FAO en Cuba: 40 años de colaboración y compromiso mutuos
Por: Manuel Alejandro Hernández Barrios
Foto de Roberto Garaicoa
Emisión: 28/02/2018
La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) tiene desde 1968 una oficina en Cuba y desde el 28 de febrero de 1978 se estableció oficialmente la representación de la FAO en Cuba.
A las relaciones entre esta representación y las instituciones académicas, gubernamentales y las vinculadas con la agricultura estuvo dedicado el espacio televisivo Mesa Redonda de este miércoles 21 de febrero.
El señor Marcelo Resende, nuevo representante de la FAO en Cuba, recordó que Cuba es uno de los países fundadores de la organización, hace 50 años se abrió la oficina de la FAO en Cuba y desde hace 40 tiene representación oficial en el país.
Cuba ha sido un ejemplo para el mundo al lograr combatir el hambre, promover la agricultura y democratizar el acceso a la tierra. La Revolución Cubana arrancó justamente con el proceso de la Reforma Agraria, una idea fundamental de la FAO que intenta desarrollar la agricultura a través de la democratización del acceso a la tierra.
FAO participa en el proceso de desarrollo de la agricultura en Cuba contribuyendo con los temas alimentarios y de seguridad alimentaria. Sin embargo, la FAO aprendió más de Cuba que viceversa, aun cuando la FAO brindara la asistencia técnica. Cuba es un ejemplo en el mundo en el tema del combate del hambre, en el combate al cambio climático y a los huracanes, la sequía. Por ello Marcelo Resende consideró que Cuba es un ejemplo para la cooperación internacional, pues el país brinda asistencia técnica en todo el mundo también, por tanto, el contexto de las relaciones entre la FAO y Cuba siempre ha sido de cooperación y colaboración.
Resaltó que Cuba destaca por el enfrentamiento al cambio climático y los desastres naturales y el resguardo de las semillas. La FAO colabora con asistencia técnica, con recursos, con semillas.
Comentó que aún en el mundo existen ochocientos millones de personas con hambre cuando se dispone de tanto alimento. La voluntad política de Cuba combate que ningún niño cubano tenga que dormir con hambre, aun siendo un país con un embargo económico, con las dificultades de ser una península insular que necesita importar muchos alimentos. El hambre en Cuba no es un problema. La victoria de Cuba en ese sentido está en las políticas sociales creadas y aprobadas por la voluntad política del país para garantizar el derecho humano a la alimentación.
En otro momento de la Mesa Redonda reconoció la fuerte labor de colaboración de Cuba con la cooperación Sur-sur, que ya Cuba venía ejerciendo desde que hizo del Internacionalismo uno de los principios que marcan a la Revolución.
La FAO pretende que Cuba internacionalice sus experiencias en la agricultura urbana y suburbana, en los temas biogenéticos. Recordó la visión futurista y adelantada de Fidel Castro, que se preocupó por encontrar alternativas más nutritivas para la alimentación animal y otras plantas de pasto y forraje.
¿Qué tipo de proyectos de colaboración existen entre Cuba y la FAO?
Por su parte, Leonardo Pérez Mesa, jefe del departamento de relaciones internacionales del Ministerio de la Agricultura, refirió que la FAO es uno de los principales beneficiarios y aportador de la agricultura en Cuba.
Señaló que estas cuatro décadas de trabajo de la FAO en Cuba han estado encaminadas a la solución de problemas inmediatos y a la contribución en el trabajo de definición y planificación para resolver las necesidades alimentarias del país y de su agricultura.
Agregó que en la actualidad esta colaboración está plenamente integrada al plan de desarrollo de Cuba hasta el 2030 y se imbrica con los lineamientos de la política de Cuba. La agricultura cubana ha sido beneficiaria de importantes experiencias y conocimientos a lo largo de estas cuatro décadas. Ha significado un importante aporte sobre todo en la capacitación del personal de la agricultura.
Entre los proyectos de colaboración y asistencia mutua destacó las colaboraciones de Cuba con países de África, de América Latina, sobre todo con Venezuela y el más reciente con Haití, en los cuales Cuba siempre aporta la experiencia para el desarrollo de determinados programas agrícolas y agropecuarios.
Con la colaboración de la FAO se han implementado proyectos hacia la reducción de la inseguridad alimentaria y lograr el desarrollo de la agricultura en zonas rurales; garantizar un marco regulatorio, formativo y favorable para la alimentación, la agricultura y la actividad forestal; garantizar el incremento sostenible del suministro y la disponibilidad de los alimentos; conservar y fortalecer la base de los recursos naturales y generar conocimiento sobre la alimentación y la agricultura.
Los venideros programas estarán dirigidos a la producción sostenible de alimentos, de semillas, de alimento animal, la adaptación al cambio climático, el manejo sostenible de los recursos naturales, la sanidad, calidad e inocuidad de los alimentos y la colaboración Sur-sur.
El interés de la colaboración es hacer que la producción de alimentos, no solo sea suficiente, sino que sea sostenible en el tiempo. Se pretende lograr una mayor cultura de uso racional del agua y trazar políticas relacionadas con esta intencionalidad.
Cada año se realizan cursos con el objetivo de ayudar a implementar en la agricultura cubana prácticas agroecológicas que permitan la protección de los suelos, del medioambiente, y el incremento de las producciones agrícolas. Otros proyectos de gran relevancia son los relacionados con el enfoque de género y el empoderamiento que se le da al papel de la mujer dentro de los procesos productivos.
CENSA, referencia para la calidad e inocuidad de los alimentos
La doctora en ciencias agrícolas Ondina León Díaz, directora del Centro Nacional de Sanidad Agropecuaria (CENSA), explicó la experiencia de ese centro, su relación de colaboración con la FAO, organización que está presente en todos los eventos, talleres y cursos de todos los centros científicos del país.
Ejemplificó que en 1996 la FAO ayudó a la creación del laboratorio de referencia para la calidad e inocuidad de los alimentos. Contribuyó a la adquisición de insumos y en la capacitación del personal. Esto ha permitido que el laboratorio tenga una alta competencia con 21 ensayos acreditados.
En 1999 comenzó el proyecto de diagnóstico de la peste porcina clásica, una enfermedad que aún no se ha logrado erradicar en el continente, pero se ha trabajado en el desarrollo de tecnologías que permitan el desarrollo rápido y oportuno de los análisis epidemiológicos que impidan el desarrollo del virus en el país. Gracias el proyecto de estudio del genoma del virus de la peste porcina se ha creado una vacuna a través de los genes para enfrentarla. Este proyecto se ha hecho extensivo hasta países como Haití y República Dominicana.
El CENSA colabora además con Panamá en el tema del manejo de plagas en cultivos importantes de ese país. Además, el centro en integración con el Ministerio de la Agricultura intercambia experticia en el tema de la resistencia antimicrobiana.
Una FAO menos burocrática y más comprometida
Respecto a la XXXV Conferencia Regional de la FAO para América Latina y el Caribe que tendrá lugar del 5 al 8 de marzo en Jamaica, el representante de la FAO en Cuba, Marcelo Resende, expuso los cinco temas claves que allí se debatirán.
Entre ellos están el compromiso político de la región para erradicar el hambre hasta el 2025, erradicar el sobrepeso y la obesidad que se ha convertido casi en una epidemia. Otro tema es la pobreza rural en donde la población es más vulnerable. También se comprometerá a las naciones con la agricultura sostenible y el diálogo para enfrentar el cambio climático.
Añadió que la FAO, en su nueva concepción, pretende salir cada vez más de su propia burocracia y adentrarse en la realidad de los países para conocer cuáles son las verdaderas realidades de los objetivos de desarrollo del milenio.
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