para el avance de las relaciones”.
Una segunda parte del acuerdo se trata del diálogo sobre políticas sectoriales. Según se informó en la Mesa redonda este abarca múltiples aristas como son el desarrollo sostenible, los derechos humanos y el buen gobierno, -“aunque se deja claro que los derechos humanos deben ser tratados de manera global, de manera justa y equitativa, en pie de igual y poniendo el mismo énfasis y reconociendo que los derechos humanos son universales, indivisibles, interdependientes y que están relacionados entre sí”.
Otro importante apartado es el relacionado al acuerdo al comercio y la cooperación comercial referido al fortalecimiento a las relaciones comerciales y económica entre las partes, la promoción de la integración de Cuba en la economía mundial, el fomento del desarrollo y la diversificación del comercio interregional, así como el comercio con la Unión Europea, el incremento del comercio para la contribución del desarrollo sostenible, el apoyo a la diversificación de la economía cubana y la adopción de un adecuado clima de negocios.
“Aunque no es un acuerdo que establece medidas o facilidades de tipo arancelarias o de acceso al mercado; si incluye determinado intercambio y cooperación para facilitar el comercio entre Cuba y socios de la Unión Europea”.
Al valorar lo alcanzado hasta el momento Elio Rodríguez Perdomo, Director de Europa y Canadá del Ministerio de Relaciones Exteriores resaltó que el acuerdo permite por primera vez tener un marco contractual bilateral entre la Unión Europea Y Cuba.
“La gran significación política es que por primera vez hemos logrado este marco bilateral entre iguales, sobre una base recíproca y no discriminatoria para una relación mutuamente ventajosa entre ambas partes que al mismo tiempo es coherente con la posición alcanzada entre Cuba y la mayoría de los estados miembros de la UE”.
Elementos que se aprecian en la visita de varios altos funcionarios y presidentes de ese ente regional al país. Entre ellos destacan el presidente de Francia, el primer ministro italiano, el primer ministro eslovaco, así como gran número de cancilleres como el vicecanciller federal de Alemania.
“Europa es y seguirá siendo un socio comercial importante para Cuba. ¼ de nuestro comercio exterior se hace con socios de la Unión Europea. Casi el 26 % del turismo que arriba a Cuba viene de esos estados. La presencia de inversiones europeas en Cuba es importante”, resaltó Rodríguez Perdomo, Director de Europa y Canadá del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Añadió que el acuerdo codifica todo lo que se venía haciendo de manera individual y a menor escala y crea mejores condiciones desde el punto de vista político para que aumente la presencia europea en los planes de desarrollo a mediano y largo plazo.
Sobre la implementación de lo pactado, Rodríguez Perdomo aclaró que cada parte debe hacer los trámites internos para la aplicación provisional del acuerdo.
“El acuerdo es de competencia mixta, por lo que tiene un alcance comunitario y a la vez nacional por lo que deberá tener un proceso de ratificación a nivel de los parlamentos nacionales, pero el acuerdo tiene un acápite que permite la aplicación provisional hasta tanto termine el proceso de ratificación a nivel de los 28 estados miembros”.
De los 89 artículos, solo 6 no serán aplicados de manera inmediata hasta que termine el proceso de ratificación por parte de los estados miembros. Pero el restó- se aclaró- deben comenzar aplicarse a inicios del próximo año.
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