Racismo en Cuba
La batalla cubana contra el racismo centra su éxito en la educación desde las primeras edades y en la unidad de todos los miembros de la sociedad para desterrar vestigios raciales.
A ese consenso llegaron, en la noche de este jueves, prestigiosos intelectuales que debatieron sobre el tema en el programa de la Mesa Redonda, de la radio y la televisión cubanas
Eduardo Torres Cueva, director de la Biblioteca Nacional José Martí hizo un amplio sondeo sobre las raíces históricas del fenómeno racial en Cuba, desde los inicios de la esclavitud, el bregar de los negros en las plantaciones y los atroces maltratos a que fueron sometidos.
Recordó que fue vital para los pueblos de América la revolución haitiana, y su influencia en todo el proceso independentista latinoamericano.
Indicó Torres Cueva que se crearon fronteras en el plano social al esgrimirse conceptos de la estirpe superior e inferior, muy combatidos por José Martí, quien sintetizaba su lucha con frases como ” dígase hombre y se han dicho todas las razas”.
El investigador refirió momentos importantes de la historia Patria como la Conspiración de la Escalera donde fueron fusilados valiosos hombres como el poeta mulato Plácido, o la represión al Movimiento de los Independientes de color.
Por su parte el profesor Esteban Morales, otro de los panelistas, indicó que el tema del racismo es complejo y poco tratado, e indicó que debe hacerse un gran esfuerzo por eliminar los rasgos racistas ahondados durante más de 500 años en esta Isla.
La revolución cubana encontró esos rezagos en la sociedad, la cual creyó que se eliminarían con facilidad, no obstante los esfuerzos aun subsisten manifestaciones en las relaciones interpersonales, señaló el profesor.
Todo el proceso de enfrentamiento al enemigo durante los primeros años revolucionarios unió a los cubanos, y se dejó de hablar del tema racial, el cual resurge durante el periodo especial.
El racismo tiene también su aspecto cultural, y es un problema no de negros y mestizos, sino de toda la sociedad, dijo.
Pablo Rodríguez Ruiz, investigador del Instituto de Antropología resumió las investigaciones realizadas, donde se muestra como se ven entre sí los blancos, negros y mestizos.
De ese estudio se deslinda la existencia de un racismo a nivel de relaciones sociales con muy baja intensidad, más diferencial que excluyente, difuso, defensivo, “de peros”, y es ahí donde empiezan las conductas estereotipadas.
Acotó que en el concepto de raza manejado por el cubano, prima el color de la piel y alrededor de ese núcleo aparecen entonces el resto de los rasgos del rostro. A ello se une la genética y la descendencia, así como los aspectos del comportamiento.
En esa batalla contra el racismo tienen un papel importante los intelectuales, los medios de difusión, el sistema de educación cubano, señaló.
El propio escritor Miguel Barnet, en declaraciones para el espacio radiotelevisivo, mencionó el proyecto Por la ruta del esclavo, creado con el objetivo de divulgar lo autóctono y luchar contra todo tipo de discriminación, a fin de que alguna vez en Cuba con solo decir hombre se hayan dicho todas las razas.
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