Universidad 2018: Sin educación no hay desarrollo, ni futuro
Por: Manuel Alejandro Hernández Barrios
Fotos de Roberto Garaicoa
Emisión: 13/02/2018
Las visiones de la universidad en Latinoamérica y España, su papel en la sociedad actual, las metas de desarrollo hacia el 2030, la incidencia de las instituciones académicas en la región y en el mundo fueron algunos de los temas abordados en el espacio televisivo Mesa Redonda de este martes 13 de febrero.
Los invitados de esta emisión son participantes de la vigésimo segunda edición del congreso Universidad 2018 que por estos días se celebra en La Habana y en el cual se repasan los grandes temas de la agenda de desarrollo 20/30 y se conmemoran los venideros cien años de la Reforma de Córdoba.
El doctor Roberto Villers Aispuro, director general académico de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) de México, refirió que las universidades tienen como compromiso social participar en el desarrollo de la sociedad en las cuales se insertan.
En las universidades trabajan especialistas por disciplinas. Ahora hay que trabajar de manera integrada los 17 objetivos de desarrollo que se ha impuesto la agenda mundial, los cuales se tienen que atender de manera holística, y que están orientados a problemas de la humanidad, lo que obliga a repensar la forma en que las universidades están desarrollando sus funciones de docencia, de manera que sea más abierta, flexible e integrada, en donde los jóvenes puedan interactuar en diferentes disciplinas que son totalmente integrales. Del mismo modo la investigación tendrá que enfocarse en problemas totales y no en temas demasiado especializados.
Comentó que los problemas actuales de la universidad son integrados, totales, lo que los hace mucho más complejos, lo que obliga al trabajo en colaboración, en alianzas, entre universidades, entre países, entre regiones.
Hay que ser crítico con la facilidad de acceso al conocimiento que ofrecen las nuevas tecnologías
Por su parte el doctor Segundo Píriz Durán, expresidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), rector de la Universidad de Extremadura en España, recordó que en el país ibérico la Universidad de Salamanca ya cumple los 800 años, pero necesita mejorar como todas las universidades y cambiar.
Mencionó que hoy en España existe una buena universidad, donde los jóvenes tienen los mejores medios para formarse y para hacer más prácticas dentro y fuera de la universidad. En ese sentido se ha impuesto que los estudiantes realicen periodos de prácticas. Describió que el nivel formativo en España es bueno, la tasa de rendimiento académico aumentó un 23 % en las universidades públicas en los últimos cinco años.
Sin embargo, ha habido carencias, la crisis provocó una reducción del presupuesto para investigaciones en la educación superior. Se han perdido 7 mil 500 trabajadores, 3 mil 500 profesores, 4 mil compañeros del personal de administración y servicios. Los precios públicos todavía son altos. Ejemplifico que en Andalucía se ha abierto matrícula gratuita con una contraprestación del gobierno regional hacia las universidades.
Consideró que las nuevas tecnologías de la información son herramientas para transmitir el conocimiento, están transformando la sociedad en general y transformarán la universidad en particular. Más del 90 % de los profesores españoles utiliza el campus virtual. Con las nuevas tecnologías se accede mejor y más fácil al conocimiento el cual hay que ordenarlo, clasificarlo, ser crítico con la información que se analiza.
Hay que crear un espacio latinoamericano de Educación Superior
Álvaro Maglia Canzani, secretario ejecutivo de la Asociación de Universidades Grupo Montevideo (AUGM), recordó que durante la primera conferencia regional de Educación Superior de 1996 celebrada en La Habana se anunciaron el primer conjunto de elementos que deberían cambiar y transformar la universidad, los cuales fueron ratificados en la Conferencia Mundial de Educación Superior de 1998 promovida y organizada por la UNESCO.
De entre aquellos elementos destacó que no hay calidad si no hay pertinencia, la calidad no es un ente abstracto, tiene que ver con cómo se genera el conocimiento para transformar cada realidad.
Criticó que los rankings miden lo que quieren y no lo que necesitan medir y ejemplificó que ninguno mide el compromiso social de la universidad. Los rankings donde aparecen las mejores universidades del mundo solo demuestran que esas universidades son mejores para realidades abstractas, no para realidades concretas.
Sin embargo, hay proyectos como el mapa de la educación superior que revela cuestiones que le interesan a Latinoamérica. La calidad debe ser pertinente. Definió que una universidad con calidad debe dar respuesta a los problemas de las sociedades y pueblos.
Adelantó que América Latina y el Caribe vienen trabajando en la creación de un espacio latinoamericano de Educación Superior que será un ámbito para estar juntos, trabajando en la creación de un espacio que vea a la Educación Superior como un tema de desarrollo y transformación para la región.
La universidad debe ser capaz de ayudar a la sociedad
El ex rector de la Universidad Nacional de Córdoba, Francisco Tamarit, Coordinador General de la Conferencia Regional de Educación Superior de América Latina y el Caribe 2018, consideró que la Reforma de Córdoba no se quedó en el evento puntual de 1918, sino que ha sido una construcción colectiva que se diversificó en diferentes realidades y fue tomando cuerpo en cada uno de los países. Recordó que una de las principales exigencias de los jóvenes de Córdoba fue exigir una universidad latinoamericanista.
Señaló que estamos en un momento que requiere una revisión profunda del sentido, del objetivo y la misión de la universidad. Reflexionó que quizás la principal falla del sistema universitario latinoamericano es que quizás no se integró como tal, se ha ganado mucho en integración y cobertura, pero está latente la deuda de imaginar una universidad capaz de ayudar a la sociedad.
Definió que la universidad, sus profesores y alumnos deben sentirse parte de lo que sucede en todas partes de la región, porque no hay futuro próspero para América Latina sino es de forma mancomunada y cooperativa, pero tampoco habrá un buen destino sino se piensa desde las universidades y la educación superior.
Planteó la necesidad de discutir cuáles son los problemas de América Latina a cien años de la Reforma de Córdoba. Y citó algunos entre ellos: no tiene un modelo sustentable de desarrollo, no discute qué es el desarrollo o qué es la sostenibilidad, existen serios problemas de derechos, existen problemas de desarrollo humano, social, económico, problemas de intolerancia que nos dificulta poder vivir aceptando la diversidad cultural que es una riqueza que tiene la región y todavía es una región poco integrada, la Patria Grande sigue siendo una deuda de todos.
Estas son épocas de movilidad
El rector de la Universidad de Extremadura en España, Segundo Píriz Durán, razonó que probablemente seamos la primera generación que consiga erradicar la pobreza del mundo, pero la última que tenga la posibilidad de que el mundo no sea un desastre y sea habitable para las generaciones futuras. Mal invento hemos hecho si no legamos un mundo en el que se pueda vivir.
Subrayó que la universidad tiene que comprometerse e implicarse, porque si se hunde un solo país porque su universidad no supo trabajar para su sociedad, entonces los demás países se hundirán también. La universidad no solo tiene la responsabilidad de preparar buenos profesionales, sino que esos ciudadanos deben ser responsables, críticos, que colaboren con el progreso de la sociedad en la que vive.
Citó que la universidad del siglo XXI o es internacional o no es universidad. Latinoamérica debe hacer ese esfuerzo de integración regional, pero no debe olvidar al mundo en su totalidad. El intercambio constante de estudiantes rompe muros en una época en que algunos quieren levantar muros. Estas son épocas de movilidad.
Destacó que la universidad lleva siendo, desde hace mucho tiempo, el principal ascensor social. Informó que tres cuartas partes de los estudiantes universitarios que van a Europa son la primera persona de su familia que accede a la universidad y que viaja por primera vez. Esto supone un cambio y unas transformaciones importantísimas para formar personas cultas, solidarias, libres, que critiquen, que ayuden a progresar los pueblos y las sociedades, algo fundamental para el desarrollo de la humanidad.
Lo internacional no debe ser la moda
Sobre la integración que promueve el Grupo de Montevideo, su secretario ejecutivo, Álvaro Maglia Canzani, expresó que tiene que ver con pensar que el norte no es el horizonte al que se debe aspirar necesariamente, sino que hay que aspirar a una cooperación global, mundial.
Es necesario intercambiar entre regiones, pero hay que prestar atención a generar intercambio dentro de la propia región latinoamericana y que ésta también sea objeto de la venida de estudiantes internacionales, porque es la región que menos estudiantes internacionales recibe, un paradigma que hay que cambiar.
La universidad no debe aislarse ni en sí misma, ni de la sociedad a la que pertenece, ni del mundo. Lo internacional no debe ser la moda, sino que debe ser parte de una estrategia consustancial a las universidades del medioevo. El fin último de la internacionalización es que el conocimiento es y debe ser universal. Además, ese conocimiento debe estar relacionado con los problemas de desarrollo, con las empresas, el medio social.
Aludió, en homenaje al fundador del Grupo de Montevideo, que la Asociación de Universidades Grupo Montevideo es un espacio académico común ampliado, lo cual quiere decir que la universidad debe estar relacionada, debe compartir y cooperar con el entorno.
¿Cómo debe actuar la educación superior en la región?
El Coordinador General de la Conferencia Regional de Educación Superior de América Latina y el Caribe 2018, Francisco Tamarit, mencionó que el principal objetivo de la conferencia Universidad 2018 es tener un posicionamiento claro de la región de cara a los próximos encuentros mundiales.
La región siempre ha defendido unos principios básicos. Para América Latina la educación superior es un derecho humano y universal, es un bien social y es una responsabilidad de los estados.
El principal desafío que se impone es salir de las declaraciones que se puedan hacer y hacer efectivos los deseos. Ese debe ser el eje de un plan de acción a diez años al cual toda la región comprometa a sus estados, gobernantes y ciudadanos. La universidad debe ser el actor de transformación de la humanidad toda. Se está de acuerdo en lo que no se quiere, pero es importante definir los instrumentos para salir de esos vacíos con responsabilidades concretas que permitan la integración, que genere movilidad y una agenda de resolución concreta de los problemas.
Universidad, sociedad y gobierno deben trabajar juntos
El director general académico de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, Roberto Villers Aispuro, distinguió que el deseo de todas las universidades de trabajar de manera cualitativa es una cualidad del conocimiento que es universal y más cuando vivimos en una sociedad de tiempo real en la que el conocimiento se comparte en segundos.
Se ha caminado en diferentes caminos: la universidad, la sociedad y el gobierno. La agenda 20/30 dice en su objetivo 17 que se debe trabajar de manera conjunta. Las universidades son muy afines, pero hay que ir a la par de los gobiernos. Desde la declaración de 2008 se sentenció que la universidad es un bien público, por ello es una responsabilidad de los estados nacionales, de los gobiernos, por ello deben ir juntos.
…yo digo mas …sin libertad y tolerancia no hay educacion posible…
Tengo dos primos ingenieros y uno vende ron y cigarros y el otro algo parecido,de esta manera tampoco hay desarrollo,que sentido tiene estudiar tanto si despues tus conocimientos no son utilizados