Foto: ACN.

Isla de la Juventud reporta una cobertura boscosa superior al 63 por ciento (%) de su superficie terrestre, dijo a la Agencia Cubana de Noticias Humberto Rojas, presidente de la Asociación  Cubana de Técnicos Agrónomos y Forestales (ACTAF) en el territorio.

Precisó el ingeniero que el patrimonio boscoso del municipio especial cubre el 63,7 % al ocupar 184 mil hectáreas (ha) de floresta, resultado de un sostenido trabajo de conservación, reforestación, manejo integral y protección por parte de varias entidades locales.

Ese recurso natural, cuyas formaciones arbóreas representan el  44 %, posibilita a los lugareños aprovechar con fines económicos la madera, sin descuidar el manejo sostenible de los bosques, donde se preserva la vida silvestre de la fauna endémica, adaptada y migratoria, expuso.

Refirió que en el paisaje pinero destacan las extensas áreas de manglares, sobre todo en  los litorales Norte y Oeste, los bosques típicos de ciénaga, así como de galería y pinares. Los últimos ocupan el 34% de la superficie boscosa total, donde es significativa la presencia del pino macho (Pinus caribaea), árbol emblemático de territorio pinero.

La zona Norte del municipio especial presenta un bajo endemismo a causa de la degradación de su paisaje florístico natural por las prácticas agropecuarias poco sustentables y por lo que las principales florestas se localizan en el Área Protegida de Recursos Manejados Sierra de La Cañada, en la Reserva Ecológica Los Indios y en el Parque Nacional  Punta Francés, apuntó.

Significó que en esa parte del territorio el escaso desarrollo de los suelos, así como su permeabilidad y acidez, son factores que determinan alta incidencia de rasgos xeromórficos en la vegetación como alta lignosidad, enanismo, microfilia, micrandia, suculencia y microcarpia, que constituyen adaptaciones de la vida vegetal en tales condiciones.

Desde la Ciénaga de Lanier —en el centro-sur—- hasta la ribera se encuentra el Área Protegida de Recursos Manejados Sur de Isla de la Juventud, la mayor de su tipo y una de las mejores conservadas en Cuba, debido al baja actividad antrópica, lo cual ha permitido preservar un endemismo significativo en sus tres grandes ecosistemas: de costa, de bosque y de ciénaga, apuntó.

Acotó que entre las principales amenazas que inciden sobre los bosques pineros figuran la tala ilegal y los incendios forestales, que cada año, en la temporada seca, destruyen cientos de hectáreas de ese importante recurso natural.

(Tomado de ACN)