Preside Raúl Castro desfile en La Habana por el 1 de mayo

A la tribuna desplegada ante el monumento al héroe nacional, José Martí, fueron invitados dirigentes del gobierno, personalidades históricas, intelectuales, el cuerpo diplomático acreditado aquí, así como líderes sindicales de otros países.

El presidente cubano, Raúl Castro, encabeza hoy el acto central por el Día Internacional de los Trabajadores en la Plaza de la Revolución de esta capital, que culminará con un desfile multitudinario en defensa del socialismo.

A la tribuna desplegada ante el monumento al héroe nacional, José Martí, fueron invitados dirigentes del gobierno, personalidades históricas, intelectuales, el cuerpo diplomático acreditado aquí, así como líderes sindicales de otros países.

Bajo el lema Nuestra fortaleza es la unidad, millones de cubanos se congregaron en todo el país para celebrar este 1 de mayo con el compromiso de perfeccionar el proceso revolucionario de la nación caribeña y para enaltecer el valor del trabajo.

La cita es propicia también para reclamar el cese del bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por Estados Unidos y demandar la devolución del territorio ilegalmente ocupado por la base naval de Guantánamo.

El pueblo cubano reiterará, además, su apoyo a la Revolución bolivariana de Venezuela ante los ataques terroristas de grupos financiados por la derecha y su rechazo a la ofensiva en América Latina contra los procesos democráticos y los líderes de América Latina, afirmó la víspera el secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba, Ulises Guilarte.

El Día Internacional de los Trabajadores quedó establecido desde 1889 para celebrarse cada 1 de mayo por acuerdo del Congreso Obrero Socialista celebrado en París.

Desde entonces en muchos países la efeméride es motivo de festividades, pero en otros una oportunidad para manifestaciones y luchas por los derechos de la clase obrera.

Sus antecedentes se registran en 1886 cuando el proletariado de Estados Unidos se movilizó en una huelga general, con mucho más fuerza en la ciudad de Chicago, para exigir, entre otras demandas, la reducción a ocho horas de la jornada laboral.

Luego de tres días de continuas protestas, los más de 200 mil participantes en las manifestaciones fueron reprimidos por más de un centenar de uniformados.

Durante la revuelta estalló un artefacto explosivo y los policías dispararon a quemarropas contra la multitud.

Los hechos suscitaron una causa judicial contra 8 trabajadores que, luego de un proceso plagado de irregularidades, resultaron condenados tres a prisión y cinco a muerte en la horca. Hoy son conocidos como los Mártires de Chicago.

(Tomado de Prensa latina)

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