La guerra civil en Libia continúa con enfrentamientos en las ciudades de Misurata y Zawiyah, en poder de las fuerzas opositoras al gobierno de Muammar Al Gaddafi. Mientras, Estados Unidos y sus aliados europeos agilizan su accionar para dar el toque final con una posible invasión militar. Alemania, por su parte, exigió que se impongan sanciones severas contra el gobierno libio. Washington y Europa continúan sacando a sus nacionales de Libia y movilizan fuerzas navales frente a la costa de esa nación.
Como parte de las presiones internacionales, el Consejo de Seguridad de la ONU decretó medidas punitivas, incluidas el congelamiento de cuentas bancarias, el embargo de armas y la prohibición de viaje contra Gaddafi, su familia y principales colaboradores.