Tras el terremoto y el tsunami que azotó Japón el 11 de marzo, las imágenes satelitales han constituido un aporte vital en la elaboración de un panorama real de la catástrofe.

Las imágenes de satélite de varios organismos espaciales y los operadores de todo el mundo están siendo utilizados para asignar y evaluar las zonas afectadas.

Hace 10 años se fundó “la Carta Internacional”, un mecanismo único para garantizar que las imágenes por satélite a tiempo, y que están a la disposición de gobiernos y rescatistas para atender emergencias y catástrofes.

Ésta estructura permite combinar datos de observación satelital. así como coordinar recursos y experiencia para ofrecer una repuesta rápida a catástrofes graves en cualquier parte del mundo.

El valor de la iniciativa radica en la forma en que se ha creado para reunir y coordinar una serie de datos de satélites diferentes, los convierten en productos utilizables y proporcionar un punto de acceso las 24 horas del día, 7 días a la semana, y sin costo alguno para el usuario.

La devastación causada por el terremoto 9,0 grados de magnitud ha dejado al mundo asombrado.

Se cree que la costa noroeste de Japón se han desplazado hasta un 4 m al este y ciudades enteras han sido arrasadas por el tsunami, cambiando completamente el mapa.

Más de 63 tomas de imágenes por satélite se realizaron en las primeras 48 horas después del evento. Las mismas están siendo usadas por los equipos de socorro y tomadores de decisiones en respuesta a la catástrofe.

El desplazamiento de Japón hacia el este se deriva del reajuste de dos placas tectónicas: la del Pacífico y la Norteamericana.

El terremoto fue causado por un movimiento violendo de la placa del Pacífico, que se desplaza hacia el oeste unos nueve centímetros al año y está incrustada por debajo de la placa norteamericana.

La sacudida causó la brusca elevación de la placa norteamericana y el movimiento de las masas oceánicas que derivaron en el Tsunami.

Tomado de Patria Grande