Tras la marcha y en pleno acto cultural realizado en Parque Almagro, la vocera de la Confech, Camila Vallejo, señaló que el movimiento quiere dialogar y trabajar pero aclaró que no abandonarán sus demandas. “Si bien queremos dialogar con el Ejecutivo, no dejaremos de estar movilizados. (…) el gobierno ha mantenido sus propuestas de manera intransigente. Sin embargo, nosotros queremos debatir, es necesario para conseguir avances pero si al final del día esto no prospera, nosotros seguiremos adelante y no abandonaremos nuestras demandas.

Dirigentes del Movimiento Social por la Educación en Chile ratificaron hoy que las movilizaciones continuarán hasta tanto se logre el objetivo de cambiar el excluyente modelo de enseñanza. Así se expresaron en el cierre de una masiva manifestación en Santiago la vocera de la Confederación de Estudiantes de Chile, Camila Vallejo y el presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo.

Las luchas de los estudiantes forman parte de la historia del movimiento popular chileno desde los albores del siglo XX. A finales de los años 20, la movilización de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech), con Salvador Allende como su vicepresidente y presidente del Centro de Alumnos de la Escuela de Medicina, contribuyó a la caída de la dictadura del coronel Ibáñez. En 1967 y 1968, el movimiento por la reforma universitaria fue decisivo para la confluencia entre marxistas y cristianos y para la convergencia de las izquierdas en la Unidad Popular, vencedora con Allende en las elecciones de 1970.

Los grandes y poderosos medio de información no han podido ocultarlo: Chile se estremece por el accionar de la juventud que exige al gobierno una educación gratuita y de calidad. El hecho por sí solo es un indicador de inconformidad, de malestar, de insuficiencia del neoliberalismo que, al decir de la CNN y CBS, entre otras, constituía un éxito en el suelo de Allende.

Estudiantes chilenos entregaron este lunes una contrapropuesta de diálogo en la que exigen al gobierno de Sebastián Piñera “garantías” para conformar una mesa de trabajo, en un crucial paso para destrabar el extenso conflicto estudiantil que ha remecido a la sociedad chilena. Después de rechazar un cronograma de trabajo planteado hace una semana por el gobierno, lo que representó un portazo a la cuarta propuesta de diálogo entregada por el Ejecutivo para destrabar el conflicto, los estudiantes entregaron un documento en que plantean cuatro “condiciones mínimas” para acceder al diálogo.

“Esto es una guerra de cuatro años y si somos jóvenes comprometidos nos vamos a tener que levantar nuevamente el próximo año, si es que tenemos una derrota”, señaló Camila Vallejo durante una entrevista con la agencia Ansa. “Aquí se va a reflejar si hay o no maduración del movimiento estudiantil. Y eso es importante entenderlo porque además cuando se plantean temas tan de fondo como los cambios al sistema político, eso no se logra en un año con una movilización por más masiva que sea”, comentó la presidenta de la Fech.