Cuba-2009, una enorme pasarela internacional

El General de Ejercito Raúl Castro Ruz (I), presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba y el General Yoweri Kaguta Museveni, presidente de la República de Uganda, en Ciudad de La Habana, el 30 de noviembre de 2009. AIN FOTO/Marcelino Vázquez Hernández

La visita de unos 40 jefes de Estado, casi la mitad latinoamericanos, cancilleres, otras altas personalidades y hasta artistas de renombre internacional convirtieron en 2009 a Cuba sin proponérselo en una enorme pasarela internacional.

La política exterior cubana cosechó numerosos éxitos en varios foros al margen de la retórica del actual inquilino de la Casa Blanca, Barack Obama, con una ligera reducción de la hostilidad hacia la isla comparada con la de su predecesor, George W. Bush.

A inicios de año, la nación caribeña ratificó la Convención Internacional para la Protección de las Personas contra las Desapariciones Forzadas y presentó en Ginebra su informe nacional al Examen Periódico Universal del Consejo de Derechos Humanos.

Tras liderar el Movimiento de países No Alineados (MNOAL) desde 2006, Cuba entregó la presidencia a Egipto en julio pasado con una organización revitalizada que antes reunió en La Habana a más de 60 cancilleres y 142 delegaciones, 112 de ellas de países miembros.

Durante todo el año delegaciones de todos los puntos cardinales tocaron tierra en Cuba, se reunieron con las autoridades del país, incluido el presidente Raúl Castro, y algunos lo hicieron también con el líder de la Revolución cubana, Fidel Castro.

Mandatarios pertenecientes a la Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América (ALBA) como el de Venezuela, Hugo Chávez, de Ecuador, Rafael Correa, de Bolivia, Evo Morales, y de Nicaragua, Daniel Ortega, estuvieron varias veces en La Habana.

A los cuatro estadistas se sumaron sus homólogos de Chile, Michelle Bachelet, de Argentina, Cristina Fernández, de Guatemala, Álvaro Colom, además el paraguayo, Fernando Lugo, y el dominicano, Leonel Fernández.

El ahora ex jefe de Estado panameño, Martín Torrijos, y el luego depuesto dignatario hondureño, José Manuel Zelaya, estuvieron en la lista incompleta de los latinoamericanos que realizaron visitas a la nación caribeña.

La amplia agenda de los líderes estuvo matizada además por la firma de acuerdos en materia sanitaria, educacional, de medicamentos y energía, además del amplio apoyo político a Cuba en su lucha contra el bloqueo estadounidene.

El mayor caudal del espaldarazo a la isla ocurrió cuando, reunidos en la Cumbre de las Américas en Puerto España, la capital de Trinidad y Tobago, los mandatarios pidieron a Obama terminar con casi cinco décadas de hostilidad.

Medio año después, en octubre, la comunidad internacional ante el plenario de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en una votación record y casi unánime exigió el cese del bloqueo de Washington contra La Habana.

Pero la lista de personalidades visitantes de Cuba incluyó a mandatarios africanos, asiáticos y hasta dos europeos (Croacia y Chipre), además de líderes parlamentarios, congresistas estadounidenses y dirigentes de organismos dependientes de la ONU.

El director general de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), Koichiro Matsuura, y el entonces presidente de la Asamblea General de la ONU, el nicaragüense Miguel D Escoto, estuvieron entre los presentes en La Habana.

También tuvieron estancias en la mayor de Las Antillas el director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Mohamed El-Baradei, y la directora de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan.

Durante su permanencia aquí Chan se reunió con Fidel Castro, elogió el sistema sanitario cubano y anunció el envío de vacunas para enfrentar la pandemia de la influenza A H1N1, que ya provocó 41 decesos en la isla.

Los viajes del canciller español, Miguel Angel Moratinos, y los comisarios europeos Louis Michel, Karel De Gucht y Benita Ferrero-Waldner comenzaron un largo proceso de normalización de las relaciones entre la Unión Europea (UE) y Cuba.

Tanto el compromiso de Moratinos como el interés cubano están en desmontar la llamada posición común tomada por la UE en 1996 a instancias del jefe del gobierno español, José María Aznar, de conocidos vínculos con grupos anticubanos en el sur de Florida.
Pero si un hecho tuvo ribetes de extraordinario, lo fue, sin dudas, el concierto Paz sin Fronteras que acogió en la habanera Plaza de la Revolución a más de un millón de personas junto a los artistas internacionales Juanes, Olga Tañón, Miguel Bosé y otro centenar de intérpretes.

La llegada al poder de Mauricio Funes en El Salvador, a mediados de año, y el anuncio del restablecimiento de relaciones permitió a Cuba completar sus vínculos diplomáticos con toda la región. La visita del vicepresidente Salvador Sánchez selló el camino con La Habana.

Otra estancia que confirmó el buen estado de los lazos con Latinoamérica lo fue la de la canciller mexicana, Patricia Espinosa, quien anunció el posible viaje del presidente Felipe Calderón a la isla y extendió una invitación a Raúl Castro para ir a México.

De ese modo, la diplomacia cubana tuvo una amplia agenda con todas las áreas geográficas, que incluyó la participación reciente en la Cumbre de Copenhague sobre el cambio climático.

(Con información de Prensa Latina)

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