Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda

Fotos de Intenet

La ciudad de Santiago de Cuba es un elemento interesante para saber que es una sociedad de un mestizaje muy importante, por la presencia del aborigen, del africano y de la población santiaguera, incluyendo hasta portugueses.

Santiago de Cuba tiene una dimensión especial. A esa verdad nos llevó la Doctora Olga Portuondo, historiadora de la Ciudad y premio nacional de Historia, en su viaje a las raíces del medio milenio de la villa, en la Mesa Redonda de este jueves.

“Diego Velázquez, después de la fundación de Baracoa, era el único que tenía la autoridad dada por España para establecer las jerarquías entre población, villa y ciudad.  En toda la costa sur de Cuba él funda cinco villas: Baracoa, Trinidad, Bayamo, Sancti Spíritus y Santiago de Cuba, lo cual se confirma en sus Cartas de Relación. Después de la fundición del oro, él escoge a Santiago de Cuba como la capital de Tenencia de gobierno, dependiendo de España.

“Después Velázquez da por concluida la conquista y funda otras poblaciones, pero su idea era dominar los cacicazgos. Después impulsa la salida de varias expediciones a tierra firme, entre las que se encuentra la de Cortés, quien termina rompiendo con Velázquez. Pánfilo de Narváes trata de convencerlo de que Velázquez es la autoridad, pero los que lo acompañaron se unieron a Hernán. Eso lleva a que las primeras villas queden deshabitadas. Tampoco aquí había cantidad de oro y eso determina la organización económica en atos y corrales, y La Habana, con el sistema de flotas y galeones, comienza a ser el centro, por lo que las autoridades se trasladan para allá en el siglo XVI. Entonces Santiago de Cuba tuvo idas y vueltas en su condición, y en 1607 fue designada capital del Departamento oriental, aunque dependiente en materia de gobierno de La Habana.

“La ciudad de Santiago de Cuba es un elemento interesante para saber que es una sociedad de un mestizaje muy importante, por la presencia del aborigen, del africano y de la población santiaguera, incluyendo hasta portugueses”.

Alegó que 1524 muere Velázquez, y “yo digo que de molestia, por el hecho de que queda relegado a otros planos en lo que se refiere al imperio español. Y lo que hoy le llamamos su casa se empezaría a construir estando él en vida, pero no es hasta los años 40 del siglo XVI en que queda dispuesta la casa más antigua de nuestro país, por lo que él nunca la habitó”.

El máster Omar López, director de la Oficina del Conservador de la ciudad y premio nacional de Arquitectura, explicó que Prats jugó un papel extraordinario para que nos diéramos cuenta del valor de los inmuebles. “En el año 47 alerta de la existencia de la casa que hoy llamamos del Adelantado, que es una casa extraordinaria que nos da la calidad que nos llega de la arquitectura de la baja Andalucía”.

En ese inmueble, Prats encontró huellas extraordinarias, de gobernadores del Departamento oriental, y en ella tenemos el germen de la arquitectura santiaguera, con su capacidad para adaptarse al relieve.

“Santiago no tiene una calle horizontal, casi siempre estamos subiendo o bajando. Es una ciudad escalonada, una ciudad mirador o anfiteatro, características propias para que la evaluemos como ciudad paisaje. Todo el que vive en la ciudad histórica ve el mar y la Sierra Maestra, porque tiene un emplazamiento especial”.

Todas las casas tienen una especie de trapecio y balconajes tradicionales. “Hasta la propia característica de conversador del santiaguero, dijo, se debe a la arquitectura del corredor. A nuestros antepasados les gustaba sentarse a tertuliar, y eso era parte del sentido de la ciudad”.

Otro elemento importante es que Santiago tiene poca lluvia. Y eso se aprovechaba. Cuando llovía en el XVI, XVII y XVIII se recogía en los aljibes, grandes depósitos que salvaban la situación. “Los aguateros traían el agua a la ciudad, o iban al río San Juan. Hasta que se construyó el primer acueducto”.

En la arquitectura, Santiago de Cuba tiene un elemento muy peculiar, y es el uso de la madera como elemento estructural del inmueble. Que tengan el esqueleto de madera les permite bailar con el movimiento sísmico, así como las paredes tienen entretejidos que son capaces de moverse con el movimiento telúrico. Todo esto demuestra la capacidad de los alarifes, que daban a nuestros edificios condiciones singulares para sobrevivir a una circunstancia compleja”.

En el caso de nuestra Catedral, puntualizó, se trata de un edificio de madera, que tiene un forro pétreo, pero la cúpula mayor es de madera. “En el XVIII y el XIX, el carpintero mayor le dio la estructura a esa Catedral, y permanece hoy en pie”.

Sobre su cultura material, comentó que hay dos proyectos de impacto en la ciudad, que han sido sueños que no estarán muy alejados. Se trabaja para que su calle Enramada sea una calle peatonal, desde la Plaza de Marte hasta el Paseo Marítimo, y allí se asentarán 9 espacios públicos para el disfrute de este lugar.

Fátima Patterson, directora del grupo de teatro Macubá, se detuvo en la capacidad del santiaguero para levantarse. “Cuando el ciclón Sandy se llevó el techo de mi teatro, yo pensaba que sería imposible recuperarlo cuando había tantos santiagueros desprovistos de tanto, sin embargo, alguien de una sensibilidad tremenda me dijo que no podíamos, en medio de las carencias, descuidar el espíritu. Y el teatro se salvó, y desde ahí seguimos alimentando el alma de los santiagueros”.

Todavía, aseguró, estamos construyendo muchas cosas, y haremos más. “Pero tenemos la responsabilidad de cuidar más la ciudad. Hay que comunicarse con la cultura para tener una ciudad más linda”.

La máster Tania Fernández, directora provincial de Cultura, comentó que se han creado y restablecido 35 espacios que tienen que ver con la vida cultural de la provincia. “La calle Heredia, en esta etapa, ha tenido una restauración importantísima. Se han incorporado instituciones que no existían, como la Terraza Matamoros, que era un edificio en ruinas, abandonado… y hoy es una Terraza de presentaciones de la música”.

La Casa de la trova también se ha recuperado y contamos con  El bar Bohemio. “Logramos restaurar el Museo del carnaval, y tenemos una institución nueva para bailar nuestro baile emblemático: el son, que es la Academia de bailes de Artex. Igualmente tuvimos el privilegio de declarar la Red de carnavales del Caribe”.

Raúl Fornés, presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular en Santiago de Cuba, destacó con fuerza que “estamos viviendo un momento excepcional. Tenemos retos muy fuertes, con todo lo que se ha recuperado, a partir del huracán Sandy. Lo que demuestra que hemos sabido levantarnos. Que se haya trabajado en más de 500 obras habla de la perseverancia del pueblo santiaguero. Y aunque nos falta mucho por hacer, debemos, sobre todo, preservar lo conquistado hasta ahora y desarrollarlo”.

En el caso de la Catedral se trata de un edificio de madera, que tiene un forro pétreo, pero la cúpula mayor es de madera.

La Casa de la trova también se ha recuperado y cuenta con El bar Bohemio.