La historia de Reinaldo Castro primer Héroe Nacional del Trabajo en Cuba
La historia del Movimiento Millonario en nuestras zafras azucareras no puede escribirse sin el nombre de Reinaldo Castro Yebra, primer Héroe Nacional del Trabajo —en marzo de 1964— y jefe de las brigadas de corte manual y alza mecanizada en Matanzas.
“El principal antecedente del Movimiento —asegura— está en las propias zafras del pueblo, surgidas a partir de 1959, pues fue el momento en que los macheteros empezaron a cortar todos los días y todas las cañas. Anteriormente se cortaba un día sí y dos no, y siempre en pequeños grupos de dos o tres hombres.
“Es en ese momento que comienzan a destacarse los cortadores y la prensa empieza a hablar de los que más caña picaban; en el caso mío, mucha gente decía que era mentira lo que indicaban los vales al pesar la caña de las carretas y tuve que ir a Contramaestre y a Camagüey a demostrar lo que podía cortar.
“También la realización de competencias entre macheteros —apadrinadas desde 1963 por el Che y por Ursinio Rojas, un veterano dirigente comunista— contribuyó a su surgimiento, así como la llegada de la alzadora, que también por ese año favoreció grandemente el nacimiento de las brigadas de macheteros.
“Alzar la caña a mano equivalía a la tercera parte del gasto de energía total de la labor cortealza, y su mecanización significaba aliviar el esfuerzo de los macheteros, que de no ser así tenían que levantar con sus brazos 50 millones de toneladas de caña en cada campaña”.
La organización de las brigadas rompía también una tradición secular, pues había que enseñar a laborar en colectivo a grupos de 30-40 obreros, quienes debían asimilar una nueva disciplina y una distribución del trabajo diferente a la conocida hasta ese momento.
Con tal razonamiento, en julio de 1964 en la asamblea de balance del Partido, presidida por el compañero Raúl en la granja Emiliano Lemes, del central América Libre, el compañero Jorge Risquet propuso iniciar una porfía emulativa entre brigadas con la meta de que sus 48 integrantes cortaran un millón de arrobas en la zafra de 1965.
La cosecha de 1965 comenzó con tales propósitos y ya para el 3 de marzo de ese año el Comandante en Jefe entregó, en un acto en el parque de Güines, la bandera de millonaria a la Brigada Julio Antonio Mella —de la región habanera de Mayabeque—, aunque otros dos colectivos matanceros —el Orlando Suárez y el Lázaro Acosta— con los que también cortó Reinaldo, alcanzaron en igual fecha esa extraordinaria cifra.
“Pero esas no fueron las primeras —recuerda— pues un año antes mi brigada, la Camilo Cienfuegos, con mache teros de Calimete, llegó a los 2 millones de arrobas de caña; había emulación, sin embargo, no se había oficializado aún el Movimiento”.
El movimiento surgido en Oriente propició que en esa provincia 157 brigadas alcanzaran el millón y otras se acercaran a esa meta, mientras que en el resto del país otros 70 colectivos alcanzaron el millón, casi todos de Matanzas.
Desde ese momento la novedosa forma de emular ganó una fuerza extraordinaria, y Reinaldo recuerda el tremendo esfuerzo que desplegaban en cada zafra. “En Matanzas organizamos en 1969 el llamado Batallón de las 500, una fuerza rápida con no menos de 500 hombres con promedio superior a las 500 arrobas diarias, para resolver cualquier problema de corte que surgiera en la provincia”.
Entre 1971 —momento en que se estableció una estadística más confiable— y hasta 1990 habían alcanzado la condición de millonarias 20 mil 128 brigadas; los 2 millones, 3 mil 933 colectivos; 777 los 3 millones, y otro nutrido grupo más de 4 millones, todas encabezadas por las superbrigadas Evelio Rodríguez Curbelo, Aniversario de la Revolución de Octubre, Jesús Suárez Gayol y la Calixto García con 10 y 11 millones en una zafra.
Por otro lado, a medida que se fue introduciendo en nuestros campos la máquina combinada cañera, el Movimiento se fue fortaleciendo entre los operadores de esos equipos, y en la zafra de 1990, 2 mil 79 de esos hombres cosecharon un millón o más de arrobas de caña.
Hoy, ya con 69 años, la tristeza se apodera de Reinaldo Castro cuando habla de la significativa merma del otrora poderoso Movimiento Millonario. “Pero lo más bello de todo es que enalteció un trabajo que antes era para esclavos”.
(Tomado de Trabajadores)
Haga un comentario.