Las universidades cubanas mirando hacia el futuro (+ Video)
La educación en Cuba se reafirma no solo como uno de los pilares fundamentales de la Revolución, sino que también sabe reinventar sus estrategias teóricas en aras de alcanzar mayores potencialidades en terrenos empíricos. Es por ello, que las contribuciones de las universidades cubanas a las esferas económicas y sociales supone en tales escenarios una labor en ascenso.
El país cuenta con un alto potencial humano calificado y con elevada capacidad de generar conocimientos para garantizar el empleo de la ciencia como proyecto que impulsa el desarrollo económico nacional, afirmó la Directora de Ciencia y Técnica del Ministerio de Educación Superior (MES), Ondina Jacinta León Díaz.
En este sentido, la especialista aclaró: “La ardua tarea del MES ha propiciado una política de ciencia, tecnología e innovación hasta el 2030 establecidas en líneas de investigación de carácter territorial y nacional que responden a las estrategias principales del país para su desarrollo.”
Asimismo, el Presidente de la Cátedra de Ciencia, Tecnología, Sociedad e Innovación de la Universidad de La Habana, Jorge Núñez Jover explicó que “No hay posibilidad ninguna de avanzar en las potencialidades productivas y en el desarrollo económico sin que existan capacidades humanas, conocimientos y cavidades de innovación”.
Además, añadió que la Educación Superior nacional está distribuida a lo largo del país, de ahí las potencialidades para el avance territorial. Los centros de investigación no van a enviar los conocimientos a los municipios; esas capacidades deben crearse a nivel de localidad.
Resultados tangibles de las líneas de investigación
Muchas han sido las alternativas que Cuba busca para elevar los resultados en materia económica y por supuesto, la ciencia es uno sus entramados esenciales.
Durante casi más de veinte años los investigadores se han vinculado a las comunidades para incorporar los conocimientos científicos en función de las necesidades y demandas reales de la nación.
La construcción ha sido una de las ramas en las que se ha incorporado tales principios. Es así como surge la innovación de tecnologías y de talleres encaminados a desarrollar un modelo de construcción local. “El cemento desde el principio nos ocupó, por lo que nuestras ansias era producir un producto factible y ecológico que costara menos, redujera las inversiones y fuera de calidad”, dijo el Director del Centro de Investigaciones de Estructuras y Materiales de la Universidad Central Marta Abreu, José Martinera Hernández.
El proyecto, nacido en el año 2005 a partir de una colaboración con una universidad suiza, ha propiciado entre sus mayores ventajas la elaboración de una nueva fórmula de cemento. Su peculiaridad es que reduce a la mitad la cantidad de clínker (compuesto más costoso en la elaboración del producto) y disminuye hasta un 35 por ciento las emisiones de dióxido de carbono. “Este material, igual de efectivo en comparación con otro tipo de cementos, está listo para salir a la práctica, cubrir las necesidades y aumentar su disponibilidad a nivel local”, enfatizó Martinera Hernández.
No obstante, otros proyectos son desarrollados paralelamente con beneficios factibles para la economía cubana. La generación de energía eléctrica se suma así a las ambiciones productivas de carácter nacional. Para su mejor desarrollo se ha articulado una red entre universidad y Unión Eléctrica que vincula a los Centros de Altos Estudios con el problema energético a partir de la asimilación de las nuevas tecnologías.
Según el Decano de la Facultad Eléctrica, Miguel Castro Fernández se han realizado acciones dirigidas a la formación de recursos humanos y a la introducción de nuevas formas de organizaciones de la generación de la Unión Eléctrica. Además de que se han iniciado estudios técnicos como respuesta a una serie de dificultades propias en la reproducción de energía.
En tales tareas ha sido imprescindible la transferencia de tecnologías, concepto que no se subscribe solo a la adquisición de los recursos, también demanda conocerlos a profundidad, saber cómo pueden ser aprovechados y su viabilidad para resolver una situación.
El campo de la energía en Cuba está estrechamente vinculado a las tecnologías de la sociedad de almacenamientos de energía de las fuentes renovables, a los niveles de integración de dichas fuentes, a la evaluación de la asistencia y nivel de capacidad de solución asociado a las diferentes entidades del sector energético y a la mejoras de las operaciones del centro.
Todas las investigaciones que se han hecho en esta dirección han permitido obtener la disminución de 2 gramos por cada kilowatt hora, cifra que genera en su totalidad un ahorro de energía considerable a escala nacional, apuntó el también Premio Nacional de Innovación, Castro Fernández.
La Educación Superior no es un actor solitario, sino que está conectado con los gobiernos, las organizaciones sociales y políticas, el sector de producción y servicio. Con el devenir de los años el sistema educativo se resguarda en el campo de presentación y aprobación de proyectos nacionales, empresariales, de desarrollo local, y en la participación de los estudiantes en los fórum, para nutrir de nuevas perspectivas y posibilidades las ramas más decisivas y notorias del país.
Continúa siendo deber de quienes educan afianzar los conocimientos a la disponibilidad del desarrollo nacional sostenible en aras de involucrar y comprometer a los nacientes profesionales en la determinación del futuro de Cuba.
Los desarrollos de productos y servicios por las universidades aún enfrentan muchas trabas e incompresiones. Sobran los dedos de las manos para contar los que han logrado producción masiva. Ni hablar de la producción de software (excepto la UCI)..
influye la pérdida acelerada de personal calificado…y el burocratismo en ambos lados.
Mientras, se sigue investigando en el agua tibia, y tesis de doctorado que no se implementan. Especialmente en el área pedagógica. Cada vez que oigo hablar de una tesis de didáctica o formación de valores…me pongo a silbar mirando al techo.