Accidentalidad en Cuba, asunto de todos (+ Video)

Por: Leticia Martínez

Fotos: Roberto Garaicoa

Emisión: 05/06/2019

Las noticias de los últimos accidentes de tránsito ocurridos en Cuba han vuelto a poner la mira sobre un fenómeno que cada año trunca la vida a cientos de cubanos y deja huellas indelebles y dolorosas en miles de familias. Aunque el comportamiento de los primeros cinco meses del 2019 tiende a la mejoría con respecto al año anterior, cada muerte, lesión y pérdida económica, habla alto de cuanto aún falta por hacer para que las calles de la Isla sean lugares seguros para transitar.

El tema ─ por urgente y decisivo ─ volvió a tratarse este miércoles en la Mesa Redonda, donde especialistas del sector del transporte aportaron datos al debate que se genera en las conversaciones diarias entre los cubanos, sobre todo luego de los últimos incidentes como el lamentable accidente masivo ocurrido en el Malecón habanero.

Según explicó el coronel Roberto Rodríguez Fernández, jefe de la Dirección Nacional de Tránsito, en Cuba la accidentalidad vial está marcada por altos niveles de indisciplina; escasa percepción de riesgo; acciones temerarias en la vía; deficiente infraestructura vial y de señalización; empleo de vehículos para la transportación masiva de pasajeros que no fueron diseñados para tales fines; limitado uso de los medios de protección, sobre todo del cinturón de seguridad; así como un  parque vehicular envejecido, lo cual ha estado impactado por los limitados suministros de piezas y otros recursos.

“En el 2018, el país registró 10 mil 070 accidentes, 683 muertos y 7 mil 730 lesionados. Comparado con el 2017, significa mil 117 accidentes menos, 67 fallecidos menos y 269 lesionados menos”.

Las principales causas de los accidentes, detalló, radicaron en no prestar la debida atención al vehículo, la alta velocidad y los desperfectos técnicos. Ello aportó el 61% de todos los accidentes, el 31% de los fallecidos y el 60% de los lesionados.

“En medio de ese contexto, arribamos al quinto mes del año con una disminución discreta de esos tres indicadores. Al cierre de mayo el país registró 4 mil 134 accidentes, 269 fallecidos y 3 mil 063 lesionados, lo que significa 22 accidentes menos, 28 fallecidos menos y 55 lesionados menos. Las principales causas persisten y este año se incrementa la conducción bajo los efectos del alcohol y no respetar el derecho de vía”.

Las mayores cifras de accidentes se registraron en las provincias de La Habana, Villa Clara, Holguín, Santiago de Cuba, Matanzas y Camagüey, que aportan en su conjunto el 70% de los accidentes de tránsito. Los niveles más altos de peligrosidad se notifican en Matanzas y Camagüey.

“Al concluir mayo se registraron 10 accidentes masivos, 13 menos que en 2018, con 25 fallecidos y 147 lesionados”. Sin embargo, tras estos números que disminuyen, hay tristes historias de vida o de muerte.

Subrayó el coronel Rodríguez Fernández que al cierre del mes de mayo se lograron disminuir los accidentes a causa de la velocidad, “aunque es importante esclarecer a la población que, aunque disminuyen los accidentes, aumentan los muertos y lesionados”.

En este periodo disminuyen también los accidentes con consecuencias masivas, por desperfectos técnicos y en los que existe participación animal. Sin embargo crecen los accidentes donde está presente el alcohol; también los ocasionados por no prestar la debida atención a la conducción, entre ellas tener la música alta, encender un cigarro, ingerir alimentos y atender el teléfono.

Como parte del enfrentamiento a esas conductas, el cual se ha arreciado en los últimos meses, el jefe de la Dirección Nacional de Tránsito informó que hasta mayo se habían aplicado 300 mil 629 multas por no respetar la Ley de Tránsito y se habían hecho 144 mil 70 notificaciones.

Por ejemplo, dijo, fueron notificados 7 870 conductores de vehículos de tracción animal y resultaron apercibidos unos 1 325. Se aplicaron 572 retenciones, 30 decomisos y 23 denuncias por desobediencia.

También los vehículos dedicados a la transportación masiva de pasajeros han tenido una atención priorizada. “A sus conductores se les han aplicado 1 967 multas, 1 121 decretos y se les han realizado 14 mil 345 revisiones técnicas… el 24% de los vehículos inspeccionados en las vías han presentado defectos”.

En estos momentos, informó, hay 3 mil 920 chapas depositadas en el Registro de Vehículos, que hasta tanto no se rectifiquen las deficiencias técnicas y tengan la acreditación de la Planta de Revisión Técnica (el conocido Somatón) no se devolverá la matrícula.

En tanto, a los ciclomotores se les ha aplicado 21 mil 200 multas, 6 851 más que el año pasado y han sido trasladado a los estaciones de la Policía Nacional Revolucionaria unos 5 784 conductores que conducían este tipo de vehículo sin licencia.

Por tal razón aclaró: “los conductores de todos los vehículos automotores que circulen por la vía tienen que estar debidamente acreditados por una licencia. Los ciclomotores sí lleva licencia de conducción”.

El enfrentamiento a la ingestión de bebidas alcohólicas también ha sido una prioridad. Hasta el momento, agregó, a 609 conductores se les ha suspendido la licencia de 6 meses a un año, posteriormente tienen la obligación de hacer un examen teórico y práctico.

A la par, y para incrementar el rigor, se han realizado 130 mil 287 reexámenes a conductores, se han retirado 8 mil 005 licencias de conducción y se han aplicado 5 527 suspensiones de licencia.

ACCIDENTES MASIVO

Durante el 2018, la única tipología de accidente que no bajó sus indicadores fue el masivo, definido así cuando implica dos fallecimientos y más de siete lesionados. “El país registró 44 accidentes masivos, con 53 fallecidos y 690 lesionados”, especificó Rodríguez Fernández.

Tal situación provocó que la Comisión Nacional de Seguridad Vial creara un equipo de trabajo entre los ministerios del Transporte y del Interior, que visitó las provincias más afectadas y los lugares de mayor ocurrencia de accidentes de este tipo.

De ello se derivó un plan de medidas, comentó, que incluyó evaluar la reducción de los límites de velocidad en las principales vías de cada provincia, elevando los niveles de señalización, sobre todo en las curvas peligrosas y las pendientes.

En tal sentido, se hicieron 70 estudios que originaron la instalación inmediata de 85 señales de reducción de velocidad, se pusieron 30 vallas para alertar a los conductores que estaban transitando por tramos peligrosos y fueron reparadas 798 señales de tránsito.

Además, la Empresa de Ómnibus Nacionales ha evaluado la posibilidad de reducir los viajes en los horarios de la noche y la madrugada. “Hasta el momento se han logrado reajustar 10 salidas y se continúa trabajando para cambiar otros cinco destinos más”.

Estas medidas de enfrentamiento, concluyó, han propiciado que los accidentes con consecuencias masivas disminuyan este año. No nos conformamos porque tenemos muchas potencialidades para continuar reduciendo las causas y condiciones que los originan.

COMISIÓN NACIONAL DE SEGURIDAD VIAL

La Ley 109 instituyó en el país la creación de la Comisión Nacional de Seguridad Vial y sus homólogas provinciales y municipales. Este es un órgano de carácter permanente y colegiado, que asesora y coordina con todos los órganos de la Administración Central del Estado las acciones dirigidas a la prevención de accidentes de tránsito y sus consecuencias.

Reynaldo Becerra Acosta, secretario de la Comisión Nacional de Seguridad Vial, explicó que la misma está presidida por el vicepresidente del Consejo de Ministros, Ricardo Cabrisas Ruiz.

“En el 2017 y por decisión del Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista, General de Ejército Raúl Castro Ruz, se evalúo la accidentalidad en el país y se decidió realizar propuestas para reforzar la seguridad vial. A partir de entonces se constituyó un grupo permanente al más alto nivel del gobierno y doce subcomisiones que fomentaron más de 200 medidas para mejorar los índices de la accidentalidad”.

De ello se estableció un plan estratégico para frenar la situación y se aprobaron en el Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros acciones a corto, mediano y largo plazos. Dentro de las medidas estaba revisar las regulaciones complementarias de la Ley, lo cual está en proceso con las relacionadas al Ministerio de Salud Pública y del Interior.

Becerra Acosta precisó además que los órganos de la Administración Central del Estado desempeñan acciones de seguridad de vial en función de tener sus vehículos con revisión técnica, recalificar a los conductores y velar por el régimen de trabajo y descanso.

Igualmente se han desplegado campañas de concientización como la más reciente titulada “Llega a tu destino sin accidentes de tránsito”; así como jornadas nacionales de Tránsito y de Seguridad Vial, eventos importantes, talleres científicos y encuentros académicos, donde también se evalúan las experiencias internacionales.

Informó el directivo que además “se han incorporado en los procesos penales por accidentes a los terceros responsables, que son aquellas personas que aportan elementos para la ocurrencia de accidentes. Esto va teniendo impacto en la responsabilidad de los directivos de entidades, en función de la preocupación de la gestión de seguridad vial”.

INSPECCIÓN AL TRANSPORTE

Que los vehículos salgan aptos a trabajar en las vías es responsabilidad, en primera instancia, del transportista. Así lo definió en la Mesa Redonda, Arnaldo Rodríguez Rosabal, inspector general de la Oficina de Inspección Estatal del Transporte, para quien incumplir con esa máxima es una de las primeras causas para la ocurrencia de accidentes.

Ello se logra, dijo, trabajando hacia dentro de las entidades, sobre todo las de carga y pasaje. En las bases de transporte es donde están los responsables de que ese transporte salga a la vía pública con todas las condiciones. Antes la inspección estatal del transporte tenía un papel más activo en las vías y ahora se trasladó hacia el interior de las bases.

“Los directivos no se pueden tomar el derecho de irse por encima de la ley. Nadie está autorizado a sacar un carro a trabajar si no cumple con todos los requisitos”, aseveró.

Según indicó, en las inspecciones al transporte se han evidenciado, entre otras conductas, que el vehículo no se utiliza para las funciones establecidas en su objeto social; no se comprueba completamente el estado de los aditamentos para que la transportación sea segura; no se chequea que el conductor salga con la licencia, en correspondencia con la categoría del vehículo; e incumplimientos de las normas técnicas para la prestación de los servicios.

Comentó el directivo que como parte de las acciones de enfrentamiento a la accidentalidad se ha reforzado el trabajo de la inspección en las plantas de revisión técnica. El país tiene una capacidad para hacer 290 mil revisiones técnicas. De las 22 plantas existentes, 19 están funcionando y faltan por ellas las provincias de Artemisa, Mayabeque y el municipio especial de la Isla de la Juventud.

Esta situación, dijo, no permite que en las plantas se pueda hacer la revisión técnica a todos los vehículos del país, por lo cual se ha concentrado el trabajo en aquellos dedicados a la transportación masiva, de cargas y de pasajeros, incluyendo a los particulares que tienen licencia de operación del transporte.

Existe una cantidad no despreciables de vehículos particulares a los que no se les ha podido hacer revisiones técnicas. Para cambiar esa coyuntura, se despliega un proceso inversionista que ampliará las posibilidades a más de 386 mil revisiones el próximo año.

“En la ley se dispone que todos los vehículos deben pasar por revisión técnica, pero la realidad del país indica que aproximadamente pasa por ella la mitad cada año. La aspiración es seguir ampliando la red de equipos de revisión técnica para llegar a todos los vehículos”.

OJO CON EL VERANO

La ciudad de La Habana se prepara para recibir la etapa de verano con un plan de medidas que ayude a disminuir la accidentalidad en el periodo en que gran parte de la familia cubana está de vacaciones.

Su objetivo, explicó Carlos Amador Silva, director de Seguridad Vial de la Dirección General de Transporte de La Habana, es realizar una transportación segura de nuestra población desde y hasta las playas del Este, así como en los principales centros recreativos de la provincia.

Entre las medidas planteadas, señaló, “elevar las exigencias para las personas naturales y jurídicas que posean vehículos de carga y lo utilicen para el traslado de pasajeros, los cuales deben cumplir un grupo de normas en cuanto a la velocidad, la altura de las barandas y la cantidad de personas a transportar”.

Igualmente se reforzará el transporte público; se intensificará la prohibición de circulación de camiones en la Vía Blanca, específicamente en el tramo comprendido entre la Monumental y el intermitente de Guanabo; así como se prohibirá la transportación en vehículos de tracción animal y tractores en las áreas de esparcimientos.

También la dirección de Seguridad Vial dará los autorizos a los centros de trabajo para ir a la playa hasta las siete de la noche, de tal manera que no se produzca el tránsito durante la noche.

Se van a intensificar las pruebas de alcoholemia en los puntos ubicados tanto al este como al oeste de la capital. Se prohibirá el uso de las vías principales para eventos que complejicen la circulación vial. Aumentarán las exigencias con las prohibiciones de parqueo en las vías principales y en la playa, y no se autorizarán trabajos en las avenidas que eleven la dificultad vehicular en lugares de alta concentración de personas.

A esto se suma la reciente prohibición para la circulación vehicular en el Malecón, desde la calle Peña Pobre hasta 15, en el horario comprendido entre las 9 de la noche y las 4 de la madrugada.

POR UNA CONDUCCIÓN MÁS CIVILIZADA

“El asunto de la accidentalidad y su terribles efectos para la familia cubana y la economía están en el centro de la atención de la máxima dirección del Partido y del Gobierno”, aseguró en la Mesa Redonda el ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila.

Es un proceso en el cual estamos avanzando, precisó, pero aún estamos lejos de los resultados que esperamos. En ese sentido, agregó, vamos a seguir reforzando el estado técnico de los medios, continuaremos las inversiones para ampliar la cobertura de las plantas de revisión técnica y resolver también un conjunto de irregularidades que se presentan en esos lugares y que afectan la efectividad de las revisiones.

“Se mantendrá la atención a los viales principales. En el contexto actual de nuestra economía, se mantiene la prioridad en la asignación de recursos para los principales viales y su señalización, sobre todo en los lugares de mayor concentración de accidentes”.

Se incidirá con más fuerza, aseguró, en los temas relacionados con los animales sueltos en la vía, los vehículos de tracción animal, el estado de las aceras, que no se menciona mucho y son causantes de accidentes, así como la utilización de las tecnologías de la información y las comunicaciones en función de la seguridad vial.

“Un factor sobre el que tenemos que influir más es en la conducta de los usuarios de la vía. En Cuba se conduce con guapería, con escasos ejemplos de cortesía y eso lo tenemos que cambiar”.

Vivimos en un ambiente temerario que no favorece la conducción segura, comentó, y los peatones también se distraen con el uso de audífonos y de celulares, sobre todo los más jóvenes.

El titular subrayó que “la accidentalidad es un fenómeno multifactorial y nadie es ajeno a ella”. Ante lo cual hizo un llamado a todos los transportistas, sobre todo por la cercanía del verano, para que contribuyan a que las familias, los niños y jóvenes puedan transitar de manera segura por nuestras vías.

“Vivimos en un país seguro, pero en el caso de la accidentalidad vemos cómo se pierden vidas. El año pasado tuvimos dos fallecidos cada día, esa es una estadística que nos tiene que poner a todos en tensión y a hacer lo que haga falta para actuar contra ese comportamiento”.

“Todos los transportistas tienen que revisar bien sus medios, conducir con precaución, no hacerlo bajo los efectos del alcohol, y moderar la velocidad, prestando la debida atención, para evitar las pérdidas de vidas humanas”.

Alertó Rodríguez Dávila sobre la próxima incorporación de nuevos coches de pasajeros, lo cual incrementará el tráfico ferroviario. “Muchos conductores están acostumbrado a pasar sin mucha precaución porque el tráfico es bajo, pero ahora eso va a cambiar y hay que prestarle especial atención los pasos a nivel del ferrocarril”.

“Tenemos que lograr una conducción más culta, civilizada, precavida, para lograr que mueran menos cubanos y que el esfuerzo extraordinario que se está haciendo para avanzar en las inversiones que garantizan las transportaciones del país, rindan lo que se espera de ellas”.

Haga un comentario.

Deje su comentario. Usted también puede subscribirse a estos comentarios vía RSS.