Fidel nos enseñó a querer a Vietnam

Durante su visita a Vietnam en 1995, Fidel usa un sombrero del Viet Cong y degusta las fibras de raíz, alimento básico de los vietnamitas que vivían en la red de túneles subterráneos durante la guerra.

Durante su visita a Vietnam en 1995, Fidel usa un sombrero del Viet Cong y degusta las fibras de raíz, alimento básico de los vietnamitas que vivían en la red de túneles subterráneos durante la guerra.

El Comandante en Jefe se declaró un profundo admirador de la capacidad de lucha e independencia de ese pueblo y fomentó la amistad que hoy se fortalece y supera cualquier prueba del tiempo

La obra revolucionaria de Fidel Castro desborda la isla caribeña que lo vio nacer. Al mismo tiempo, el guerrillero de la Sierra Maestra y líder del primer gobierno socialista en América Latina dedicó incontables horas al análisis y reflexión sobre los conflictos internacionales, las causas justas del Tercer Mundo y los desafíos de la humanidad.

Vietnam y su lucha antimperialista ocupan un lugar especial en el ideario fidelista. El líder cubano se declaró un profundo admirador de la capacidad de lucha e independencia de ese pueblo, capaz de expulsar primero a los colonizadores franceses y luego a los invasores norteamericanos.

«Ningún movimiento de liberación, ningún pueblo de los que han luchado por su independencia, ha tenido que llevar a cabo una lucha tan larga y tan heroica como el pueblo de Vietnam», dijo el 12 de septiembre de 1973, en su primera visita al país asiático.

Fidel se convirtió en el primer líder internacional en cruzar el paralelo 17 y visitar los territorios liberados de Vietnam del sur, que ya había organizado un gobierno legítimo.

El viaje no estuvo exento de riesgos. «Los puentes, sin excepción, a lo largo del trayecto, visibles desde el aire entre Hanoi y el Sur, estaban efectivamente destruidos; las aldeas, arrasadas, y todos los días las granadas de las bombas de racimo lanzadas con ese fin, estallaban en los campos de arroz donde niños, mujeres e incluso ancianos de avanzada edad laboraban produciendo alimentos», recordó en una de sus Reflexiones de febrero del 2008.

Pero el Comandante llegó hasta la colina 241, recientemente liberada, y ofreció uno de sus discursos más conocidos sobre Vietnam.

«Ustedes les han dado una inolvidable lección a los imperialistas. Ellos se creían todopoderosos, ellos se creían invencibles y, sin embargo, ustedes fueron capaces de derrotarlos. Y a los imperialistas yankis les cuesta mucho trabajo comprender cómo un pueblo pequeño y un pueblo tan pobre como el pueblo de Vietnam, los ha podido derrotar. Y es que un pueblo heroico, un pueblo que lucha por su independencia y su libertad, un pueblo valiente y digno es invencible», dijo Fidel ante los dirigentes y soldados reunidos para escucharlo.

Fidel visita en el 2003 en su casa al histórico general Vo Nguyen Giap, héroe de la batalla de Dien Bien Phu.

Fidel visita en el 2003 en su casa al histórico general Vo Nguyen Giap, héroe de la batalla de Dien Bien Phu.

Durante su última visita a la nación del sudeste asiático, en el año 2003, el Comandante en Jefe destacó el privilegio que había tenido de observar la evolución del desarrollo vietnamita.

«Puedo considerarme un testigo de cómo ha sido el progreso de Vietnam en estos casi 30 años», señaló tras destacar que su pueblo tenía muchísimos motivos para sentirse orgulloso de lo alcanzado.

«Reitero hoy aquí que por Vietnam el pueblo cubano estaba dispuesto de verdad a dar hasta su propia sangre, porque supimos apreciar lo que significaba el inmenso valor y el insuperable heroísmo de su lucha», ratificó.

Por medio de Fidel y líderes como Ho Chi Minh, muchísimos más cubanos y vietnamitas han forjado una amistad que supera cualquier prueba del tiempo.

(Con información de Granma)

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