La neuroprótesis sonora permite que niños con sordera profunda, de origen coclear, desarrollen el lenguaje oral.

Un total de 430 personas, de ellas 32 sordo-ciegas, han sido beneficiadas con el programa cubano de implante coclear, que el cuatro de diciembre último cumplió su aniversario 20 de fundado con notables resultados que lo confirman de referencia internacional.

Durante el Taller nacional de implante coclear, que concluyó hoy en esta ciudad, la doctora Sandra Bermejo, asesora de audiología para el Ministerio de Salud Pública, destacó el alcance de ese programa, que aunque comenzó en la década de 1990, se consolidó en 2005 a partir del especial interés que le prestó el Comandante en Jefe Fidel Castro.

Él preguntaba por cada detalle, hasta por la alimentación de los pacientes durante la rehabilitación, evocó Bermejo.

Antonio Paz, coordinador del grupo nacional de implante coclear,  significó a la prensa el carácter multidisciplinario que distingue al programa cubano, cuyos profesionales acompañan al paciente desde el diagnóstico hasta la rehabilitación y la inserción en la sociedad.

Paz, también presidente de la Sociedad cubana de otorrinolaringología y de cirugía de cabeza y cuello, manifestó su satisfacción al intercambiar con individuos que fueron operados cuando eran niños y que en la actualidad se desempeñan como excelentes profesionales y en otras esferas laborales.

Cada vez que asistimos a un evento internacional percibimos el interés que suscita nuestro programa, que es en el mundo el que más personas sordo-ciegas ha beneficiado, lo cual fue una de las directrices de trabajo que incentivó Fidel, comentó el experto, quien es además jefe del servicio de otorrinolaringología del hospital Hermanos Ameijeiras, de La Habana.

El implante coclear consiste en instalar un dispositivo electrónico en el oído interno, lo cual permite la audición a personas con sordera profunda o severos problemas auditivos.

En el mundo el costo de ese proceder se estima entre 30 mil y 60 mil dólares, sin embargo, en Cuba es totalmente gratuito, lo cual unido a la calidad asistencial, convierte a la Isla en una referencia en América Latina y entre países del primer mundo que también practican esa técnica.

(Tomado de ACN)