Cuando la Patria recuperó sus tierras

Por: Leticia Martínez

Emisión: 16/5/2019

Como uno de los días más felices de su vida, calificó el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz el momento en que regresó a la Sierra Maestra para, desde allí mismo, decretar la Ley de Reforma Agraria. “Realmente este regreso fue la culminación de un propósito largamente incubado por nuestras mentes”, dijo poco antes de que los campesinos de La Plata tuvieran en sus manos el documento que los convertía en dueños.

“En circunstancias como estas, trascendentales, a veces es mejor ser lo más sencillo posible.  Realmente la publicación o la proclamación de la Ley Agraria constituirá uno de los acontecimientos más trascendentales en la vida de Cuba”, expresó aquel día memorable, el cual fuera comparado luego por el General de Ejército “como el Rubicón por el que pretendieron condenar a muerte a la Revolución cubana”.

Al tema se acercó este jueves el programa de la Mesa Redonda, que tuvo entre sus invitados al único ministro vivo de aquel consejo gubernamental que subió a la Sierra Maestra a rubricar la Reforma Agraria. Julio Camacho Aguilera, entonces titular de Transporte, recordó que con ese paso se estaba haciendo cumplir también con uno de los postulados de la Constitución del 40 que, como otros tantos, quedó en letra muerta hasta el triunfo de la Revolución.

El Comandante Camacho habló de las valerosas luchas campesinas para que la tierra fuera realmente de quien la sudaba. Entre ellas creció en su natal Guantánamo y poder acompañar a Fidel en La Plata aquel 17 de mayo constituyó un verdadero honor.

La Ley de Reforma Agraria, consideró el veterano combatiente, fue ejemplo de nuestra lucha ante el continente y el mundo, una decisión tomada, definitiva, que trajo consecuencias y en la que el enemigo trató de influir, pero ahí estuvieron la dignidad de la Revolución y de Fidel.

Comentó que desde la guerra el Comandante hablaba de legislar sobre la Reforma Agraria, creó una comisión y desde octubre de 1958 en todos los sitios liberados se le entregaba la tierra a los verdaderos dueños, “se iba aplicando la justicia que luego se generaliza con la Revolución”.

Fidel no solo otorgó tierras a los campesinos, acotó Camacho Aguilera, sino que les dio una organización como la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP). “Fue una verdadera atención hacia nuestro campesinado subir hasta la Sierra Maestra a firmar la Ley”.

“Hay que ver todo lo que desencadenó. Esta Revolución no retrocedía, se desarrollaba, era profunda, verdadera, en busca de la justicia, de la libertad…”

A ello también se refirió Fidel aquel día en La Plata: “200 000 familias que van a adquirir tierras, sin contar las 150 000 familias que poseían tierras en calidad de aparceros, arrendatarios o precaristas, colonos o, en fin, las distintas formas de posesión que no implicaban la propiedad de la tierra y que hasta hoy había sido un sector que vivía en perenne zozobra y en condiciones realmente antieconómicas”.

GUATEQUES CON RESULTADOS

Este 17 de mayo es día de celebración en Cuba. Sesenta años después de la firma de la Ley de Reforma Agraria el campesinado cubano tiene un rostro diferente al del año 1959 y en sus brazos y sudores va el destino de la nación, un compromiso sellado también en La Plata.

De la altísima responsabilidad de los campesinos con la Revolución, comentó en la Mesa Redonda, Rafael Santiesteban Pozo, miembro del Comité Central del Partido y  presidente de la ANAP, quien detalló que la organización definió prioridades de trabajo encaminadas a fortalecer su funcionamiento, crecer en asociados, renovar y completar la infraestructura de cooperativas y comunidades, enfrentar el delito, mejorar la contratación de las producciones e incrementar los resultados.

Comentó que se ha fortalecido el  vínculo de los cuadros con los campesinos, lo cual ha permitido un mayor acercamiento con los productores. Igualmente, se perfecciona el trabajo conjunto con la Federación de Mujeres Cubanas y la Unión de Jóvenes Comunistas.

De tal forma, informó, aumenta la cantidad de féminas en la ANAP, se crean nuevos comités de base de la UJC, crece el número de jóvenes vinculados al campo y en los últimos seis meses se han incorporado  más de 3 mil asociados a la organización campesina.

Santiesteban Pozo se refirió a la labor desplegada para mejorar la infraestructura de la ANAP, de las cooperativas y de sus comunidades, principalmente en oficinas, almacenes, escuelas, consultorios médicos, bodegas e instalaciones para la práctica del deporte.

Además se le ha prestado especial atención al proceso de contratación de las producciones y al cumplimiento de los indicadores productivos, a partir de la responsabilidad del sector en programas que definen el desarrollo del país como el autoabastecimiento local y la sustitución de importaciones.

Cuando evaluamos los indicadores, comentó el Presidente de la ANAP, son evidentes las reservas que existen para aumentar los volúmenes productivos que hoy no satisfacen las necesidades del pueblo ni de nuestra economía. De manera particular, en lo que va de año se incumplen renglones como la carne de cerdo y el maíz.

Explicó que se está trabajando en dar mayor uso al fondo de tierra, aplicar más la ciencia en el campo, diversificar las  producciones y aumentar los rendimientos. Tenemos muchos productores, dijo, que demuestran que es posible producir con eficiencia.

DOS BUENOS EJEMPLOS

Desde una Cooperativa de Créditos y Servicios de Vertientes, en Camagüey, llegó a la Mesa Redonda Yusmila Morales Zamora, que a sus 30 años es presidenta de una organización de base de la ANAP.

Con la locuacidad de una licenciada en Comunicación Social, narró el trabajo que desempeña con sus 173 asociados, pertenecientes a 102 fincas, de las cuales 80 destinan unas 2 163 hectáreas a la ganadería.

Nosotros estamos insertados en el movimiento político – productivo del millón de litros de leche, explicó la joven. “Nuestra CCS contrató  901 mil litros y estimamos que vamos llegar al millón este año. En ese camino ya cumplimos con 256  mil para este periodo”.

El compromiso es lograrlo por primera vez, aseguró Yusmila, para quien es un orgullo el trabajo que realiza. Habrá celebración este 17 de mayo en Vertientes por los 60 años de la Ley de Reforma Agraria, que abrió el camino para que 28 de sus asociados fueran propietarios de sus tierras. Todavía allí viven 15 de aquellos tiempos fundadores.

Por la Cooperativa de Producción Agropecuaria  Amistad Cuba-México, de Artemisa, habló Fernando Ravelo, su presidente. Con 241 hectáreas y 152 asociados, se dedica a los cultivos varios y sus producciones  alcanzan las  4 100 toneladas anuales.

Más allá de los números, Ravelo afirma que “la cooperativa es el centro de la comunidad y contribuimos a ella, reparando caminos, escuelas, incluso los tres acueductos del pueblo”. La CPA es el corazón de la comunidad — argumenta orgulloso— y hacemos trabajos culturales con los niños, los jóvenes… Tenemos además ocho aulas anexas para ayudar a formar a los futuros técnicos que estudian en el Instituto Politécnico Agropecuario del territorio.

Cuando Fidel ideó la formación de las CPA, explica Ravelo, lo hizo con la visión clara de pensar en una forma superior de producción que se revirtiera en bien de la comunidad.

Por eso, cuando Cuba celebra 60 años de la Reforma Agraria, asegura el presidente de la CPA artemiseña que “el campesinado nunca le ha fallado, ni le fallará a la Revolución y seguiremos cosechando victorias”.

Entonces existen motivos para el guateque, porque como dijera Fidel aquel día feliz del año 1959: “Nadie que se sienta de veras cubano, nadie que de veras sienta vibrar su fibra de patriotismo puede dejar de sentir orgullo por la Patria que a través de esta medida comenzó a recuperar sus tierras, esas inmensas extensiones, que por desidia, por abandono y por inescrupulosidad de los gobernantes habían caído en manos extranjeras”.

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