Los miembros del consejo directivo, que hasta ayer presidía Cheyre, habían sido citados a una sesión extraordinaria para analizar las listas de candidatos en las próximas elecciones en Chile. Pero la cita también estaba cruzada por las acusaciones en contra del ex uniformado, por su rol en el caso del matrimonio de Bernardo Lejderman y María Avalos, quienes fueron ejecutados por militares en Vicuña, en 1973.

Si bien Cheyre -quien entonces era teniente del Regimiento Arica, con sede en La Serena- no tuvo participación en el homicidio, le correspondió entregar, por orden de su superior, al hijo sobreviviente del matrimonio, Ernesto Lejderman Avalos, quien tenía sólo dos años, a un convento.

Por tal razón, la sesión en el Servel generó inmediatamente expectación. Tras la cita, que se prolongó por más de seis horas -interrumpida sólo por la salida de algunos consejeros para fumar en las afueras del edificio-, Cheyre anunció su renuncia a la presidencia del consejo directivo. Pero, según explicaron en el Servel, mantiendo su calidad de consejero.

“Creo que esta decisión contribuye a que esta institución pueda seguir desarrollando sus actividades con normalidad y sin verse afectada por temas que le son ajenos”, dijo el ex jefe militar, quien agregó que “mi conciencia está en paz, y en los asuntos judiciales y de todo orden en relación con mi vida pública y privada, me siento libre de todo cuestionamiento legal y ético”.

El cargo de presidente del consejo, quien oficia como rostro visible de cualquier proceso electoral, será definido en la próxima reunión de la entidad.

Las presiones sobre la continuidad de Cheyre en el Servel comenzaron a agudizarse luego de que el general (R) tuviera un público cara a cara con Ernesto Lejderman.

La idea de que Cheyre realizara un gesto comenzó a ser insinuada desde ayer temprano en la oposición. En medio de la sesión de ayer, el ex jefe militar conversó el tema con el consejero Alfredo Joignant (ligado al PS).

Pasadas las 18.00 horas, en tanto, Cheyre llamó al ministro de la Presidencia, Cristián Larroulet, para comunicarle la decisión.

Hasta entonces, varias agrupaciones de derechos humanos habían protestado ante el Servel y los presidenciables habían sido consultados por sus posturas. Mientras Marco Enríquez-Ominami demandó su renuncia al Servel, Michelle Bachelet dijo que era una decisión personal, mientras que Evelyn Matthei prefirió no opinar.

Sin antecedentes

A pesar de los años, el caso Lejderman Avalos comenzó a ser investigado en el 2000, tras la querella presentada en contra de Augusto Pinochet por el hijo del matrimonio. En esos años, el rol de Cheyre sólo era conocido en círculos judiciales.

En diciembre del 2001, el Presidente Ricardo Lagos nombró a Cheyre como comandante en jefe del Ejército, cargo que asumió en marzo del 2002.

Según el ex ministro de Defensa de la época, Mario Fernández (DC), la participación del ahora general en retiro en el caso del menor no era un antecedente conocido. “No conocí de este asunto al momento de ser nombrado el general Cheyre comandante en jefe, a fines del año 2001”, dijo Fernández, quien agregó que “la participación punible del general Cheyre nunca estuvo acreditada en ningún caso. Nos preocupamos mucho de eso. Desde el punto de vista estrictamente jurídico y penal, no había ningún involucramiento del general Cheyre con una conducta punible”.

El rol de Cheyre en el caso Lejderman afloró recién en el 2003, cuando ya era comandante en jefe del Ejército. En ese año, accedió a declarar personalmente ante el juez Jorge Calvo, quien investigaba los asesinatos del paso de la llamada Caravana de la Muerte por la Cuarta Región. Cheyre nunca fue mencionado por el juez entre los responsables de ese operativo.

(Con información de La Tercera)