Otra prueba más de la guerra “no declarada” de Estados Unidos contra Cuba: cuatro ciudadanos de origen cubano, y residentes en ese país, entraron a la Isla con el propósito de «atacar instalaciones militares», y según confesaron, ya desde mediados de 2013 tres de ellos habían viajado en reiteradas ocasiones a Cuba para «estudiar y modelar» sus acciones, las cuales se organizaron bajo la tutela de otros terroristas disfrazados de supuestos «luchadores por la libertad», como Santiago Álvarez Fernández Magriñá, Osvaldo Mitat y Manuel Alzugaray.

Pretendieron repetir la fórmula. La misma estrategia de subversión que aplicaron en países del Oriente Medio y que sus efectos surtió. Pero en Cuba el guión no tuvo éxito. Sin embargo, es preciso alertar, desenmascarar y sobre todo denunciar el cinismo de Estados Unidos, quien se atreve además a incluir a Cuba dentro de la lista de patrocinadores del terrorismo, cuando son ellos quienes se inventan y reinventan proyectos y programas desestabilizadores. Como un botón de muestra más: ZunZuneo.

Contra todo pronóstico, como dirían los comentaristas deportivos cubanos, Juan Carlos Varela rompió los vaticinios al ganar las presidenciales de Panamá este domingo 4 de mayo. Solo tres horas después de que cerraran los colegios electorales en el país istmeño, el Tribunal Electoral declaró la tendencia irreversible a favor de este candidato, un ingeniero industrial de 50 años que llegó a ser vicepresidente del actual mandatario Ricardo Martinelli y su ministro de Relaciones Exteriores, pero sus relaciones con el mandatario saliente están rotas desde 2011.

El VI Encuentro Sindical Nuestra América (ESNA) acaba de poner luz, desde La Habana, sobre el movimiento obrero regional. Un espacio en el que más de 1 700 participantes debatieron sobre acciones comunes vinculadas a la unidad y la integración.

La cultura cubana lleva el corazón a media asta. Murió Formell, o Juanito, o el Vanvanero mayor, o el maquinista del Tren de la música cubana. En fin… un hombre inmenso que supo convertir en poesía, ritmo y sabrosura nuestra cotidianidad con sus raudales. Por ello la Mesa Redonda de este viernes cambió su programación —no podía ser de otra manera— para sumarse al homenaje a quien nos vuelve a “dar con el corazón”.

El Primero de Mayo en Cuba es auténtico torbellino o una corriente vertiginosa que fluye por las plazas a paso de conga y rumba o al ritmo del caminante que lleva en sí señales hermosas y ocurrentes, como atrezo de esa fiesta que es para nuestros contemporáneos el Día Internacional de los Trabajadores.