Sancti Spíritus: Una legión de hacha y machete

Luego de la devastación del sábado 9 de septiembre, los trabajadores del ranchón El Bosque, a orillas del poblado de Meneses, muy bien podrían comenzar a gestionar otro nombre para la unidad.

Administrada por Flora y Fauna y diseñada en medio de una pintoresca arboleda de maderas preciosas, la instalación salvó milagrosamente el pellejo, pero perdió dos de sus atributos más preciados: la vegetación que la rodeaba y la sombra que le aseguraba una frescura permanente.

María Elvira Dávila Viamontes, directora de la unidad empresarial de base (UEB) Sancti Spíritus Norte, perteneciente a la Organización Superior de Dirección Empresarial para la Protección de la Flora y la Fauna, quisiera tener mejores noticias sobre los dominios que controla, pero aún sin poder llegar a todos los confines está segura que después de la hecatombe de Irma en la entidad se afectó al menos el 80 % del patrimonio forestal.

Sancti Spíritus Norte es casi un eufemismo, porque además del área protegida de Jobo Rosado, en Yaguajay, la UEB incluye la reserva ecológica Lomas de Banao y el refugio de fauna Tunas de Zaza, ambas en el municipio de Sancti Spíritus, y las reservas florísticas Lomas de Fomento, en pleno Escambray, y Lebrije, en Jatibonico, todos de una u otra forma castigados por el meteoro.

Pareciera que ahora la gente de Flora y Fauna no tiene trabajo, pero para la dirección de la UEB resulta todo lo contrario, comprometida como está la unidad en recuperar lo que se ha fomentado y protegido en muchos años, especialmente los recursos maderables, y en comenzar una política de reposición que requiere tanto de recursos como de paciencia.

En Sancti Spíritus Norte hay, sin embargo, dos buenas noticias: que la mayoría de sus instalaciones, en lo fundamental ranchones rústicos, resistieron la embestida del huracán y muy pronto podrán estar prestando servicios al turismo nacional y extranjero, y que el balneario de Rancho Querete, una de las ofertas más demandadas en la región, cargó sus manantiales después de haber estado en ascuas en los últimos años.

CAFETALEROS CUESTA ARRIBA

Que los vientos de Irma destruyeran la zona norte del país era presumible desde que el Instituto de Meteorología enseñó las primeras imágenes y recomendó a los cubanos ajustarse bien los cinturones, pero suponer que a casi 100 kilómetros del centro del huracán, próximo a la costa sur de la Isla, los cafetales de Topes de Collantes también iban a sufrir los embates parecía más bien de lo real maravilloso.

Acelerar la cosecha en unas 1 300 hectáreas en producción que resultaron dañadas y al mismo tiempo abrir los caminos y rehabilitar las plantaciones aplastadas por la caída de los árboles constituye el centro de la estrategia de los cafetaleros espirituanos, quienes en los últimos días recibieron importantes refuerzos de la zona oriental.

Brigadas procedentes de Granma, Holguín y Santiago de Cuba se sumaron a los obreros de las unidades productoras de Fomento y Trinidad, sobre todo para liberar el cultivo de las ramas y los árboles caídos con el impacto de los vientos, una misión que también tributa a la estrategia de aprovechar la madera derribada.

Leosvaldo Cruz Duardo, especialista principal de café en la delegación provincial de la Agricultura en Sancti Spíritus, aseguró a la prensa que ahora se impone acelerar la cosecha del grano, secarlo, beneficiarlo y, por supuesto, apresurar el saneamiento de las plantaciones dañadas en mayor o menor medida con vistas a no retroceder en el programa nacional diseñado para recuperar este renglón.

Según el experto, dados los perjuicios generados por el azote del huracán Irma, es preciso reprogramar los cronogramas de siembra, resiembra y tratamiento a los cafetales, para sellar áreas y consolidar las potencialidades productivas, todo lo cual requerirá multiplicar los viveros y el trabajo en el lomerío.

SI LAS MOTOSIERRAS NO ALCANZAN…

Cuando vieron las palmas acostadas al lado de la carretera, los guajiros de La Gasolinera, Siboney y La Garita, en los alrededores de Yaguajay, primero se pusieron las manos en la cabeza, pero luego se despabilaron y comenzaron a sacar algún provecho de la desventura.

El empleo de la tabla de palma para la construcción de las llamadas facilidades temporales es apenas uno de los usos que puede tener la madera derribada por el ciclón, no solo por la urgencia de los damnificados de hacerse de un techo donde guarecerse, sino por lo duradera que resulta tal solución, probada durante siglos en los campos cubanos.

Tan significativos fueron los daños al patrimonio boscoso del territorio que Orlando Montes, jefe del Puesto de Dirección de la Empresa Forestal Integral de Sancti Spíritus, considera que en cuestión de semanas la entidad pudiera estar superando el plan aprobado para el último cuatrimestre del año, ascendente a 1 574 metros cúbicos de madera.

Al menos eso es lo que dicen las entregas de Cabaiguán, Taguasco y El Cacahual, territorios que solo en días han recuperado más de 230 metros cúbicos y donde, según dicen, cuando las motosierras no alcanzan sus hombres se arman de hacha y machete.

(Tomado de Granma)

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