La situación sanitaria en la ciudad italiana de Nápoles “es grave” y “amenaza la salud” de la población a causa de las miles de toneladas de basura sin recolectar, denunció hoy el alcalde Lugi de Magistris.

En una rueda de prensa, De Magistris, apenas electo el mes pasado, acusó al primer ministro, Silvio Berlusconi de “no hacer nada por Nápoles y por la emergencia de la basura”.

Dijo que al jefe de gobierno no le importa la suerte de la tercera ciudad italiana, pues de otra manera “ya habría adoptado otras medidas”.

Según De Magistris, un ex magistrado del opositor partido Italia de los Valores, es necesario actuar “cuanto antes” y activar las llamadas “islas ecológicas”, que son centros de reciclaje y eliminación de desechos.

Confirmó que un incinerador en la localidad de Acerra dejó de funcionar y que el municipio de Nápoles ha establecido tres sitios para la transferencia de la basura dentro de la propia ciudad.

De Magistris prometió un “compromiso extraordinario” para impedir que la gente queme la basura, pues ello representa un riesgo para la salud de los ciudadanos.

Sin embargo, el alcalde no quiso revelar los detalles de su plan para afrontar la crisis, aunque aseguró que por el momento no será declarado el estado de emergencia.

Desde hace algunos años Nápoles sufre intermitentemente de crisis en recolección de basura, por la falta de suficientes incineradores y vertederos pero también, como han denunciado medios locales, debido a la infiltración del crimen organizado en el negocio del manejo de los desechos.

(Con información de Notimex)