Con una medalla de oro y tres de plata obtenidas en los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2018, este jugador de bádminton sigue dejando en alto el nombre de su país en un deporte con poco historial en la isla caribeña.

Su apellido lo define: Osleni Guerrero Velasco es un guerrero en las canchas. Desde que tenía 8 años practica el bádminton, un juego con raqueta de origen asiático surgido en el siglo XIX que debutó como deporte olímpico en los Juegos de Barcelona 1992.

Con sus 189 centímetros de estatura, Guerrero ha puesto el nombre de su país en la élite de esta disciplina y a sus 29 años se codea con los mejores del planeta.

“Dentro de los deportes olímpicos mundiales que tenemos en Cuba, el bádminton es un deporte que recién está surgiendo en cuanto a resultados. Ya hemos alcanzado resultados en eventos internacionales, tanto Centroamericanos, Panamericanos, como en eventos abiertos en diferentes países del mundo”, dijo a France 24.

La formación de Guerrero para estar en la élite del bádminton

Día a día, Guerrero se entrena para golpear con su raqueta el liviano volante formado por 16 plumas que pesa entre 4 y 6 gramos. El bádminton es el deporte con raqueta más veloz del mundo, pues los jugadores logran lanzar el volante de cancha a cancha a una velocidad superior a los 260 kilómetros por hora.

“Es un deporte agresivo que no requiere contacto. Es un deporte que requiere de mucha resistencia, potencia, habilidad, rapidez y buenos reflejos. Esas cosas fueron las que me motivaron de una u otra forma a jugar bádminton”, explica Guerrero

Roberto Medina Bermúdez, el entrenador de la selección cubana de bádminton, agrega que es muy importante trabajar la parte mental. “Deben buscar herramientas para mantener la concentración y la disciplina táctica durante todos los partidos porque tienen que reaccionar muy rápido y tomar decisiones constantemente en muy poco tiempo para poder ganar”, dijo a France 24.

Medina conoce a Guerrero desde 2011 y lo considera un talento innato.

“Guerrero es un atleta muy fuerte que tiene una gran experiencia. Ha participado en tres campeonatos mundiales y los Juegos Olímpicos de Río 2016. Es un atleta con una gran fortaleza física, muy competitivo, tranquilo y profesional”.

Un proyecto de la Confederación Panamericana de Bádminton le permitió a Guerrero prepararse y participar como el primer cubano en esta disciplina en Río 2016. Llegó a estar entre los 50 mejores del mundo y entrenó en bases situadas en Indonesia, China y España durante un tiempo para perfeccionar su técnica y juego.

Guerrero sueña ahora con seguir mejorando su palmarés y apuntará a seguir compitiendo entre los mejores del bádminton del mundo. También buscará continuar su camino en el ciclo olímpico hacia Tokio 2020 con una parada muy importante: los Juegos Panamericanos de Lima 2019, donde intentará sumar más medallas a su rico historial.

(Tomado de France 24)