Una mirada a la Educación Superior en Cuba (+Fotos)
EL lustro 2013 – 2018 ha sido bastante intenso para el Ministerio de Educación Superior (MES). Las transformaciones que progresivamente se han ido introduciendo en los planes y programas de estudio demandan un mayor esfuerzo de los estudiantes y los docentes, quienes desde sus responsabilidades deben atemperarse a las exigencias de los nuevos tiempos, en un escenario en el que la obsolescencia del conocimiento obliga a la superación permanente.
Sin renunciar a la calidad y al rigor académico, el país apuesta por reducir los tiempos de formación de pregrado, elevar la competitividad y ampliar el perfil de los egresados, además de dar más opciones para el acceso a la universidad.
La meta es bastante ambiciosa, cierto; pero no se puede aspirar a menos, pues se trata de la fuerza de trabajo altamente calificada que necesita el país para garantizar su desarrollo y sostenibilidad.
Los cambios
2013: Se llevan a cabo en el país una serie de transformaciones en la Educación Superior que, con la finalidad de utilizar de forma más racional los recursos humanos, materiales y financieros, se han enfocado en el proceso de integración de las universidades.
2015: Se trazan nuevas políticas para la Educación Superior.
Perfeccionamiento de la formación de pregrado (carreras de perfil amplio)
Implementación del plan de estudio E (carreras de cuatro años)
Perfeccionamiento de la política de enseñanza del idioma Inglés
Mayor acceso a la educación superior (cursos por encuentro y educación a distancia)
Educación superior de ciclo corto (nuevo nivel que se incorpora a la educación superior)
2016 – 2017: Comienza a aplicarse el perfeccionamiento del inglés en las universidades.
La integración de las universidades
La integración responde a realidades concretas como el desarrollo social alcanzado por el país, la informatización de la sociedad, las políticas educacionales trazadas a nivel nacional, las tendencias internacionales hacia la reducción del tiempo de los estudios universitarios y la aparición del trabajo por cuenta propia.
Antes de la integración en cada provincia existía una institución de Educación Superior, la Universidad de Ciencias Pedagógicas y las facultades de Cultura Física.
De las 68 casas de altos estudios que tenía el país en el curso 2012 – 2013, hoy existen 50 instituciones del nivel superior, de estas 22 adscriptas al Ministerio de Educación Superior.
En las provincias se integraron las universidades del MES, la Universidad de Ciencias Pedagógicas y la Facultad de Cultura Física en una nueva institución académica. A raíz de este proceso queda una universidad en cada una de las provincias. En la capital, por su complejidad, hay seis universidades, incluidos los centros rectores de algunas instituciones.
El plan E
Esta nueva concepción de planes de estudio responde a tres premisas fundamentales: la formación del profesional con perfil amplio, el vínculo entre el organismo empleador y la universidad como parte de la preparación para el empleo, y la formación de postgrado.
Un rasgo distintivo del plan E es la reducción de los estudios superiores de cinco a cuatro años. Otro elemento es la esencialidad: es decir, dar en el pregrado las herramientas para que el estudiante pueda resolver los problemas más frecuentes de su futuro desempeño profesional y que desde el postgrado se vaya especializando. Igualmente importante resulta el incremento continuo de la calidad de la educación. En el curso 2016 – 2017, 30 carreras comenzaron el primer año con el plan E.
FUENTE: MINISTERIO DE EDUCACIÓN SUPERIOR.
¿Qué pasa con el Inglés?
Desde hace dos cursos es requisito indispensable demostrar dominio del inglés para graduarse de cualquier carrera universitaria. Tal disposición obedece a la necesidad de formar profesionales integrales no solo con un alto dominio de su actividad, sino también con elevado nivel de competitividad.
La enseñanza del Inglés en las universidades aspira a que los estudiantes alcancen un nivel de competencia B1+ (usuario independiente), según lo define el Marco Común de Referencia Europeo para las Lenguas. Sin embargo, las condiciones objetivas de que actualmente disponen las casas de altos estudios permiten establecer como requisito de graduación el nivel equivalente al A2 como nivel mínimo de dominio de las habilidades comunicativas.
(Con información del Granma)
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