La epidemia de E.coli se debió a brotes germinados y no a pepinos, dice Alemania

Bacteria intestinalAlemania identificó el viernes a los brotes  germinados como los causantes de la epidemia de diarreas hemorrágicas que dejó  33 muertos en Europa, y levantó la alerta contra el consumo de lechuga, pepino  y tomates crudos que acarreó pérdidas millonarias a los agricultores europeos.

Los causantes “son los brotes germinados“, anunció este viernes Reinhard  Burger, director del Instituto Robert Koch (RKI), durante una conferencia de  prensa en Berlín de las tres instituciones sanitarias federales que se ocupan  de esta crisis.

Según los análisis, “las personas que comieron estos brotes tienen nueve  veces más posibilidades de tener diarreas hemorrágicas y otros signos de  infección por la bacteria Eceh que las que no los comieron“, dijo.

Los brotes germinados de lentejas, alfalfa o soja son muy populares en la  gastronomía ya que son ricos en vitaminas y minerales. Se los sirve en  ensaladas y sándwiches. Pero son cultivados con temperaturas cálidas y en la  humedad y los investigadores ven en estas condiciones un vector de bacterias  patógenas, como el ECEH y la salmonela.

A esta fuerte sospecha se agregó la primera identificación formal de la  cepa 0104 que actúa en Alemania, en un paquete de brotes producido en la  explotación del norte del país de la que se sospecha desde hace varios días de  estar en el origen de la contaminación.

Este paquete se encontraba en la basura de una familia en la que dos  miembros enfermaron tras haber sido infectados por la bacteria, precisó la  Oficina federal para la protección de los consumidores y la seguridad  alimentaria de Renania del Norte-Westfalia (oeste).

Se hicieron “múltiples” pruebas en los campos y a los productos de una  explotación del norte de Alemania, G rtnerhof en Bienenbüttel, que en efecto no  probaron la presencia irrefutable de la bacteria, pero “la cadena de indicios  es tan importante” que se puede identificar el origen del contagio, explicaron  los responsables de las autoridades sanitarias.

En cambio, como los miles de análisis realizados en tomates, pepinos y  ensaladas dieron negativo, la alerta lanzada el 25 de mayo en Alemania contra  esos productos fue levantada.

“Es una buena noticia para los horticultores alemanes y europeos”,  reaccionó el presidente de la Federación de agricultores alemanes, Gert  Sonnleitner.

La alerta sanitaria lanzada el 25 de mayo costó cientos de millones de  euros a los agricultores europeos, cuyas mercancías dejaron de ser compradas  por los consumidores, sobre todo las procedentes de España, dado que Alemania  apuntó inicialmente a los pepinos españoles, sin razón, como el origen de la  epidemia al comienzo de la misma.

Sólo para los españoles, las pérdidas se evalúan en unos 200 millones de  euros por semana. España, principal exportadora de frutas y verduras de la  Unión Europea, vende 25% de su producción en Alemania.

Este viernes, el productor bio de frutas y hortalizas Frunet, de Málaga  (sur de España), presentó un recurso de urgencia en un tribunal de Hamburgo con  el que “exige el acceso a documentos de la autoridades de la ciudad”, en  particular los del Instituto para la Higiene y el Medio Ambiente, que efectuó  los análisis que incriminaron a los pepinos producidos por él.

En Alemania, el perjuicio para los agricultores es evaluado en 60 millones  de euros desde que empezó la crisis, según la Federación de Agricultores del  país.

La Unión europea propuso una ayuda de 210 millones de euros para ayudar a  los agricultores afectados.

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, anunció que  Rusia levantará el embargo sobre las importaciones de hortalizas de la Unión  Europea (UE) que impuso la semana pasada por la epidemia.

Según las autoridades sanitarias alemanas, parece que “la fuente de  infección ya no está activa”, y “bajan las cifras de nuevos enfermos  infectados”, aunque “la epidemia no terminó”.

Tres nuevas muertes fueron anunciadas este viernes, lo que eleva a 33 los  muertos por esta epidemia. En total, unas 3.000 personas sufrieron la infección  en 14 países en un periodo de cinco semanas.

Decenas de ellas habían consumido, aparentemente, productos de la finca de  Bienenbüttel, indicó el ministro de Agricultura de la región de Baja Sajonia,  Gert Lindemann. La empresa fue cerrada.

(Con información de AFP)

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