Por Aniel Santiesteban García

Fotos de Roberto Garaicoa

Emisión: 17/05/2018

Desde los años pre revolucionarios, los campesinos estuvieron al lado de las fuerzas rebeldes con su apoyo imprescindible.

El 17 de mayo de 1946, asesinos a sueldo ultiman en su finca al campesino Niceto Pérez, en la zona de El Vínculo, en la provincia de Guantánamo, al extremo oriente de Cuba, motivo suficiente para escoger esta fecha en recordación a su apoyo, y celebrar el Día del campesino cubano.

El espacio televisivo Mesa Redonda dedicó su emisión de jueves a rememorar figuras y acciones del campesinado cubano destacadas.

El espacio televisivo Mesa Redonda dedicó su emisión de jueves a rememorar figuras y acciones del campesinado cubano destacadas, con la participación del Lic. Heberto Norman Acosta, Investigador de la Oficina de Asuntos Históricos, Felipe Guerra Matos, Combatiente y Primer Capitán del Ejército Rebelde y la M.Sc. Sissi Abay Díaz, también Investigadora de la Oficina de Asuntos Históricos.

“El destino definitivo de la Revolución cubana recibió siempre la influencia  campesina”, dijo el Lic. Heberto Norman Acosta, Investigador de la Oficina de Asuntos Históricos.

“La Sierra Maestra recogía condiciones físicas y sociales para apoyar la lucha guerrillera y junto a la clase obrera, los campesinos eran los indicados, en ellos se depositaba una confianza inigualable”, agregó.

Norman recordó que en la expedición del Granma quienes participaron, en su mayoría, procedían de las ciudades; a partir de Alegría de Pío se recibe la ayuda, la solidaridad de los campesinos en la intención de salvar a los sobrevivientes.

“El 25 de diciembre, cuando Fidel ya había logrado reunir un grupo de hombres para adentrarse en la Sierra Maestra, en la finca de Mongo Pérez, se realiza una revisión a las armas con que se contaba y se suman al grupo Crescencio Pérez, Guillermo García, y otros campesinos”, detalló.

Norman Acosta relató, con énfasis en el agradecimiento mutuo del Ejército Rebelde por los campesinos y de estos por las fuerzas rebeldes.

Norman Acosta relató, con énfasis en el agradecimiento mutuo del Ejército Rebelde por los campesinos y de estos por las fuerzas rebeldes, que en la propia casa de Ramón (Mongo) Pérez se firmó una carta por los expedicionarios, especialmente por la figura clave de la lucha en la Sierra que constituyó el Comandante Fidel, y luego fue entregada a los campesinos como muestra de gratitud.

“La carta decía:”, agrega, “…la ayuda que hemos recibido de él (refiriéndose al apoyo del campesino Mongo), y de muchos como él en los días más críticos de la Revolución, es lo que nos alienta a seguir la lucha con más fe que nunca, convencidos en que un pueblo como el nuestro merece todos los sacrificios. No sabemos cuántos de nosotros caeremos en la lucha, pero aquí quedan las firmas de todos nosotros como constancia de infinito agradecimiento”.

“Fidel comprendió que en el desarrollo de la lucha guerrillera era sumamente necesario incorporar sus fuerzas no solo al medio físico que constituía la Sierra Maestra, sino también al medio social que eran los campesinos”, apuntó. “A partir de aquí la fuerza en la Sierra fue mayor, fue heterogénea”.

Felipe Guerra Matos, Combatiente y Primer Capitán del Ejército Rebelde pertenecía a una familia acomodada, pero era una persona del campo de la entonces provincia de Oriente.

Guerra Matos recordó que fue Celia, quien antes del desembarco contactó con un grupo de campesinos, entre ellos Crescencio Pérez, quien junto a sus hijos desarrolló un excelente trabajo.

Guerra Matos recordó que fue Celia, quien antes del desembarco contactó con un grupo de campesinos.

“De esta etapa debe señalarse no solo que el campesinado ayudó a Fidel y la guerrilla, sino que aprendimos de ellos a querer a los campesinos, a cuidar que no se cometiera ningún acto de injusticia”, dijo.

“Era muy difícil encontrar una familia que no apoyara al Ejército Rebelde, es el caso de todos los que se incorporaron a la lucha, por ejemplo, Jacinto Peñate, en La Jeringa, Lucas Castillo, en Santo Domingo y Epifanio Díaz, en El Jíbaro. Así, muchos que se unieron a la guerrilla en toda la región de la Sierra”, relató el luchador revolucionario.

El espacio televisivo también aclaró cuestiones relacionadas a la Ley de Reforma Agraria, en su 59 aniversario de firmada.

“A partir del año 1959, todos los acontecimientos en la Sierra Maestra norman la relación entre el Ejército Rebelde y el campesinado y se relaciona directamente a la futura Ley de Reforma Agraria”, explicó la M.Sc. Sissi Abay Díaz, también Investigadora de la Oficina de Asuntos Históricos.

“La Reforma Agraria es el punto culminante de una etapa y a la vez, el inicio de otra”, apuntó. “Se implementa desde aquí otro desarrollo o caracterización de la ley que cambia el sistema del agro cubano”.

Vegas de Jibacoa es otro sitio relacionado a la lucha en la Sierra. Sissi Abay explicó también que desde el inicio del año 1958, el mando del Ejército Rebelde busca reciprocar esa relación que había tenido con el campesinado concretándola en leyes.

Sissi Abay explicó también que desde el inicio del año 1958, el mando del Ejército Rebelde busca reciprocar esa relación que había tenido con el campesinado concretándola en leyes.

“A través de reglamentos se normaría lo que ya se había hecho en enero, por medio de un pequeño censo, la repartición de ganado y tierras, otra forma de agradecimiento a la dedicación de los campesinos previo al triunfo”, añadió la investigadora.

Heberto Norman, Felipe Guerra y Sissi Abay coincidieron en que el apoyo antes y, sobre todo, después del triunfo de Fidel al campesinado nunca faltó, recordaron momentos en los que estuvo horas hablándoles, preocupado por su situación.

Norman apuntó: “Hablamos de las acciones de autopreparación de la guerrilla y la participación del campesinado, pero debe destacarse que de las experiencias de los campesinos también se nutrió el Ejército, fue una relación entrañable”.