Santiago celebra aniversario 60 de la Colaboración Médica Cubana

Por casi 60 años los colaboradores cubanos de la salud han brindado su ayuda en diversas naciones, prueba fehaciente del carácter humanista y el alto grado de sensibilidad que caracteriza a los profesionales del ramo, formados en nuestro país.

A ellos, al venidero aniversario 60 de Colaboración Médica -a cumplirse este 23 de mayo-, se dedicó una gala político cultural en la que siete trabajadores de la salud, que han cumplido colaboración internacionalista, recibieron la medalla en conmemoración a la fecha.

Julio Guerra Izquierdo, director provincial de Salud en Santiago de Cuba, en las palabras principales del acto, recordó los inicios de los colaboradores cubanos y específicamente sobre los nuestros expresó: “más de 27 mil profesionales santiagueros, han estado en alrededor de 84 países, en su mayoría Venezuela y Brasil. Hoy tenemos más de 3000, en 52 países. Y nunca podemos olvidar, ni dejar de mencionar a los 72, que fallecieron en diferentes circunstancias, durante el cumplimiento de su labor”.

Desde la Dirección Provincial de Salud y la Universidad de Ciencias Médicas, se enviaron felicitaciones a todos aquellos que se han sumado a esta causa solidaria, también se reconoció a los trabajadores del sector que obtuvieron logros al frente de las brigadas, en los diferentes lugares a los que Cuba ha llegado y compartido lo que tiene, sin importar las lejanías y los retos a los que se puedan enfrentar. Asimismo, se recalcó la importancia del Programa del Médico y la Enfermera de la Familia; uno de los eslabones fundamentales del Sistema de Salud cubano.

Brenda Sánchez Infante, licenciada en Enfermería, quien labora como asesora municipal en la Dirección Provincial de Salud de Enfermería y galardonada en esta ocasión, compartió su visión: “He cumplido 3 misiones internacionalistas, en una de ellas, como miembro de la Brigada Henry Reeve, trabajé en Haití durante la epidemia del cólera y pienso que es extraordinaria la labor que hace el personal, el respeto al trabajo y sus resultados. Es una experiencia extraordinaria, no hay palabras para expresar el significado que puede tener y que seguirá teniendo nuestra medicina para el mundo”.

Aún con lo que implica extrañar a la familia, el miedo que puede acompañar a los vestidos de batas blancas y esa seguridad que deben transmitir, desde el 23 de mayo de 1963, ellos tienen el compromiso de salvar otras vidas fuera de nuestras fronteras, labor que continuará ocupando el quehacer de nuestros galenos.

(Tomado del Periódico Sierra Maestra)

 

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