Consecuente con el reclamo que la Patria ahogada en sangre por una tiranía proimperialista les hacía a los jóvenes a mediados del siglo XX, Camilo Cienfuegos dio muestras de su patriotismo desde los primeros años de su juventud. Tras el desembarco del Granma, el 2 de diciembre de 1956, desplegaría en el combate sus cualidades como combatiente revolucionario. Su valor y audacia le hicieron famoso. Su modestia y jovialidad le ganarían el cariño de sus compañeros.

53 años nadando a contracorriente, en un mundo atado de manos y silenciado por Estados Unidos; luchando por el derecho a vivir como ha decidido hacerlo; ése ha sido el gran delito del pueblo cubano desde el triunfo de su Revolución. Más de cinco décadas resistiendo el embargo económico impuesto por el imperialismo y más de 10 lustros sorteando el terror en todas su formas, y aún están de pie. Infiltrar al enemigo fue un recurso para evitar más atentados en su contra. “No había alternativa, teníamos que hacerlo.

Junto a los muros del antiguo Colegio San Lorenzo, último bastión del alzamiento entonces, el pueblo de la ciudad de Cienfuegos recordó hoy la sublevación armada que protagonizó el 5 de septiembre de 1957. Marinos rebelados en la base naval de Cayo Loco en esta ciudad, 250 kilómetros al sudeste de La Habana, y milicias organizadas en la clandestinidad por el Movimiento 26 de Julio mancomunaron sus acciones en aquella jornada en un intento por derrocar a la dictadura de Fulgencio Batista (1952-1958).

Las cubanas representan hoy el 47,3 por ciento de la fuerza laboral activa de este país, destacó Teresa Hernández, dirigente de la organización que las agrupa desde hace casi 51 años. Al cierre del pasado año, el 40,2 por ciento de los cargos de dirección estaban ocupados por las representantes del mal llamado sexo débil, cuyo desempeño en la vida económico-social de Cuba es cada vez más protagónico.

El Cuartel Moncada, era un cuartel militar, usado con la finalidad de brindar cobijo a soldados en número de 1001 y con capacidad para encarcelar a 200 presos, cuya construcción se hace a partir del año 1859 con el nombre de “Cuartel del Nuevo Presidio”, surge por la necesidad de locales “adecuados” para alojar los presidiarios en Santiago de Cuba en la Hermana República de Cuba. Era un sencillo pero robusto edificio de una sola planta con un sótano.

Más de 300 personas asistieron a la celebración del 58 aniversario de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, en la ciudad turca de Estambul. Convocados por la Asociación de amistad José Martí y el Partido Comunista de Turquía, los asistentes se reunieron en el Centro Cultural Nazim Hikmet, donde usó de la palabra Luis Ernesto Morejón Rodríguez, encargado de Negocios a.i. de la embajada de Cuba en ese país.