Poblados costeros en Cuba: ¿En peligro por el cambio climático? (+ Video)
Por Oscar Figueredo Reinaldo y Thalía Fuentes Puebla
Fotos:Roberto Garaicoa
El impacto que el huracán Irma dejó en la costa norte del país, fundamentalmente en los asentamientos costeros, nos hace reflexionar sobre la importancia de la Tarea Vida, programa del estado cubano para enfrentar y mitigar los efectos del cambio climático. Más de 193 mil personas en Cuba viven en zonas vulnerables, fenómeno que se debe agravar con la elevación del nivel del mar. Ante esta situación y los cada vez más sistemáticos huracanes, saltan las alarmas. Sobre este particular trató la Mesa de este jueves y de la cual te ofrecemos un amplio resumen en Cubadebate.
Al evaluar las afectaciones provocadas por el huracán Irma en el país en los ecosistemas costeros, el MSc Rudy Montero Mata, especialista principal de la Agencia de Medio Ambiente dijo que los principales daños se concentran en la zona norte, no obstante porciones de algunos territorios del sur también sufrieron.
“Tres fueron los impactos principales: los fuertes vientos, las inundaciones costeras por penetración del mar y las inundaciones por intensas lluvias. La mayoría de las afectaciones en el fondo habitacional se debieron a la tipología constructiva presente en estos lugares, al mal estado técnico y sobre todo a la ubicación en una primera línea de costa de las viviendas”, comentó.
El especialista indicó además que se aprecian afectaciones en la biodiversidad, resultando más dañadas unas 32 áreas protegidas como fue el ecosistema Sabana-Camagüey.
“Se evidenció que nuestros principales elementos naturales de la protección costera como son las playas arenosas, los sistemas de manglar, las crestas de arrecifes y los pastos marinos amortiguaron el impacto del oleaje provocado por el fenómeno natural. Ejemplo de ello fue lo ocurrido en la zona norte del litoral habanero, sobre todo en el área de Tropicoco donde hace poco se hizo un proceso de reconstrucción de dunas y este no permitió la penetración del mar”, detalló.
Montero Mata agregó que el más reciente meteoro validó la veracidad de los estudios realizados por el CITMA sobre los lugares de mayor vulnerabilidad y alertó que teniendo en cuenta la elevación del nivel del mar para el año 2050 (unos 27 cm), las afectaciones pueden ser superiores.
“Teniendo en cuenta el plan de estado se ha identificado las zonas priorizadas, muchas de las cuales fueron afectadas por su alta vulnerabilidad. Se hace importante el trabajo con los gobiernos locales para el reordenamiento y los planes de desarrollo en estos lugares”, acotó.
En otro momento del programa el especialista principal de la Agencia de Medio Ambiente opinó que es vital continuar elevando la percepción de riesgo no solo entre los decisores o científicos sino también en la población, pues “es una responsabilidad ciudadana”.
Vivir en la costa: ¿Un problema?
Por su parte Carlos Manuel Rodríguez Otero, jefe del departamento de Investigación y Desarrollo del Instituto de Planificación Física, declaró que los especialistas en el tema llevan a cabo un análisis sistemático referente al cambio climático.
“Más del 60 por ciento de la población mundial viven en zonas costeras, sin embargo en Cuba solo el 10 por ciento está asentada cerca del mar. Desde el año 1993 se comenzaron a estudiar las temáticas referentes a 262 asentamientos de este tipo que existen en el país”, agregó el especialista.
Sin embargo, en dependencia del impacto de un huracán se pueden ver afectados hasta 500 poblados costeros. Según Rodríguez Otero, Irma ratificó el resultado de los estudios y al mismo tiempo los escenarios que el cambio climático establece para Cuba de 27 centímetros en el ascenso del nivel del mar para el año 2050 y de 85 centímetros en el 2100.
En este marco la planificación física ha estado constantemente haciendo análisis, primeramente de los asentamientos que tendrían un impacto por efecto de cambio climático, así como el nivel de peligro que tiene para los mismos, atendiendo a su proximidad y características de la costa.
“Nuestro trabajo ha tenido una serie de análisis, vinculados a la búsqueda de soluciones, que pueden ser desde el punto de vista de un acomodamiento en el mismo lugar buscando mayores alturas y la relocalización , que constituye una de las más difíciles para la población debido a los hábitos y costumbres”, declaró el directivo.
Además mencionó el tema de las demoliciones en las zonas donde el impacto es más fuerte y además el ejemplo que ha dado el Estado al abordar esta temática desde las instituciones e instalaciones estatales.
Por último destacó que es importante que haya una percepción del problema y un reconocimiento para tomar medidas en caso de ser necesarias.
Total de asentamientos afectables por el Cambio Climático——-121
Población afectable——-34,454
Viviendas afectables——–11 956
Viviendas temporales———3 646
Instalaciones afectables——.1 383
Asentamientos en la costa norte——67
Asentamientos en la costa sur——–54
Urbanos——55
Rurales——–66
El jefe del departamento de Investigación y Desarrollo del Instituto de Planificación Física expresó que a partir de este conocimiento se sabe cuáles asentamientos deben ser acomodados, relocalizados o regulados urbanísticamente que permitan a un menor costo lograr desactivar los asentamientos.
Medidas de adaptación:
- Asentamientos con algún tipo de acción de adaptación hasta el 2016: 93
- Asentamientos con medidas de reubicación hacia zonas más protegidas: 65
- Asentamientos con planes parciales para la reubicación de la vivienda: 25
- Asentamientos con reubicación total fuera del borde costero: 22
- Asentamientos con medidas de reacomodo, rehabilitación y protección: 56
- Asentamientos regulados: 121
El último momento de la Mesa estuvo dedicada a conocer las acciones que desarrolla la Defensa Civil en el país para mitigar los efectos del cambio climáticos en los asentamientos costeros. En este sentido el Teniente Coronel de la Reserva Wilfredo Cobas Dávila, jefe del departamento de operaciones del Estado Mayor de la Defensa Civil dijo que ante todo es imprescindible comprender el riesgo para poder gestionar su reducción de manera progresiva y ordenada.
“Estamos hablando de unos 272 asentamientos costeros en los que viven 193 mil personas. Las mismas están expuestas a las inundaciones costeras pero también a los desbordamientos de los ríos o sus viviendas se ubican a aguas debajo de las presas”, concluyó.
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