Lo mejor que ha visto Oscar de la sociedad cubana: Su juventud
El Aula Magna de la Universidad de La Habana respiró este miércoles un aire diferente, un aire de confianza, de entrega, de firmeza… No podía ser de otra forma, pues hasta allí llegó el luchador independentista Oscar López Rivera, para compartir con la juventud, la misma que colmó de aplausos y vítores, la emblemática institución cuando el amigo boricua hizo su entrada y poco después cuando diálogo con ellos.
Las nuevas generaciones de cubanos se solidarizaban así con el hombre que estuvo casi 36 años preso en una cárcel estadounidense, pero también con su pueblo sometido a un injusto colonialismo hace 119 años y “conejillo de indias” para los ensayos del imperialismo y sus lacayos.
Quizás por ello, las primeras palabras de López Rivera fueron para agradecer “lo feliz” que se sentía “de estar aquí con ustedes”. Y mientras los aplausos estremecían el sitio cargado de historia Patria donde se encontraba, aseguró que: “La juventud es el futuro de todo pueblo, es la fuerza motriz que ha hecho a esta sociedad alcanzar tantos logros. Cuando los miro a ustedes, veo lo mejor de esta sociedad”, dijo.
Durante casi una hora el hermano puertorriqueño disertó sobre la realidad de las universidades en su país, donde muchos estudiantes no pueden acceder a ellas por el alto costo de las matrículas. “Lo de allá es un una universidad en decadencia, una extensión de la politiquería. Solo para estudiar en Puerto Rico el estudiante debe pagar unos cien dólares, por lo que puedo afirmar que la mayoría de los jóvenes no podrán acceder a estudios superiores.
“En esos centros poseen muy pocas posibilidades de permanecer los profesores amantes de la independencia, pues el Gobierno solo deja trabajar a las personas que pertenecen a su Partido”, apunto el independentistas, quien a la vez agregó que otras de las dificultades presentes en los centros universitarios son el cierre constantes de estos y el éxodo masivo de estudiantes hacia los Estados Unidos.
Citó, por ejemplo, que en agosto de este año 157 escuelas públicas dejaron de prestar servicios y muchos profesores tuvieron que emigrar para sobrevivir. “Si seguimos perdiendo el capital humano, nuestro recurso principal, no avanzaremos”, significó. Pero esta situación, como advertiría el destacado independentista, también la padecen los educandos de su país que llegan a Estados Unidos. “Si miramos a los institutos de ese país, nos percatamos que los latinoamericanos que cursan licenciaturas en ellos no representan a la cantidad de jóvenes que podrían hacerlo.
“Ellos tienen que incurrir en grandes deudas y están obligándolos a ser víctimas de un sistema”, apuntó López Rivera, quien entonces advirtió sobre las actuales políticas del gobierno de Donald Trump y cómo criminaliza a cientos de jóvenes por ser emigrantes. Algunos de ellos, dijo, “están siendo amenazados con la expulsión de las universidades para ser repatriados”.
Conversó de lo que piensa de la situación de su Puerto Rico, de la “ciudadanía”, de la economía y el capitalismo, de cómo se resiste en una cárcel y qué lo ha mantenido tanto tiempo en pie de lucha, cómo se forjó su amistad con Fernando González Llort, uno de los Cinco Héroes y qué significa el líder histórico de la Revolución Cubana para él. Lo hizo con claridad y sencillez ante las interrogantes de los jóvenes, quienes por poco no lo dejan abandonar el Aula Magna.
El encuentro, llenó al hermano boricua, “de esperanza, de optimismo, de confianza”. En él, recibió la Moneda Conmemorativa Aniversario 55 de de la Unión de Jóvenes Comunistas. Su entrega la hizo Susely Morfa González, primera secretaria del Comité Nacional de la organización juvenil. Se reconocía con ese gesto al hombre que defendió con suprema lealtad y sacrificio los principios independentistas de su pueblo y del mundo, al ser humano que se fue contagiado con “el espíritu, madurez y entrega”, de quienes son el presente y futuro de Cuba: sus jóvenes.
(Con información de Cubahora)
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