La biotecnología y el sistema de salud cubano en su batalla contra la COVID–19 (+ Video)
Por: Randy Alonso Falcón, Oscar Figueredo Reinaldo, Yunier Javier Sifonte Díaz, Lissett Izquierdo Ferrer, Lisandra Romeo Matos, Dinella García Acosta, Deny Extremera San Martín, Lisandra Fariñas Acosta
Aunque por el momento no existe una vacuna preventiva o tratamiento específico para el nuevo coronavirus SARS–CoV–2, causante de la COVID–19, la industria farmacéutica cubana garantiza la producción de fármacos ya probados y con alta eficacia como el interferón alfa 2b humano recombinante, además de otros medicamentos que forman parte del protocolo para atender a pacientes con esta enfermedad y las complicaciones que pudieran derivarse.
El ministro de Salud Pública, Dr. José Ángel Portal Miranda, y directivos del Minsap, el grupo empresarial BioCubaFarma y el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) comparecieron este viernes en la Mesa Redonda para informar sobre la situación actual de la enfermedad en el país y las acciones que desde la ciencia se realizan para garantizar el tratamiento a los enfermos y la futura inmunización a mediano plazo.
Nunca el mundo ha enfrentado una enfermedad respiratoria infecciosa como esta
En el inicio del espacio televisivo, el ministro de Salud Pública se refirió a un tuit del director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en el cual afirmaba que “la pandemia ha puesto nuevas presiones y responsabilidades en los Estados, las comunidades y los individuos”.
Aunque la alerta ha sido constante, reiteró que “es bueno que la población entienda que nunca el mundo ha enfrentado una enfermedad respiratoria infecciosa como esta, que está diezmando comunidades, la economía, y causando considerable sufrimiento humano”.
Portal Miranda informó que este viernes, en el grupo temporal de trabajo presidido por el presidente Miguel Díaz-Canel y el primer ministro Manuel Marrero Cruz, en videoconferencia con todas las provincias se hacía alusión a la crisis sanitaria, económica y política desatada en muchos países por la pandemia, la cual constituye un desafío para el mundo y para Cuba, sometida al bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos, que dificulta el acceso a los recursos para el enfrentamiento a la COVID–19.
“Es una enfermedad que puede detenerse; tenemos confianza en que Cuba puede hacerlo, pero hay que lograr que la estrategia y el plan trazado por el país se cumplan de manera eficaz. El éxito está en que todas las acciones se concreten y se cumplan con calidad para tener el resultado esperado”.
Portal Miranda precisó que entre las lecciones que esta pandemia ha dejado a nivel internacional están “el compromiso y la voluntad que se necesitan del pueblo para su contención, así como la velocidad con que actúen Gobiernos y población”.
181 países reportan casos confirmados de la COVID-19
Al cierre de este jueves 9 de abril, las estadísticas oficiales reflejaban que 181 países reportan casos confirmados (179 con transmisión), con 1 476 819 contagiados y 87 816 fallecidos. La letalidad ha crecido hasta 5.95%. “Prácticamente el 6% de las personas que enferman, fallecen por la enfermedad”.
La pandemia se concentra en Estados Unidos, país que tiene el mayor número de casos: 432 132, con 14 817 fallecidos. Le siguen España, Italia, Alemania, China y Francia. “Ya han reportado casos el 93% de las naciones”.
En las Américas, los 35 países y 15 territorios de ultramar han reportado casos: 497 200 confirmados (el 33.6% de la cifra mundial), con 17 082 fallecidos y una letalidad de 3.44%. Los mayores reportes se encuentran en EE.UU., y siguen Canadá, Chile, Ecuador, Perú, México, Panamá, República Dominicana y Colombia. “Todos estos países superan la cifra de 2 000 contagios cada uno”.
“No es un problema resuelto, sino que sigue afectando a casi todos los países y hay que enfrentarlo de manera significativa”, dijo Portal Miranda.
Ministro de Salud: En los próximos días podrían aparecer más casos positivos
En el caso de Cuba, informó que al cierre de este jueves 9 de abril, en el país estaban ingresados 1 867 pacientes (150 bajo vigilancia, 1 217 sospechosos y 496 confirmados).
Aclaró que “estos números se refieren a quienes se encuentran en los centros de hospitalización para casos confirmados y sospechosos. Hay más personas en los centros de aislamiento, así como otras que están bajo vigilancia por tratarse de contactos”, por lo que la cifra total supera las 7 000 personas en los diferentes tipos de instituciones en el país.
Para la COVID–19 se estudiaron el jueves 1 298 casos. “Llevamos varios días incrementando el número de muestras, para llegar no solo a pacientes sospechosos, sino desde muy temprano a los contactos (y a los contactos de los contactos)”, especificó.
Hay un dato significativo: están siendo diagnosticados individuos asintomáticos y que están dando positivo, “lo que demuestra la oportunidad con la que se están realizando las pruebas”.
No obstante, incluso así puede haber personas asintomáticas que se encuentren transmitiendo la enfermedad; “de ahí la importancia del distanciamiento social”, subrayó.
Del total de casos estudiados el jueves, 49 muestras fueron positivas. “Esa discreta disminución (luego de 61 y 58 los días precedentes) no significa la solución del problema; al contrario, se siguen buscando casos. El país ya acumula 12 023 muestras analizadas, con 564 casos positivos”.
Ninguno de los 49 pacientes confirmados el jueves tienen fuente de infección en el extranjero. De ellos, 32 fueron contactos de casos confirmados; 16, contactos de viajeros procedentes del exterior, y uno en el cual se investiga la fuente de transmisión.
Portal Miranda insistió en que en los próximos días podrían aparecer más casos positivos. “Debemos esperar que sigan apareciendo”. Sin embargo, llamó la atención sobre la cantidad de personas que continúan saliendo a la calle, sin tener conciencia del peligro que representa para sí mismas y para sus familias exponerse al riesgo.
“Se están buscando todos los casos, pero puede haber algunos que no sean identificados, pues no tienen expresión clínica; cualquiera está expuesto a contraer la enfermedad. Lo más importante es tomar conciencia y actuar de manera colectiva para reducir la velocidad de transmisión. Eso solo se logra con mucha disciplina”.
Hizo alusión a un ejercicio realizado hace días con personal de aseguramiento a un evento, quienes fueron interrogados sobre qué entendían como percepción de riesgo. La respuesta fue casi unánime: “Es estar asustado”.
La percepción de riesgo –explicó– “es tener conciencia sobre las causas y consecuencias de determinados comportamientos que puedan suponer un peligro para la persona y quienes están a su alrededor.
“Es conocer cuáles son los síntomas de la enfermedad, el período de incubación, la importancia de acudir al médico cuando se presentan síntomas respiratorios, así como informar cuando existen contactos. Ahí es donde se gana, que las personas comprendan hasta dónde se puede estar expuesto”.
La batalla se gana con el contacto mínimo entre personas
El ministro de Salud Pública recordó que han fallecido personas por ocultar síntomas o acudir tarde al médico, mientras que otras se han expuesto en fiestas y en juegos de dominó, por ejemplo. “Se están exponiendo, porque nadie sabe quién puede ser portador de la enfermedad. Debemos entender que la batalla se gana con el contacto mínimo entre personas”.
Se refirió a lo expuesto este jueves en la Mesa Redonda, dedicada a los avances de la ciencia y de cómo se ponen en función de la salud.
En ese espacio televisivo, el decano de la Facultad de Matemática y Computación de la Universidad de La Habana, Raúl Guinovart Díaz, compartió los pronósticos y el modelaje de un futuro previsible de la evolución de la COVID-19 en Cuba.
“Si todos logramos entender cuál es el pronóstico, tenemos que entender también cuán rápido se debe actuar en el cumplimiento de las medidas propuestas”.
En el caso de Cuba, los modelos plantean tres escenarios posibles: favorable, medio y crítico.
“Que el escenario sea el favorable depende de todos, y si la población no participa activamente de manera disciplinada, estaremos caminando hacia el más desfavorable y, desgraciadamente, llevaría a un mayor número de enfermos y de muertes, porque hay pacientes que, a partir de la propia comorbilidad y reacción a la enfermedad, no logran rebasarla ni pueden ser salvados en las salas de terapia”, dijo Portal Miranda.
“Es importante que cada uno de nosotros pueda participar en lo que se hace para revertir esa tendencia. Aun con la tecnología, las pruebas de diagnóstico, el pesquisaje intensivo, es preciso que se comprenda que el crecimiento del número de enfermos depende de la interacción entre los grupos de personas sanas y enfermas.
“Por ello insistimos en que salvar vidas y reducir contagios solo es posible si cortamos la cadena de transmisión, y para hacerlo es necesario que se declaren los síntomas y se acuda inmediatamente a los servicios de salud”.
A un mes de la COVID-19 en Cuba
Portal Miranda aseguró que en Cuba no se han improvisado medidas, y todas han contado con el respaldo de un grupo de expertos y un grupo intersectorial que, desde varias ramas de las ciencias sociales y aplicadas, han estado laborando constantemente para adelantarnos al riesgo y que, además, son fruto de un análisis sistemático de la situación del país.
“Desde el primer momento, el plan nacional previó poner la ciencia en función del enfrentamiento en Cuba a esta enfermedad. La variable más difícil de controlar –insistió– está vinculada con el número de personas asintomáticas, el cual se desconoce. En la medida en que avancemos en las pesquisas, se podrá abarcar más.
“Repetimos una vez más la importancia del distanciamiento social y la responsabilidad ciudadana. Es hora de ser menos egoístas y ser muy responsables por el bien común que es la salud, pues todos somos susceptibles de enfermar”.
El ministro de Salud Pública apuntó que, pasados 30 días de que se anunciara el primer caso en Cuba (11 de marzo de 2020), al cierre del jueves 9 de abril se reportaban 564 casos, con predominio del sexo masculino (52%).
La tasa de incidencia es de 4.6 por cada 100 000 habitantes, y el país reporta un patrón de casos graves por debajo de como se ha comportado en otras naciones. “Nos hemos mantenido en alrededor del 9% de casos graves, mientras que el 5% son críticos”.
Según la explicación del ministro, existen varias hipótesis relacionadas con las tecnologías aplicadas en el diagnóstico temprano, por ello insistió en que la población acuda a los servicios de salud ante el mínimo síntoma.
Lamentablemente –agregó– han fallecimiento 15 personas (muchas de ellas con patologías importantes), para una letalidad de 2.7%.
“Hay personas por las que pudiéramos haber hecho más, pero llegaron tarde a los servicios de salud o no informaron sus síntomas, sin tiempo siquiera para poder estar en una terapia”, dijo.
El grupo más afectado es el de 55 a 59 años de edad (11.4% de los casos), seguido del de 45 a 49.
“Esto habla de que no es una enfermedad solo de personas mayores; hemos tenido también casos de niños, jóvenes y adultos”.
El 60% de los casos ha correspondido a personas de 25 a 59 años, en la edad laboralmente activa, pero el 62% de los casos graves han sido adultos mayores, quienes presentan más enfermedades asociadas.
El 30% está entre 40 y 60 años. “Es también un grupo de riesgo porque también en esas edades hay padecimientos asociados que podrían complicar el cuadro clínico de la COVID-19”.
Portal Miranda precisó que, hasta el momento, se han recuperado 51 pacientes, y que ha habido pacientes en estado crítico que han logrado salvarse, algunos de ellos extranjeros.
Precisó que en próximos días habrá mayor número de altas médicas. “Hemos querido estar seguros antes de dar el alta. Se requiere que el test sea negativo en el plazo de 15 días, y luego una permanencia de 15 días más bajo estricta vigilancia en el hogar, para asegurar que en dos periodos de incubación el paciente no ponga en riesgo a nadie”.
Este viernes fueron evaluadas por el grupo técnico un número mayor de altas médicas. Dos de los pacientes diagnosticados en Cuba han sido evacuados, luego de presentar una evolución satisfactoria. Hoy se reportan seis personas en estado crítico y cinco graves. “Han disminuido ambos grupos, aunque siguen siendo de un alto riesgo”.
De acuerdo con el ministro de Salud Pública de Cuba, se han diagnosticado casos en todo el territorio nacional, aunque las mayores cifras se reportan en La Habana, Ciego de Ávila, Villa Clara y Matanzas.
Del total de diagnosticados en el país hasta el momento, 527 pacientes son cubanos y 37 extranjeros procedentes fundamentalmente de Francia, Canadá, China e Italia.
De los 527 cubanos confirmados, el 23% se infectaron en el exterior y el 76.7% (404) en el país: 392 de ellos fueron contactos de extranjeros y cubanos que regresaron del exterior, o de contactos de casos confirmados. Hay 12 casos en los que se sigue profundizando y buscando la fuente de infección.
Portal Miranda aclaró que aunque La Habana presenta el mayor número de casos, no es la que presenta la mayor tasa, debido a su densidad poblacional.
Por provincias, la tasa más alta es la de la provincia de Ciego de Ávila (64 casos, para 14.6 por 100 000 habitantes), seguida por el Municipio Especial Isla de la Juventud, La Habana, Villa Clara, Matanzas, Sancti Spíritus, Artemisa, Pinar del Río y Camagüey.
Cuba tiene una tasa de alrededor de 5 por 100 000 habitantes, y estas provincias están por encima de la media nacional.
Sobre el tema de la pesquisa activa, señaló que se trabaja de manera intensa, pero que mediante esta acción “no se va a resolver todo. Es necesario que la población participe. Continuamos dando seguimiento a las personas ingresadas y a quienes arribaron antes del cierre de frontera el 24 de marzo, además de aquellos que llegan al país luego de esa medida, remitidos a los centros de viajeros”.
“Sobre los centros de viajeros, llamamos a la comprensión. Pocos países han creado, como Cuba, capacidades para el aislamiento de las personas sospechosas. Y las personas deben entender que esta es una medida para proteger a la familia y la comunidad, con el fin de evitar la transmisión”.
Como se ha insistido, para la creación de esos centros se emplearon locales que no son hospitales, sino pertenecientes a otros organismos, los cuales, en conjunto con los Consejos de Defensa provinciales, han trabajado para que tengan el máximo de condiciones.
“Los hospitales están destinados a la atención de los casos más complicados y el resto de los servicios de urgencia, que no pueden detenerse”, explicó el ministro de Salud Pública.
Ha habido 12 episodios de transmisión local en el país
Acerca de los episodios de transmisión local en el país, precisó que ha habido 12 eventos activos en territorios como el consejo popular Camilo Cienfuegos, del municipio de Consolación del Sur, en Pinar del Río; en los consejos populares Carmelo y Cerro, de La Habana; en el consejo Naranjal, del municipio de Armando Mestre, de Matanzas.
Ciego de Ávila presenta tres eventos abiertos: Florencia, Venezuela y Turiguanó, en Morón. Camagüey reporta uno en Florida; Holguín, en Gibara, y la Isla de la Juventud en dos consejos populares.
“Estamos trabajando intensamente, y de manera cerrada, pero es un riesgo mayor para estos lugares. Estos eventos han acumulado 98 casos y 568 contactos que están en seguimiento. Por lo tanto, esto hace que el país se mantenga en etapa de transmisión autóctona limitada, pues los casos siguen estando concentrados en comunidades pequeñas, localizadas.
“No nos temblará la mano en cambiar de etapa, prácticamente todas las medidas de la etapa posterior las hemos ido adelantando y cada día analizamos qué más podemos hacer como país”, aseguró el ministro.
Sobre las medidas relacionadas con la cuarentena, dijo que implican la limitación rigurosa y la prohibición del movimiento de la población hacia y desde las zonas afectadas; el incremento de la pesquisa activa para la detección; el aislamiento y tratamiento oportuno de los enfermos, y la desinfección y otras medidas sanitarias claves en esos lugares, porque “tenemos que lograr que no se expanda el virus”.
Hasta esta jornada, 30 trabajadores de la salud han sido confirmados con la COVID–19: 16 médicos, 10 enfermeras, dos técnicos, una pantrista y un chofer de ambulancia.
“Algunos no han adquirido la infección en hospitales, pero no por ello es menos importante, al tratarse de personal de salud. En las instituciones sanitarias donde ha habido estas incidencias se han reforzado las medidas, y en algunos casos los contagios han tenido que ver con el manejo de pacientes que no informaron síntomas oportunamente, y otros con violaciones de normas”, dijo.
Solo un caso se ha reportado en estado crítico, un médico, que en las últimas horas ha evolucionado a grave y se mantiene su seguimiento por un grupo de expertos. El resto ha presentado una evolución favorable.
En otro momento de la Mesa Redonda, Portal Miranda destacó que las tareas de la ciencia, la innovación y el desarrollo han estado integradas desde un primer momento al plan nacional de prevención y enfrentamiento a la COVID–19,
“Esa integración se ha incrementado en la medida en que la situación epidemiológica del mundo y de la nación ha demandado una respuesta a mayores soluciones y mejores decisiones.
“No hay duda de que los resultados de los que hoy hablamos han estado vinculados a esa ciencia, no sólo en los pronósticos sino en la solución y tratamiento de las enfermedades”.
El grupo que coordina el componente científico y los grupos de expertos han estado integrados por prestigiosos profesionales, quienes laboran intensamente en la búsqueda de nuevas evidencias y el diseño de estudios que contribuyan a nuevas medidas de control.
“El país está en condiciones de aportar a la ciencia mundial a partir de sus investigadores”, concluyó.
Cuatro preguntas de la comunidad científica
Han pasado más de 100 días desde que apareciera en China el primer caso positivo de COVID–19, y esto es poco en términos de evidencia, pero mucho en materia de asistencia sanitaria; de ahí la complejidad de la situación, comentó en la Mesa Redonda la doctora Ileana Morales Suárez, directora de Ciencia e Innovación Tecnológica del Ministerio de Salud Pública (Minsap).
Al intervenir en el espacio televisivo, recordó que los expertos trabajan contrarreloj, “lo cual impone retos y una tensión en la cual cada día tenemos que superarnos”.
El 90% de las investigaciones del mundo gira en torno a cuatro preguntas. “Nunca antes, en un periodo tan breve, tantos científicos han estado pensando en un mismo tema”.
¿Cuál es la medida o las medidas más efectivas para tratar el nuevo coronavirus?, es una de esas preguntas.
La experta insistió en que una medida por sí sola no basta. “Se trata de un conjunto de acciones. Además, no es solo tenerlas, es cumplirlas bien y con calidad”.
Otras interrogantes están relacionadas con los medios de diagnóstico y el momento y el lugar oportunos para realizarlos, así como cuál es el tratamiento o la combinación terapéutica mejor, “partiendo de que hasta el momento no hay ninguna demostrada. Los tratamientos que hoy se están aplicando están sujetos a investigación, porque es una enfermedad nueva”.
Por último, ¿cuándo estará disponible la vacuna para combatir la COVID-19?
Un tema muy patente en el caso de Cuba ha sido el de las investigaciones. La realidad –precisó Morales– es que en el país todas las investigaciones que se están desarrollando no tendrían ninguna razón si no estuvieran dirigidas a impactar positivamente en los elementos epidemiológicos y asistenciales.
“La razón de ser de toda esta lucha es que las personas se enfermen menos y que quienes se enfermen no lleguen a agravarse y menos a fallecer. Ahí es donde estamos enfocados”.
Cuba apuesta por la prevención
Aunque aún no hay mucha evidencia científica sobre el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, en el mundo ya existen casi 900 publicaciones.
En el caso de Cuba, se ha creado un observatorio con la ayuda de Infomed, la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI) y la Universidad de La Habana (UH), así como una APK disponible para su descarga.
Además, existe una página web donde están disponibles las mejores revistas científicas y se elaboran boletines diarios para divulgar evidencias y las mejores prácticas mundiales.
En la conformación del algoritmo por el que Cuba está apostando para enfrentar la situación, trabaja diariamente un grupo clínico creado con profesionales de las ciencias sociales y aplicadas y los comunicadores.
“Se trata de la conjunción de muchos pensamientos y también la actividad de todo el personal de la salud”, apuntó Morales.
La doctora explicó que en la medida en que la escalera de intervenciones va subiendo, el nivel de complejidad de los servicios aumenta. Por ello, uno de los puntos más importantes es que el plan de acción del país empieza en la comunidad y termina en la comunidad.
“La mayoría de los países está hoy apostando por diagnosticar, no colapsar los servicios de salud y atender principalmente a los pacientes críticos y graves”.
Sin embargo, “el elemento innovador por el que Cuba apuesta, no solo ahora, es la prevención. Adelantarnos, detectar antes, aislar y pesquisar, son medidas que pueden dar un buen resultado si lo hacemos bien y todos cumplimos las orientaciones”, aseguró la directora de Ciencia e Innovación Tecnológica del Minsap.
Concretar tales acciones –continuó– depende del trabajo conjunto de toda la población, con el objetivo de ir “aplanando” la curva ascendente de contagios e impedir que se llegue al pico de la enfermedad, previsto para la primera quincena de mayo.
La pesquisa activa es una tecnología sanitaria para la cual Cuba cuenta con las infraestructuras y profesionales necesarios, incluidos el médico y enfermera de la familia y las estructuras de la comunidad. “Esa tecnología puede marcar la diferencia en nuestro país en el curso de esta enfermedad”, afirmó.
A esto se añaden el suministro de medicamentos preventivos a comunidades y grupos en riesgo y el adelanto de acciones de vigilancia de viajeros y casos sospechosos.
Los tratamientos administrados tienen como base productos de la biotecnología cubana, que estaban desarrollados gracias al avance de años de la ciencia cubana, recordó la doctora.
“Para los pacientes graves y críticos en una etapa muy temprana tenemos dos productos ya registrados o en una fase muy adelantada de ensayos clínicos, al igual que el Surfacen y otros ensayos que nos van a fortalecer en este camino”, aseguró la experta.
Con respecto a los recuperados de la enfermedad, Morales reiteró que van hacia una fase de vigilancia activa en el hogar, a partir de los mecanismos creados durante años por la medicina cubana en las comunidades. Además, “a quienes salen de esta enfermedad con daño pulmonar, se les administran variantes de terapias regenerativas”.
Todas las variantes aplicadas por Cuba para el enfrentamiento a la COVID–19 se basan en la investigación de años.
“El componente terapéutico, por ejemplo, se basa en la lógica de la observación. Cada una de estas acciones está apoyada en estudios clínicos, observacionales y de la propia terapéutica. Esa es la lógica de nuestra ciencia, vinculada a la epidemiología y la asistencia”, dijo.
BioCubaFarma trabaja en 15 proyectos para combatir la COVID-19
El doctor Rolando Pérez Rodríguez, director de Ciencia e Innovación de BioCubaFarma, informó en la Mesa Redonda sobre la contribución de la industria biofarmacéutica en el campo de la ciencia y la innovación ante la pandemia, tiene sus antecedentes en el polo científico de la biotecnología creado por Fidel Castro, en los años ochenta y noventa del pasado siglo.
En estas instituciones se desarrollaron tecnologías que han permitido disponer de una amplia cartera de productos –algunos registrados y otros en fase de investigación– para diferentes patologías.
A partir de la acumulación de la experiencia y el conocimiento generado en el mundo en el enfrentamiento a la COVID–19, surgen ideas o hipótesis de cómo utilizar determinados productos ya existentes, o que estaban en fase de investigación clínica para otras enfermedades, y que pudieran tener un efecto en el manejo de la pandemia.
En la actualidad, BioCubaFarma trabaja en 15 proyectos para combatir la COVID–19 (seis para el tratamiento a pacientes con la enfermedad, otros seis para el uso profiláctico en diferentes grupos de riesgos, dos diagnosticadores y un equipo médico).
De esos 15 proyectos, hay nueve productos en estudios clínicos o en ensayos de intervención en pacientes de riesgo y grupos vulnerables. Otros seis están en fase de investigación y desarrollo en los laboratorios de las empresas del grupo.
Además, existen otros proyectos en fase de diseño o fase temprana de investigación, en estadíos iniciales.
De acuerdo con Pérez Rodríguez, esto demuestra la capacidad de respuesta de la industria para enfrentar la epidemia, con base en los antecedentes científicos de las instituciones cubanas.
“De hecho, el producto que inició esta batalla, el interferón alfa 2b humano recombinante, es el fundador de la biotecnología cubana a partir de la idea del Comandante en Jefe Fidel Castro de producir e introducir este producto”, recordó.
¿Cúal es el tratamiento cubano para combatir la COVID-19?
El director de Ciencia e Innovación de BioCubaFarma explicó que la inmunidad innata –la primera línea de defensa contra las infecciones– juega un papel fundamental en el curso de esta enfermedad. Sin embargo, hay pacientes en los que el virus escapa a esa acción. Cuando esto ocurre, se registran altos títulos de partículas virales, lo que desencadena una enfermedad pulmonar.
En ciertos pacientes que padecen de otras enfermedades, la llamada comorbilidad, se genera una reacción hiperinflamatoria, lo que conduce a la muerte. “El paciente no muere de la infección, muere de de una reacción autoinmune”
Señaló que la lógica de intervenir en el curso de la enfermedad es, primero, estimular la inmunidad en personas de alto riesgo para lograr un curso leve de la enfermedad. Lo segundo sería reducir la carga viral en los estadíos iniciales de la COVID–19, lo cual evitaría la reacción hiperinflamatoria.
Por último, reducir la reacción hiperinflamatoria en aquellos pacientes que la desarrollen. De esta manera se debe reducir la tasa de pacientes graves y críticos, así como el número de fallecidos.
El director de Ciencia e Innovación de BioCubaFarma aclaró que todas las investigaciones clínicas y las intervenciones a escala poblacional han sido debidamente autorizadas por la entidad regulatoria cubana, y serán oportunamente evaluadas y reportadas para dar a conocer la experiencia nacional.
Para el tratamiento inicial de la enfermedad, se está usando el interferón cubano, que tiene actividad antiviral e inmunopotenciadora y es producido por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología .
Para el manejo de las reacciones inflamatorias, se están evaluando dos productos: un anticuerpo monoclonal (que actúa inhibiendo la rama efectora de la inmunidad) del Centro de Inmunología Molecular, y un péptido del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología que estimula las células reguladoras de la respuesta inmune. Ambos productos se estudiaban para otras enfermedades.
Se está trabajando en una vacuna para inducir inmunidad protectora específica
Por otra parte, se están evaluando cinco productos biotecnológicos para uso profiláctico en grupos de riesgo y vulnerables que son capaces de estimular el sistema inmune.
Además de la administración nasal del interferón alfa 2b, están la Biomodulina–T (estimulador de la inmunidad celular en personas de más de 60 años), el Factor de Transferencia, también estimulador de la inmunidad celular, usado en pacientes que padecen de algún tipo de inmunodeficiencias, y el CIGB 2020, un producto novedoso, inmunopotenciador.
También hay un candidato vacunal producido por el Instituto Carlos J. Finlay que contiene componentes de la vacuna cubana contra la meningitis, que activa el sistema inmune innato y confiere cierta capacidad de reacción contra el virus.
En los laboratorios del CIGB se está trabajando en una vacuna para inducir inmunidad protectora específica. “Se trata de un proyecto futuro que permitirá que en un control a largo plazo de la enfermedad, si hay reemergencia, contar con una vacuna específica”.
En el mundo existen actualmente 41 proyectos de vacunas, pero ninguna ha mostrado un uso eficaz, y solo cinco han iniciado los primeros estudios en pacientes. “Los científicos cubanos están en esa misma carrera”, apuntó Pérez Rodríguez.
En cuanto al diagnóstico, señaló que el Centro de Inmunoensayo trabaja en el desarrollo de juegos de reactivos para el diagnóstico serológico de las personas que han sido infectadas por el virus. A partir de datos de la literatura, se han diseñado péptidos (fragmentos de proteínas) con lo cual se puede detectar la presencia de anticuerpos en los pacientes.
El Centro de Neurociencias de Cuba (CNEURO) y BioMED trabajan en la reparación de ventiladores artificiales y en el diseño de un modelo de ventilador artificial.
El CIGB trabaja en 16 líneas de investigación contra la COVID–19
En su intervención en la Mesa Redonda, el doctor Gerardo Guillén Nieto, director de Investigaciones Biomédicas del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), reconoció el trabajo en equipo y la consagración de la ciencia cubana para contribuir al combate contra la epidemia.
Específicamente sobre la labor del CIGB, comentó que actualmente existen 16 líneas de investigación contra la COVID–19.
“Esos estudios se encuentran en distintas fases de desarrollo y los más avanzados se encaminan a elevar la respuesta inmune para los casos sospechosos, los confirmados y quienes se encuentran en estados más avanzados de la enfermedad”, comentó.
Añadió que existen proyectos para aplicar el interferón 2b por vía nasal, sobre todo para la prevención. También confirmó que en estos momentos existen tres estudios clínicos en diferentes fases de desarrollo.
“Casi finalizamos un estudio clínico de una vacuna para elevar la inmunidad innata y que las personas no se contagien con distintas enfermedades infecciosas, sobre todo para aquellas que tienen disminuida la respuesta ante los virus. Si logramos potenciar eso, fundamentalmente en el caso de los pacientes graves, podemos evitar que progresen hacia la severidad”, aseguró.
Guillén Nieto agregó que se han obtenido resultados alentadores en estudios clínicos desarrollados en conjunto con el Hospital Militar Luis Díaz Soto, de La Habana.
“La vacuna que se analiza allí ha demostrado el estímulo de moléculas (tanto las de la superficie de las células del sistema inmune como de transmisión de señales internas del sistema), relacionadas con el fortalecimiento de la respuesta inmune del organismo”.
A su vez, el CIGB labora en vacunas específicas contra el nuevo coronavirus. En ese sentido, explicó que por primera vez una pandemia es controlada con medidas de aislamiento social, lo que implica que un alto porcentaje de la población no tenga contacto con el virus y se mantenga susceptible ante él.
“De ahí la importancia de contar con vacunas para vencer la enfermedad”, dijo.
La institución científica también trabaja en cuatro estrategias diferentes de vacunas específicas, las cuales se estudian en diferentes hospederos. Los resultados de estos análisis tardarán algo más.
Finalmente, el investigador cubano recalcó el éxito que ha mostrado el medicamento CIGB 258 en la regulación de la respuesta descontrolada del sistema inmune ante el virus, sin inmunodeprimir a la persona. En este caso particular, todavía se acumulan experiencias antes de extender el uso del producto.
Ministro de Salud: “Esta lucha la gana el pueblo más disciplinado”
El ministro de Salud, doctor José Ángel Portal Miranda, reconoció la confianza de la población en el sistema sanitario cubano, pero recalcó que eso no sustituye la responsabilidad individual. “Nuestros médicos no son magos. La oportunidad de vencer la enfermedad está en no esconder los síntomas y en mantener el distanciamiento social”.
“Esta lucha la gana el pueblo más disciplinado. En otros momentos de nuestra historia hemos mostrado esa disciplina, un elemento a resaltar en función de la responsabilidad. Debemos preguntarnos cuánto vale nuestra vida y la de nuestros seres querido”.
Portal Miranda llamó a interiorizar la necesidad del distanciamiento social, así como las medidas higiénicas de cada cual. “Si la población no participa activamente de manera disciplinada entraremos en una epidemia de envergadura que nos llevará a lamentar una cantidad importante de muertos y enfermos”.
Para concluir su intervención, el ministro reconoció a las personas que hoy se mantienen trabajando en todos los sectores imprescindibles, así como la labor de los estudiantes y los cooperantes en el extranjero, y destacó el papel de la familia como retaguardia de cada uno de ellos.
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