El nuevo tributo de La Habana a José Martí (+ Video)

¿Cuánto marca José Martí a La Habana? ¿Cuánto le debe la ciudad al adalid de la independencia? ¿Por qué proponerse un nuevo tributo al apóstol en la capital del país?

Por: Manuel Alejandro Hernández Barrios

Fotos: Roberto Garaicoa

Un singular monumento a José Martí quedará definitivamente emplazado en La Habana el próximo 28 de enero cuando los cubanos estemos rindiendo tributo a nuestro Héroe Nacional en el 165 aniversario de su natalicio.

Sobre la génesis de ese proyecto, lo que implica dentro del contexto de las relaciones de Cuba y Estados Unidos, de quiénes participaron en ese extraordinario empeño y qué significará para La Habana que se enrumba hacia los 500 años, estuvo dedicado el espacio televisivo Mesa Redonda de este 24 de enero que tuvo como invitado al doctor Eusebio Leal Spengler, Historiador de la ciudad de La Habana.

José Martí es del tipo de hombre que permanecen ajenos al paso del tiempo, de esos que inspiran al más sensible de los artistas a perpetuar su gesto. Tres son las estatuas importantes dedicadas al apóstol. El Martí del parque central fundado en 1905 que inmortaliza su personalidad de guía y mentor, de intelectual y político, de fundador del Partido Revolucionario Cubano y precursor de la independencia de Cuba. medio siglo después la Plaza de la Revolución se convirtió en el lugar del Martí Apóstol, retratado por el escultor Juan José Sicre como un héroe deificado, constituye uno de los retratos más importantes de la ciudad desde 1958, formada por 52 bloques de mármol con una altura de 18 metros. El nuevo monumento constituye la única escultura ecuestre de José Martí y lo eterniza como el Mayor General del Ejército Libertador, la cual reposa frente al museo de la Revolución.

¿Cuánto marca José Martí a La Habana? ¿Cuánto le debe la ciudad al adalid de la independencia? ¿Por qué proponerse un nuevo tributo al apóstol en la capital del país?

Ante estas interrogantes el historiador, Leal Spengler, respondió que “la trascendencia de la obra política de Martí, su inquietud como hombre de su tiempo y como cubano, su ciudad natal siempre ocupó un espacio especial en su corazón y en su memoria. Cuando comienza el proceso de formación del Partido y el proceso de preparar la Guerra Necesaria, después de haberla considerado inevitable, dice que los temas de La Habana los lleva él. Quiere decir que él conocía esta ciudad. La conoció de niño caminando por el Prado hasta el colegio de Rafael María de Mendive y más pequeño cuando el profesor José Sisto Casado le daba clases. El colegio de Mendive es quizás el lugar de la fragua de su espíritu.

“El Martí habanero, que es por sobre todas las cosas cubano, tiene en este nuevo monumento un destino particular. Máximo Gómez y Salvador Cisneros asistieron al acto de inauguración del monumento de 1905, meses antes de que se produjera la segunda intervención norteamericana y se derrumbara, por su vicio de nacimiento, la república que más que hija, había sido aborto de la revolución, el sueño quebrantado. Ellos asisten al acto de inauguración del monumento, obra de José Villalta de Saavedra. A ese sitio acuden los estudiantes, la rebeldía del instituto de La Habana que fue la escuela pensada y diseñada por Enrique José Varona”.

La única estatua ecuestre que inmortaliza a José Martí

José Martí es del tipo de hombre que permanecen ajenos al paso del tiempo, de esos que inspiran al más sensible de los artistas a perpetuar su gesto.

Según el historiador el nuevo monumento es el sublime tránsito entre la vida y la muerte, el destino presentido, cuando él manifiesta que siente dentro de sí un cántico que no puede ser otro que el de la muerte. La percepción del poeta y las dramáticas condiciones en que comienza el desenlace militar le llevan a tomar la determinación de desobedecer y partir al campo de batalla, cosa que el general Gómez le había prohibido. Él interpretó que su deber estaba saltando la barrera del río, yendo a buscar su destino.

El 15 de abril de 1895, a pocos días después del desembarco, se apartan del camino y se siente un poco entristecido por no ser militar. Paquito Borrero, César Salas y Máximo Gómez se reúnen. Éste último le comunica que, reconociéndolo como delegado del Partido, por decisión de los jefes, quedaba exaltado a la condición de Mayor General del Ejército Libertador. Este nuevo monumento es al Mayor General José Martí, que cae luchando como soldado en una guerra que era necesaria para alcanzar la emancipación.

La autora original de la obra se formó en los estudios de Boston siguiendo la vocación de su padre, profesor de Harvard que le enseñó la dignidad y la belleza de la naturaleza y de los animales. Su esposo Huntington creó para ella en el Bronx un zoológico para que ella pudiera tener ejemplares a su alcance. La pareja decidió donar a Cuba el conjunto escultórico ubicado en Ayestarán y 20 de mayo que es el de Los portadores de la antorcha, que también pudiera definirse como el relevo, porque es el fatigado caminante que entrega la antorcha con el destino encerrado en la llama al nuevo portador. Desde ese momento su obra empezó a ser conocida en Cuba. Ella se inspiró al ver una reproducción de un cuadro de Valderrama que en la actualidad no existe. A la edad de 82 años acepta el desafío de hacer una obra monumental y única.

En la obra lo primero que se nota es la fuerza de la criatura, el caballo espantado por el fuego frontal que recibe y Martí se desploma serenamente de su corcel, pisoteando lirios y la hierba que él había evocado en la presunción de su muerte: mi verso crecerá bajo la hierba y yo también creceré. Ahí está también la firma de la escultora.

“Cuando vi la escultura por primera vez hace 22 años, comenzó la gestión para pensar en la posibilidad de tener esa escultura en La Habana. Allí conocí la historia. Estuvo a punto de ser inaugurada el 10 de octubre de 1959. No va a ser hasta 1965, después de varios pugilatos entre los emigrados patriotas y los que trataban de apoderarse de ella, cuando se logra colocar en su monumento. La autora recibe la medalla de oro de la ciudad de Nueva York y la colocación de la escultura se debe a un empeño de ella y de la ciudad de Nueva York. Fue colocada junto a Bolívar y a San Martín, el libertador y el protector de los pueblos libres”.

El primer obstáculo fue tramitar con el gobierno de Estados Unidos los permisos para hacer esa escultura para Cuba. El segundo obstáculo fue el económico si no existía una relación diplomática con ese país, si la misión cubana en Estados Unidos era una misión sitiada, no se podía hacer una colecta. El tercer obstáculo era el tecnológico, ¿cómo hacer una reproducción sin tocar la escultura, una condición que pondría la ciudad de Nueva York más tarde? Se hizo una copia escaneada como si fuera un calco a la cera perdida.

Las condiciones se hicieron propicias durante el restablecimiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Eusebio fue autorizado por el General Presidente Raúl Castro a hablar personalmente con el alcalde de la ciudad de Nueva York que manifestó agrado con la idea y con el Secretario de Estado John Kerry que preguntó qué se oponía a un propósito como este que era de tipo cultural. También se le planteó al presidente Obama durante su visita a Cuba.

El museo del Bronx fue el partner en Estados Unidos que fue el rostro institucional para hacer la colecta. No fueron pocas las instituciones norteamericanas para añadir sumas a la colecta. Después de mucho recorte y cálculo se concluyó que se necesitaban dos millones de dólares. Se apeló a la emigración patriótica cubana. Hasta Google realizó un programa especial porque ellos no podían contribuir económicamente, pero transmitieron una entrevista a Eusebio Leal que fue vista por millones. Finalmente, una dama mexicana donó la suma necesaria que completaría lo que se requería.

Siempre hay que separar el necesario sentimiento antimperialista de todo cubano que conoce la historia de su Patria de la relación entre los pueblos de Cuba y de Estados Unidos. La presencia en el Ejército Libertador de mambises norteamericanos. Fidel Castro Ruz le da gloriosamente el nombre del General de Brigada Henry Reeve al contingente internacionalista de médicos cubanos.

El mismo día que los diplomáticos cubanos estaban siendo expulsados de Washington la estatua estaba navegando hacia el Mariel. Eusebio Leal y los trabajadores portuarios quedaron impresionados por aquella cosa colosal que no cabía por debajo de ningún puente. Fue necesario buscar el apoyo de prácticos que encontraron un día de bonanza.

A la inauguración van a venir muchos norteamericanos invitados, los descendientes de Carmen Millares de Mantilla, entre los cuales está la anciana Martí, un nombre que le fue impuesto por su padre. Viene también la dama mexicana incógnita que donó el dinero necesario de una suma grande que faltaba.

Un monumento ubicado en la Patria del Apóstol

Según el historiador el nuevo monumento es el sublime tránsito entre la vida y la muerte, el destino presentido, cuando él manifiesta que siente dentro de sí un cántico que no puede ser otro que el de la muerte.

El espacio escogido para la colocación de la escultura es privilegiado. Allí sucedió el discurso apasionado de Camilo recitando los versos de Bonifacio Byrne, que están al fondo inmortalizados en bronce mirando a la bandera cubana en la explanada de la punta. El monumento avanza hacia Máximo Gómez, el General en Jefe. Detrás tiene al Palacio de la Revolución, lugar de culto de los continuadores de las ideas martianas. Enfrente está la Iglesia del Ángel en donde fueran bautizados Félix Varela, que muere en 1853, y José Martí, que nace en 1853, en la misma la misma pila bautismal. El segundo, poderoso continuador de las ideas del primero: libertad, emancipación e independencia total.

“Como en un ritual se colocó bajo el emplazamiento la caja de memorias con las monedas, las inscripciones y toda la historia de la estatua más o menos resumida. En su entorno se hizo un bello jardín que en la avenida de las misiones recuerdan los páramos del mundo donde estuvo el apóstol. El olivo del mediterráneo, las palmas de las Antillas, las araucarias de centro américa, los agaves de México, y el dagame y el fustete ante el cual se derrumbó José Martí el 19 de mayo de 1895”.

José Martí dijo una vez: “Que hermoso sería morir a caballo peleando por la libertad de Cuba junto a una palma”. A Martí siempre se le representa como el orador en la necesaria pose del gran meditador y pensador que fue. En la fragua martiana están sus pensamientos sobre el sublime acto de morir, en la base del monumento en la Plaza de la Revolución con letras de oro está su monumento con relación a la utilidad de morir por una causa: Yo quiero cuando me muera sin Patria, pero sin amo. En ese acto lo acompañó el joven Ángel de la Guardia, un maestro de Holguín, que muere poco después. Él es el que vio caer a aquel cuerpo. Una imagen que Carlos Enríquez imaginó como si una mano misteriosa le arrebatara el revólver de las manos a Martí.

El Héroe Nacional murió defendiendo la idea de que una Revolución no se podía concebir sin una teoría revolucionaria. Por eso crea un partido político para dirigir una guerra de liberación nacional. Cuando Gómez lo exalta reconoce primero su condición de delegado de un proceso singular y nuevo en el cual el dirigente político aparecía proclamado por los sencillos trabajadores, por los tabaqueros de Tampa, por los intelectuales, todos los que entendieron que su trabajo era válido, por sobre todas las dudas que impone una causa perdida antes. Martí estudió e interpretó las causas y razones que perdieron las Guerra de los Diez Años. Y luego logró algo que parecía imposible, las condiciones para lograr la Guerra Necesaria.

Unas palabras de Gonzalo de Quesada: “Apóstol de la independencia de Cuba, guía de los pueblos americanos y paladín de la dignidad humana, su genio literario rivaliza con su clarividencia política, nació en La Habana el 28 de enero de 1953, vivió 15 años de su destierro en la ciudad de Nueva York y murió en combate en Dos Ríos, en la provincia de Oriente, el 19 de mayo de 1895”.

Allí donde se unen el Cauto y el Contramestre calló la estrella del pensamiento cubano. Apóstol quiere decir el que lleva una palabra, el que transmite un mensaje, por eso no se le puede despojar de ese título, como sería inútil despojar a Bolívar de El Libertador, a Juárez de Benemérito. Cuba tuvo grandes héroes, pero tuvo un solo apóstol.

Los 500 años de La Habana y otras recordaciones

Este es el año del 150 aniversario de aquel grito de independencia que tuvo lugar en Santa Ifigenia, el cual será celebrado bajo la presidencia del General Presidente Raúl Castro y del Estado de la Nación cubana, que está convocado allí.

Se van a cumplir 500 años de La Habana, de los cuales 165 le pertenecen a la vida de José Martí, a la historia de la gran Universidad, a la de la Sociedad Económica de Amigos del País. La Habana es la capital de Cuba. Ahí está el cementerio con 70 generales del Ejército Libertador y con Máximo Gómez. En los campos de La Habana reposan Antonio Maceo y Panchito Gómez Toro. En sus calles no se da un paso sin encontrar un recuerdo, una lápida, una memoria. Esta es la ciudad de la milicia gloriosa de los macheteros, de los alfabetizadores. “No tenemos lo que necesitaríamos para hacer una resurrección de la ciudad, pero sí podemos, si nos empeñamos todos, hacer lo que sea necesario porque la capital de esta nación logre representar ante el mundo lo que ella significa para el mundo”.

Este es el año del 150 aniversario de aquel grito de independencia que tuvo lugar en Santa Ifigenia, el cual será celebrado bajo la presidencia del General Presidente Raúl Castro y del Estado de la Nación cubana, que está convocado allí.

El nuevo monumento a José Martí es la señal para comenzar las grandes conmemoraciones con la edición de libros clásicos, la preparación del terreno a los jóvenes, a quienes debemos dejar este sentimiento que las celebraciones y los monumentos expresan. El 24 de febrero quedarán terminados los grandes salones del Capitolio nacional, incluyendo el salón de los pasos perdidos con 120 metros de largo y el monumento de Cuba, en donde está abierta la cripta donde yacen los restos del mambí desconocido, con la llama eterna y las flores perpetuas del presidente, por donde se llega a los salones Guáimaro, Baraguá, Simón Bolívar, hasta la biblioteca José Martí, donde se termina el gran hemiciclo donde ocurrieron grandes acontecimientos para la historia de Cuba. En ese Capitolio se velaron los restos de los héroes del Granma, allí fue velado Jesús Menéndez. Allí regresan instituciones tan importantes como el Tribunal Supremo de Justicia, la Asamblea Nacional del Poder Popular y el Instituto de Historia de Cuba en el antiguo Diario de la Marina.

El 28 de enero a las 7:00 a.m. será la solemnidad, se inaugurará el nuevo monumento a José Martí que La Habana se regala. El momento será cuando se eleve la bandera grande de Cuba que estará colocada cerca con la singularidad de que en la punta de la asta se fundió una estrella dorada que es un punto brillante que resplandece desde cualquier ángulo. El monumento está ubicado en el parque trece de marzo de la avenida de las misiones, alejado del mar.

Se está realizando la limpieza del monumento de Máximo Gómez, la pavimentación de la rotonda, ya fue restaurado el cenotafio donde está el fragmento de pared donde fueron ejecutados los estudiantes en 1871. Se termina la explanada de las lápidas frente al Castillo de la Punta, de manera que todo este conjunto, más la obra del museo de la Revolución, las escuelas, los grandes hoteles que se construyen en el Prado, constituyan un espacio del cual todos los cubanos nos sintamos orgullosos.

Comentó que el venidero curso escolar se inaugurarán tres escuelas, la de oficios en Monte 60, la de José Martí en el Colegio San Pablo de Rafael María de Mendive en la que en la planta alta estaban el piano y los libros cromados que tanto admiraron a Martí, y la escuela Camilo Cienfuegos en la calle Amargura.

El mar que obliga a los necesarios cambios

Eusebio Leal expresó que el mar ha hecho un daño terrible al malecón histórico, de hecho, ha sentenciado a varios edificios por los cuales se luchó largamente por años. Esa es una realidad que hay que aceptar. Se deben retirar y demoler algunos edificios que son absolutamente irrecuperables.

El monumento a Calixto García al final de la avenida de los presidentes es un alegato a la soberanía nacional porque en él están cincelados los documentos con letras de oro de lo que significó la ocupación del territorio de Cuba, la no permisión de entrar los mambises en Santiago. El mar lo destruyó después de haber sido restaurado dos veces. En esta ocasión movió el basamento de la escultura. “Ya no se puede esperar más”, dijo Eusebio y añadió que se debía sacrificar un parque del municipio Plaza para convertirlo en monumento. Sentenció la necesidad de declarar Monumento Nacional al Palacio de Convenciones.

Anunció que en la búsqueda de otra isla donde colocarlo se definió a la segunda rotonda de la Quinta Avenida para situarlo tal y como tal y como fue diseñado y proyectado. Antes de abril solo se montará el basamento granítico con la estatua ecuestre del Mayor General Calixto García Íñiguez, dándole un sitio preferente que precisamente es el lugar de paso de toda la ciudad camino al lugar de práctica de todas las instituciones políticas, donde se han hecho los congresos del partido, los grandes eventos internacionales, la cumbre de los No Alineados, y el lugar donde por última vez escuchamos las palabras de Fidel Castro Ruz en vida.

Una Feria para los libros del habanero

Eusebio Leal agradeció al Ministro de Cultura Abel Prieto, al director del Instituto del Libro porque fue gratamente sorprendido con la noticia de que la Feria Internacional del Libro de La Habana de 2018 estará dedicada a su obra como escritor e historiador de la ciudad que cumple 500 años.

Señaló que él no ha sido un gran escritor, pero se han publicado sus palabras volcadas en libros, tomadas de lo dicho en conferencias, en clases, en discursos, lo que conforma un análisis de Cuba y su historia, donde está recogido todo lo que se puede llamar su obra.

Sobre el Diario Perdido de Carlos Manuel de Céspedes, comentó que lo concibió a partir de sus conversaciones con Hortensia Pichardo y Fernando Portuondo, y lo convirtió en un cespediano, sin sacar a esa figura de la historia ni renunciar a otras.

Y ante una pregunta del periodista que dirige el espacio televisivo, Randy Alonso, quien lo tildó de Guerrillero contra el tiempo, dijo que siempre quedan sueños por cumplir, lo que queda por hacer se hace cada día con la pasión de que ese día es el último, ni mesas regadas, ni cartas por responder, ni tema que tratar, se luchará mientras se sea útil. Seguirá con su armadura llena de abolladuras y remiendos.

“Lucharé por cada pedazo de tierra donde esté, porque siempre he creído que el que no ama la tierra en que nació, el barrio en que vivió, los amigos con los cuales se abrazó, no puede amar a la tierra grande en que nació”.

La Mesa Redonda

1 Comentario »

  • Mercedes dijo:

    Se que la mesa redonda estuvo muy interesante, no pude verla por cuestiones de trabajo , me gustaria que en algún momento la retrasmitieran. Gracias

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