Anécdotas de alfabetizadores: “Ese guajiro no entiende”
Yo crecí con el orgullo de haber estado entre ellos con apenas 15 años; me preparaba entonces para ingresar en la Escuela Normal de Maestros de Santa Clara, pero los planes de estudio cambiaron, y de la noche a la mañana me hallaba dándole curso a mi vocación en un intrincado campamento de montaña para la formación de maestros primarios en la zona de San Lorenzo, Sierra Maestra. Allí comenzó mi historia como alfabetizador.