Mi barrio, en silencio y feriado

Así lucía el Reparto Ortiz, de Ciego de Ávila, a las 7: 00 de la mañana, este primero de mayo.

Por: Katia Siberia

En mi edificio, los de sueño ligero no pueden dormir después de las 6:00 de la mañana. Entre el panadero que pita, y si hiciera falta también grita; entre los carros que arrancan porque se van y, los que frenan porque llegan; entre los vecinos que bajan rápido la escalera y el turbinero de mis bajos, que pone Radio Reloj, cuando, a veces, no son ni las 5:00 y el silencio rotundo te obliga a escucharlo… Entre todos ellos, la semana se vuelve escándalo.

Menos hoy. Hoy todos los ruidos se anticiparon y, a las 6:30 de la mañana, dejaban claro que se había amanecido el Primero de Mayo. Eso, en mi barrio (y en toda Cuba) quiere decir que la gente “requetemadruga” y el Sol se levanta cuando ya no hay escarceo en ningún barrio. Que las calles lucen vacías y si se aguza bien el oído puede oírse el eco de alguna canción, un Viva o alguna comparsa que agita a la gente sin necesidad, porque en este día feriado es cuando más la gente suele hacer: se levanta sobre las 4:00, salen, desfilan, levantan las manos, repiten una consigna, cargan niños sobre los hombros, se juntan con los amigos de siempre

… No hay plaza que tenga feriado este día; solo los barrios se quedan así, sin hacer nada.

(Tomado de Invasor)

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