Legítimos orgullos de la ciencia cubana, hoy en la Mesa Redonda

En las cercanías del 15 de enero, día que Cuba consagra al reconocimiento de sus trabajadores de la Ciencia, la Mesa Redonda contará en su emisión de este jueves con la participación del Dr. Luis Velázquez Pérez, Presidente de la Academia de Ciencias, junto a  directivos e investigadores de centros de distintas regiones del país con resultados que avalan el legítimo orgullo de sus colectivos.

Esta Mesa Redonda se transmitirá en vivo, desde las 7:00 pm, por Cubavisión, Cubavisión Internacional, Radio Habana Cuba y los canales del programa en Youtube y Facebook y se retransmitirá al cierre por el Canal Educativo.

3 Comentarios »

  • McS. José Ramos Gómez dijo:

    Felicidades de todo corazón anticipadamente para todos los trabajadores de la ciencia que el día 15 de este mes celebran su día.
    Ustedes sí que han cumplido con las palabras de nuestro invicto Comandante en Jefe cuando dijo “El futuro de nuestro país tiene que ser necesariamente un futuro de hombres de Ciencia, un futuro de hombres de pensamiento”

  • lorenzoht dijo:

    La ciencia cubana está atravesando uno de sus peores momentos. El informe presentado por la Academia de Ciencias de Cuba en el 2013 así lo refleja (http://www.academiaciencias.cu/sites/default/files/adjuntonoticias/ACC.%20Estado%20de%20la%20Ciencia%20en%20Cuba.%20Enero%202013..pdf)
    Muchos especialistas tanto jóvenes como de años de experiencia han emigrado y continúan emigrando a lo largo de los últimos 20 años. Esta situación afecta cualquier plan de desarrollo científico en Cuba como ya se ha notado en el caso del recién creado Centro de Estudios Avanzados de Cuba.
    La óptica económica con que se mira a la ciencia cubana en la actualidad no es la correcta. Se saca una simple cuenta de bodeguero sin tener en cuenta que perder un especialista costaría muchísimo más al país que el gasto que se cree se hace al financiar proyectos de investigación.
    Se culpa a la ciencia, entre otras cosas, de resultados científicos engavetados, desconociendo por una parte que en Ciencia hay resultados que no se pueden introducir pero que son necesarios y por otro, que el problema de la ciencia cubana no está separado del problema de la industria cubana. Hay que tener una industria cubana competitiva y motivada para lograr introducir los logros científicos, de lo contrario el ciclo no se cierra y no basta con que los científicos hagan su trabajo si al final no hay mecanismos para introducirlos.
    También es errado pensar que el esquema de una gran empresa científica, como por ejemplo el que tiene la Biotecnología, es el camino válido y absoluto a seguir. En primer lugar porque no todos los centros científicos han tenido la misma historia de desarrollo y fomento, ni tampoco los mismos mecanismos económicos para lograr el éxito. Independientemente de que no se puede esperar el mismo resultado de una empresa grande que de una pequeña, lo cierto es que estas últimas, si son incentivadas y tratadas con mecanismos apropiados, incluso con menores inversiones, darían en su conjunto también grandes resultados. Hay que ganar en diversidad de tipo de empresas científicas, crearse mecanismos eficientes en nuestro país que fomenten la creación de nuevas empresas científicas, que pudieran derivarse de otras ya existentes.
    Cuba es un país pequeño, sin grandes extensiones de tierra y recursos naturales como para poder satisfacer un mercado internacional. Por lo tanto, forzosamente, debemos buscar la solución en la innovación científica y tecnológica. Con los mecanismos actuales, la introducción de un resultado científico demanda que nuestros especialistas además de hacer ciencia tengan que negociar, vender, producir y al final se pierde un científico pero tampoco se gana un comercial o un productor. Además, el científico sigue ganando igual, independientemente de que haga más funciones. Nuestra legislación no defiende el derecho de un investigador a recibir monetariamente por el resultado de su resultado de investigación introducido, a pesar de que sí reconoce en otras esferas el derecho de autor, por ejemplo, el de un compositor musical. Tampoco el hecho de trabajar para una empresa estatal es limitante en otros países para que sus investigadores cobren por sus invenciones.
    La ley de la Innovación y la Racionalización de nuestro país (por la que se rige la ANIR) es válida para todo aquello que se hace fuera de las funciones de trabajo, pero para lo que se hace dentro no es válida, ni hay nada establecido. O sea, que una misma solución puede ser en un caso remunerada y en otro no, es incompresible.
    Hoy en el sector privado se incentiva la creación tanto de cooperativas como de trabajos por cuenta propia que aunque necesarios, no crean nuevos productos, sin embargo no se promueve la creación de iguales formas de propiedad en la Ciencia que sí puedan aportar nuevos productos, incluso exportables. Hay propuestas de formar cooperativas como la de Innova, hecha por especialistas del ICIMAF y otras entidades de Investigación y Educación del país, que no se aprueban.
    Creo que el principal problema de la Ciencia en Cuba son los tabúes y viejas mentalidades que nos rigen y donde se hace más necesario introducir la innovación, es precisamente allí donde nos ocupamos de crearla, empezando por el CITMA.

  • MsC. Ing. Severo José Morejón Borjas dijo:

    Felicidades al Dr.C. Luis Velázquez Pérez por su designación al frente de la Academia de Ciencias de Cuba, holguinero que es una persona de origen humilde, excelente científico, consagrado al trabajo y hace mucho tiempo se ha dedicado con todas sus fuerzas y talento a las investigaciones de la Ataxia y otras enfermedades neurologicas, en las que lidera proyectos de gran relevancia para Cuba y el resto del mundo; por tanto cuenta con el conocimiento, habilidades y aptitudes para conducir a la ACC hacia planos superiores, algo muy necesario en estos tiempos en que la tecnología cambia por segundos y cuando no existe otro camino hacia el desarrollo económico y social que no sea el de la ciencia, tecnología e innovación.
    Se trata entonces de trabajar por lograr que Cuba mejore su capacidad de innovación: llámese mayor inversión del PIB en I+D+i, creación de mayor infraestructura innovativa, lograr cada vez que nuestros investigadores publiquen más en revistas de alto impacto, así como poseer mayor número de patentes en paises altamente desarrollados; todo ésto está concebido en el Plan de desarrollo económico y social hasta el año 2030, específicamente en el eje estratégico relacionado con la ciencia

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